CARTAS
PASTORALES DE PABLO
PRIMERA A
TIMOTEO
INTRODUCCION
La Primera Carta a Timoteo es una de las cartas
escritas por el apóstol Pablo y Está dirigida a Timoteo, un joven líder
cristiano a quien Pablo consideraba como un hijo en la fe.
El propósito principal de esta carta es
proporcionar instrucciones prácticas y directrices para el liderazgo pastoral y
la administración de la iglesia. Pablo busca fortalecer y animar a Timoteo en
su labor pastoral, ofreciéndole orientación en asuntos doctrinales, éticos y
organizativos dentro de la comunidad cristiana.
Pablo aborda temas como la importancia de la
sana doctrina, el papel de los líderes en la iglesia, la oración, el
comportamiento en la adoración, la disciplina dentro de la comunidad y la
responsabilidad de los ministros. Además, ofrece consejos personales a Timoteo
en su rol de pastor y líder.
En cuanto a la autoría, la tradición y
evidencia histórica apuntan a Pablo como el autor de esta carta. Timoteo fue el
destinatario principal de esta epístola, un joven discípulo de Pablo que estaba
en Éfeso mientras recibía estas instrucciones.
En cuanto a la fecha, se estima que fue escrita
aproximadamente entre los años 62 y 66 d.C., durante uno de los
encarcelamientos de Pablo, posiblemente cuando estaba en prisión en Roma.
En resumen, la Primera Carta a Timoteo es una
carta pastoral que proporciona directrices y consejos prácticos para el
liderazgo eclesiástico, con énfasis en la sana doctrina, el carácter y la
conducta del líder cristiano, y la organización adecuada de la iglesia local.
Esta carta sigue siendo una valiosa fuente de instrucción para líderes
cristianos en la actualidad.
CAPITULO 1
1ra. Timoteo
1:1-11
Pablo, apóstol de Jesucristo por
mandato de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo nuestra
esperanza, 2 a Timoteo, verdadero hijo en la fe:
Gracia, misericordia y paz, de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro
Señor.
3 Como te rogué
que te quedases en Éfeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos
que no enseñen diferente doctrina, 4 ni presten atención a
fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que
edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora. 5 Pues
el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de
buena conciencia, y de fe no fingida, 6 de las cuales
cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería, 7 queriendo
ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman.
8 Pero sabemos que
la ley es buena, si uno la usa legítimamente; 9 conociendo
esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y
desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos,
para los parricidas y matricidas, para los homicidas, 10 para
los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los
mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina, 11 según
el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado.
El pasaje de 1 Timoteo 1:1-11 establece varias enseñanzas importantes sobre
la ley, el propósito de la ley y su relación con la fe cristiana. En resumen,
Pablo comienza saludando a Timoteo y enfatizando su autoridad apostólica.
Luego, pasa a discutir el propósito de la ley, afirmando que la ley no es para
los justos sino para los injustos y rebeldes, para mostrar la necesidad de un
Salvador y para guiar a los creyentes hacia una vida piadosa.
Pablo enfatiza la importancia de enseñar y vivir conforme al Evangelio de
la gracia de Dios y no caer en enseñanzas falsas o controversias sin fin que
desvían a las personas de ese mensaje central. Advierte sobre aquellos que
enseñan la ley de manera incorrecta, sin comprender su propósito correcto y sin
tener un corazón amoroso y una buena conciencia.
En resumen, este pasaje subraya la importancia de entender la ley en su
contexto apropiado, reconociendo su papel para señalar el pecado y conducir a
las personas hacia la fe en Jesucristo, así como para guiar a los creyentes a
vivir una vida piadosa en consonancia con el Evangelio.
1ra. Timoteo 1:12-20
12 Doy gracias al
que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel,
poniéndome en el ministerio, 13 habiendo yo sido
antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia
porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. 14 Pero
la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en
Cristo Jesús. 15 Palabra fiel y
digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a
los pecadores, de los cuales yo soy el primero. 16 Pero
por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el
primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para
vida eterna. 17 Por tanto, al Rey
de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria
por los siglos de los siglos. Amén.
18 Este mandamiento,
hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron
antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia, 19 manteniendo
la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe
algunos, 20 de los cuales son
Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no
blasfemar.
En 1 Timoteo 1:12-20, el apóstol Pablo comparte
su propio testimonio como ejemplo del poder transformador de la gracia de Dios.
Él reconoce su pasado como perseguidor de la iglesia, pero destaca la
misericordia y el amor inmerecido de Dios que lo transformó y lo capacitó para
el ministerio.
Pablo enfatiza la confianza que tiene en Cristo Jesús, quien le concedió la
fuerza para su servicio, a pesar de haber sido un blasfemo, perseguidor y
violento. Esta transformación resalta la gracia y la paciencia de Dios para con
los pecadores.
El pasaje también advierte sobre aquellos que desvían la fe y se apartan de
la sana doctrina. Pablo menciona a Himeneo y Alejandro, que han naufragado en
su fe al rechazar la conciencia y desviarse hacia enseñanzas falsas. Él los
entrega a Satanás para que aprendan a no blasfemar.
En resumen, este pasaje subraya la magnitud del amor y la gracia de Dios,
capaz de transformar incluso a los más pecadores en instrumentos útiles para su
servicio. También advierte sobre la importancia de mantenerse fieles a la sana
doctrina y evitar desviarse hacia enseñanzas falsas que puedan apartar a las
personas de la fe verdadera en Cristo.
CAPITULO 2
1ra. Timoteo 2:1-1
Exhorto ante
todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias,
por todos los hombres; 2 por los reyes y
por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente
en toda piedad y honestidad. 3 Porque
esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y
vengan al conocimiento de la verdad. 5 Porque
hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo
hombre, 6 el cual se dio a sí
mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo. 7 Para esto yo fui constituido predicador y apóstol
(digo verdad en Cristo, no miento), y maestro de los gentiles en fe y verdad.
8 Quiero, pues, que
los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda. 9 Asimismo
que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con
peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, 10 sino con buenas obras, como corresponde a mujeres
que profesan piedad. 11 La mujer
aprenda en silencio, con toda sujeción. 12 Porque
no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar
en silencio. 13 Porque Adán fue
formado primero, después Eva; 14 y
Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en
transgresión. 15 Pero se salvará
engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.
El pasaje de 1 Timoteo 2:1-15 aborda varias
instrucciones de Pablo a la iglesia en relación con la oración, la conducta
apropiada durante el culto público y ciertos roles de género en la iglesia.
En primer lugar, Pablo exhorta a orar por todas las personas, incluyendo a
las autoridades, para que haya paz y tranquilidad, y así, los creyentes puedan
llevar una vida tranquila y piadosa. Esta oración por todos refleja el deseo de
Dios de la salvación de todos los hombres.
Luego, Pablo menciona la importancia de la modestia y la decorosa
vestimenta de las mujeres durante la adoración, enfatizando más la belleza
interior y la piedad que las prendas externas y ostentosas. Asimismo, destaca
que las mujeres deben aprender en silencio, sin ejercer autoridad sobre los
hombres, lo que ha generado interpretaciones y debates sobre el papel y la
función de las mujeres en la iglesia.
Pablo también destaca el papel de Adán y Eva en la creación, mencionando la
prioridad de Adán y la secuencia del engaño en el jardín del Edén. Esta
referencia histórica se utiliza para respaldar su argumento sobre el liderazgo
en la iglesia.
En resumen, este pasaje ha sido objeto de interpretaciones diversas y a
veces controvertidas en relación con el papel de las mujeres en el liderazgo
eclesiástico y la adoración, así como la conducta durante el culto público. Los
principios clave incluyen la importancia de la oración por todos, la modestia y
la búsqueda de la paz, aunque hay interpretaciones variadas sobre la aplicación
práctica de estos principios en la iglesia contemporánea.
CAPITULO 3
1ra. Timoteo 3:1-7
Palabra
fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. 2 Pero
es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio,
prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; 3 no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de
ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; 4 que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos
en sujeción con toda honestidad 5 (pues
el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); 6 no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en
la condenación del diablo. 7 También
es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en
descrédito y en lazo del diablo.
En 1 Timoteo 3:1-7, el apóstol Pablo presenta los
requisitos para los líderes de la iglesia, específicamente para los obispos o
supervisores y los diáconos. Estos criterios establecidos buscan garantizar la
idoneidad moral, espiritual y conductual de quienes ocuparán posiciones de
liderazgo en la comunidad cristiana.
Pablo comienza enfatizando el deseo noble de aspirar al liderazgo en la
iglesia, señalando que aquel que aspira a ser obispo tiene un anhelo loable.
Luego, enumera una serie de cualidades y características que deben poseer los
líderes, tales como ser irreprochable, esposo de una sola mujer, sobrio,
prudente, hospitalario, apto para enseñar, no dado al vino ni a la violencia,
no codicioso, sino alguien que gobierne bien su propia casa.
Estos requisitos se centran en la integridad moral, la madurez espiritual y
la capacidad para guiar y cuidar a los demás. Pablo indica que aquellos que
desean ser líderes en la iglesia deben vivir vidas ejemplares que reflejen los
principios del Evangelio, ya que su rol es de gran responsabilidad y ejemplo
para la congregación.
Este pasaje resalta la importancia de la santidad y la integridad en el
liderazgo cristiano, brindando directrices claras para aquellos que están
llamados a ocupar posiciones de autoridad dentro de la iglesia, siendo un
modelo de vida piadosa y moralmente sólida para los demás creyentes.
1ra. Timoteo 3:8-13
8 Los diáconos asimismo deben ser
honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias
deshonestas; 9 que guarden el misterio de la fe con limpia
conciencia. 10 Y estos también
sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son
irreprensibles. 11 Las mujeres
asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo. 12 Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y
que gobiernen bien sus hijos y sus casas. 13 Porque
los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha
confianza en la fe que es en Cristo Jesús.
En 1 Timoteo 3:8-13, Pablo continúa delineando
los requisitos para aquellos que sirven como diáconos en la iglesia. Al igual
que con los obispos, los diáconos deben ser individuos de carácter moral sólido
y comportamiento ejemplar.
Pablo enumera características similares para los diáconos, enfatizando la
honestidad, la sinceridad, la prudencia y la dignidad en su conducta. Deben ser
personas íntegras, no dados al chisme ni a la doblez, y deben mantener su fe
con una conciencia limpia. También se menciona que, al igual que los obispos,
los diáconos deben ser esposos de una sola mujer y dirigir bien sus hogares.
Estos requisitos apuntan a la integridad moral, la estabilidad emocional y
la fidelidad en el servicio de aquellos que son llamados a servir como diáconos
en la iglesia. Se espera que estos líderes sirvan con humildad, demostrando su
compromiso con el servicio a Dios y a su comunidad a través de un testimonio de
vida coherente y ejemplar.
En resumen, este pasaje resalta la importancia de la idoneidad moral y
espiritual de los diáconos, quienes desempeñan un papel vital en el ministerio
de la iglesia y deben reflejar las virtudes cristianas en su vida cotidiana.
1ra. Timoteo 3:14-16
14 Esto te escribo,
aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, 15 para
que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia
del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad. 16 E indiscutiblemente, grande es el misterio de la
piedad:
Dios fue manifestado en carne, Justificado
en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles,
Creído en el mundo, Recibido arriba en
gloria.
En 1 Timoteo 3:14-16, Pablo dirige su atención a
Timoteo sobre cómo comportarse en la casa de Dios, que es la iglesia, y enumera
la importancia de mantener la conducta apropiada en la iglesia local.
Pablo destaca que estas instrucciones están destinadas a asegurar que
Timoteo sepa cómo debe comportarse en la casa de Dios, que es la iglesia de
Dios vivo y columna y fundamento de la verdad. Esta metáfora enfatiza la
importancia y la responsabilidad de la iglesia como sostén y defensora de la
verdad del Evangelio en el mundo.
El pasaje continúa con una declaración teológica profunda que resume la
esencia del mensaje cristiano: "Y sin duda, grande es el misterio de la
piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los
ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en
gloria". Aquí, Pablo expone el misterio y la maravilla de la encarnación
de Jesucristo, su vida terrenal, su predicación del Evangelio, su aceptación
por la fe y su exaltación en la gloria celestial.
Este pasaje enfatiza la centralidad de Cristo en la fe cristiana, revelando
aspectos esenciales de la obra redentora de Jesús y resaltando la importancia
de la iglesia como el pilar y fundamento de la verdad que proclama y sostiene
este mensaje transformador para el mundo.
CAPITULO 4
1ra. Timoteo 4:1-5
Pero el Espíritu dice claramente que en
los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus
engañadores y a doctrinas de demonios; 2 por la
hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, 3 prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que
Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y
los que han conocido la verdad. 4 Porque todo
lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de
gracias; 5 porque por la palabra de Dios y
por la oración es santificado.
En 1 Timoteo 4:1-5, el apóstol Pablo advierte a
Timoteo sobre la venida de tiempos en los que algunos se apartarán de la fe,
prestando atención a espíritus engañadores y doctrinas de demonios. Estos
individuos hablarán mentiras y engañarán a otros, y su conciencia estará
cauterizada.
Pablo señala que estas enseñanzas falsas prohíben ciertos aspectos de la
vida que Dios ha creado para que se disfruten con gratitud por los creyentes.
Se refiere específicamente a la prohibición de casarse y de consumir ciertos
alimentos, instrucciones que considera contrarias a la verdad del Evangelio y
creadas por estos espíritus engañadores.
El pasaje subraya la importancia de discernir las enseñanzas, evitando la
influencia de doctrinas falsas y buscando vivir en conformidad con la verdad
del Evangelio. Pablo enfatiza que todo lo creado por Dios es bueno y no debe
ser rechazado si se recibe con acción de gracias, ya que es santificado por la
palabra de Dios y la oración.
En resumen, este pasaje resalta la importancia de discernir la verdad
doctrinal y no ser engañado por enseñanzas falsas que distorsionan el
Evangelio, además de enfatizar la necesidad de recibir y disfrutar de los dones
de Dios con gratitud y acción de gracias.
1ra. Timoteo 4: 6-16
6 Si esto enseñas a
los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la
fe y de la buena doctrina que has seguido. 7 Desecha
las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad; 8 porque el ejercicio corporal para poco es
provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida
presente, y de la venidera. 9 Palabra
fiel es esta, y digna de ser recibida por todos. 10 Que
por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios
viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.
11 Esto manda y
enseña. 12 Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé
ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. 13 Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la
exhortación y la enseñanza. 14 No
descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la
imposición de las manos del presbiterio. 15 Ocúpate
en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto
a todos. 16 Ten cuidado de ti
mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti
mismo y a los que te oyeren.
En 1 Timoteo 4:6-16, Pablo ofrece a Timoteo
instrucciones prácticas para su liderazgo y servicio en la iglesia. Comienza
alentándolo a enseñar estas verdades a los hermanos, siendo un buen ministro de
Jesucristo y nutriéndose de las palabras de fe y de la buena doctrina que ha
seguido.
Pablo también destaca la importancia de rechazar las fábulas y mitos, y en
su lugar, ejercitarse en la piedad. Les recuerda que el ejercicio espiritual es
beneficioso para la vida presente y futura.
Además, instruye a Timoteo a no descuidar el don espiritual que ha
recibido, sino a dedicarse a ello y progresar en él. Le anima a ser un ejemplo
para los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.
El apóstol también insta a Timoteo a dedicarse a la lectura pública de las
Escrituras, a la exhortación y a la enseñanza, con el fin de crecer en su
ministerio y edificar a la comunidad. Le enfatiza la necesidad de perseverancia
y cuidado en su conducta y enseñanzas.
En resumen, este pasaje ofrece un conjunto de directrices y exhortaciones
prácticas para el liderazgo y el servicio cristiano, haciendo hincapié en la
importancia de nutrirse de la Palabra de Dios, rechazar enseñanzas falsas,
ejercitarse en la piedad y mantener un testimonio ejemplar como líder en la fe.
CAPITULO 5
1ra. Timoteo 5:1-19
No reprendas al anciano, sino exhórtale
como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos; 2 a
las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda
pureza.
3 Honra a las
viudas que en verdad lo son. 4 Pero si alguna
viuda tiene hijos, o nietos, aprendan estos primero a ser piadosos para con su
propia familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno y
agradable delante de Dios. 5 Mas
la que en verdad es viuda y ha quedado sola, espera en Dios, y es diligente en
súplicas y oraciones noche y día. 6 Pero
la que se entrega a los placeres, viviendo está muerta. 7 Manda también estas cosas, para que sean
irreprensibles; 8 porque si alguno
no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y
es peor que un incrédulo.
9 Sea puesta en la
lista solo la viuda no menor de sesenta años, que haya sido esposa de un solo
marido, 10 que tenga testimonio de buenas obras; si ha
criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los
santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra. 11 Pero viudas más jóvenes no admitas; porque
cuando, impulsadas por sus deseos, se rebelan contra Cristo, quieren casarse, 12 incurriendo así en condenación, por haber
quebrantado su primera fe. 13 Y
también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente
ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran. 14 Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen,
críen hijos, gobiernen su casa; que no den al adversario ninguna ocasión de
maledicencia. 15 Porque ya algunas
se han apartado en pos de Satanás. 16 Si
algún creyente o alguna creyente tiene viudas, que las mantenga, y no sea
gravada la iglesia, a fin de que haya lo suficiente para las que en verdad son
viudas.
17 Los ancianos que
gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que
trabajan en predicar y enseñar. 18 Pues
la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el
obrero de su salario. 19 Contra un
anciano no admitas acusación sino con dos o tres testigos.
El pasaje de 1 Timoteo 5:1-19 trata sobre las
relaciones dentro de la comunidad cristiana, especialmente en lo referente al
trato a diferentes grupos de personas, la atención a las viudas y el
reconocimiento a los líderes de la iglesia.
Pablo comienza instruyendo a Timoteo sobre cómo tratar a diferentes grupos
dentro de la iglesia: a los ancianos como padres, a los jóvenes como hermanos,
a las mujeres mayores como madres y a las jóvenes como hermanas, con toda
pureza. Este enfoque resalta la importancia del respeto mutuo y de honrar a
cada miembro de la comunidad cristiana.
Luego, Pablo aborda el tema de las viudas necesitadas, instruyendo sobre
cómo la iglesia debe cuidar a aquellas que realmente están solas y necesitadas.
Establece criterios específicos para determinar quiénes son elegibles para
recibir apoyo y cómo la familia debe asumir su responsabilidad primaria hacia
sus propios familiares necesitados.
El pasaje también destaca el reconocimiento y el cuidado de los líderes de
la iglesia, especialmente aquellos que trabajan arduamente en la predicación y
enseñanza. Pablo enfatiza que aquellos que sirven en estas funciones deben ser
valorados y deben recibir un salario o apoyo material por su labor, asegurando
su sustento mientras se dedican al ministerio.
En resumen, este pasaje ofrece directrices prácticas sobre el trato
apropiado dentro de la comunidad cristiana, especialmente en relación con la
atención a diferentes grupos, el cuidado de las viudas necesitadas y el
reconocimiento y apoyo a los líderes que se dedican al servicio ministerial.
1ra. Timoteo 5: 20 – 6:2
20 A los que persisten en pecar,
repréndelos delante de todos, para que los demás también teman. 21 Te
encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus ángeles escogidos,
que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad. 22 No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes
en pecados ajenos. Consérvate puro.
23 Ya no bebas agua, sino usa de un
poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades.
24 Los pecados de algunos hombres
se hacen patentes antes que ellos vengan a juicio, mas a otros se les descubren
después. 25 Asimismo se hacen manifiestas las buenas obras; y las que
son de otra manera, no pueden permanecer ocultas.
Todos los que están bajo el yugo de
esclavitud, tengan a sus amos por dignos de todo honor, para que no sea
blasfemado el nombre de Dios y la doctrina. 2 Y los que
tienen amos creyentes, no los tengan en menos por ser hermanos, sino sírvanles
mejor, por cuanto son creyentes y amados los que se benefician de su buen
servicio. Esto enseña y exhorta.
En estos versículos, 1 Timoteo 5:20-6:2, Pablo
continúa ofreciendo directrices sobre la conducta en la iglesia, abordando la
disciplina eclesiástica y la relación entre los líderes y sus subordinados.
Pablo enfatiza la seriedad de mantener la integridad dentro de la comunidad
cristiana, instando a Timoteo a reprender públicamente a aquellos líderes que
persisten en pecados graves, para que otros puedan temer y eviten caer en las
mismas faltas. Esta corrección pública tiene como objetivo mantener la pureza y
el testimonio de la iglesia.
Posteriormente, Pablo aborda la relación entre esclavos y sus amos,
recordando a los esclavos que deben respetar a sus amos, especialmente si son
creyentes. Asimismo, les insta a no deshonrarlos o desacreditar el nombre de
Dios por rebeldía. Por otro lado, les recuerda a los creyentes que tienen amos
que son también hermanos en la fe, por lo que deben servirles aún mejor, siendo
fieles y respetuosos.
Estos versículos reflejan la preocupación de Pablo por mantener la
integridad moral en la iglesia y establecer relaciones justas y respetuosas
entre los miembros, incluyendo tanto la disciplina para los líderes que caen en
pecado como la orientación para las relaciones laborales y sociales dentro del
contexto de la fe cristiana.
CAPITULO 6
1ra. Timoteo 6:3-10
3 Si alguno enseña
otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y
a la doctrina que es conforme a la piedad, 4 está
envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras,
de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, 5 disputas necias de hombres corruptos de
entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de
ganancia; apártate de los tales. 6 Pero
gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; 7 porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda
nada podremos sacar. 8 Así que,
teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. 9 Porque los que quieren enriquecerse caen en
tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los
hombres en destrucción y perdición; 10 porque
raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se
extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
En 1 Timoteo 6:3-10, el apóstol Pablo advierte
sobre la importancia de la sana doctrina y la correcta actitud hacia la riqueza
y el deseo de ganancias materiales.
Pablo comienza resaltando la gravedad de la enseñanza falsa y cómo esta
puede apartar a las personas de la sana doctrina de Cristo. Señala que aquellos
que propagan doctrinas diferentes y contrarias a las enseñanzas de Jesús están
llenos de orgullo, ignorancia y controversias, lo cual no edifica en la fe
cristiana.
Luego, Pablo ofrece una perspectiva sobre la relación entre la fe y las
riquezas, indicando que la piedad y la satisfacción no dependen de la riqueza
material. Advierte sobre la trampa de la codicia, que puede llevar a la ruina y
la destrucción espiritual, desviando el corazón de las verdades espirituales y
provocando aflicciones.
Pablo declara famosamente: "Porque el amor al dinero es la raíz de
toda clase de males". Sin embargo, señala que el dinero en sí mismo no es
malo, sino que es el amor desmedido por él lo que lleva a personas a
extraviarse y a cometer muchos males, descuidando su fe y buscando la riqueza
como el objetivo principal en la vida.
En resumen, este pasaje destaca la importancia de mantenerse fieles a la
sana doctrina, advirtiendo sobre las enseñanzas falsas que pueden apartar de la
fe en Cristo. Además, subraya la necesidad de tener una perspectiva equilibrada
sobre la riqueza, evitando el amor desmedido por el dinero y enfocándose en la
fe y la piedad como elementos fundamentales para una vida verdaderamente
enriquecedora.
1ra. Timoteo 6:11-21
11 Mas tú, oh
hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el
amor, la paciencia, la mansedumbre. 12 Pelea la buena
batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste
llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos. 13 Te
mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio
testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato, 14 que
guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro
Señor Jesucristo, 15 la cual a su tiempo mostrará el
bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, 16 el
único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de
los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio
sempiterno. Amén.
17 A los ricos de
este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas,
las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en
abundancia para que las disfrutemos. 18 Que hagan bien,
que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; 19 atesorando
para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.
20 Oh Timoteo,
guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas
vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, 21 la
cual profesando algunos, se desviaron de la fe. La gracia sea contigo. Amén.
En 1 Timoteo 6:11-21, Pablo concluye su carta con
exhortaciones finales para Timoteo, destacando la importancia de mantener una
conducta piadosa y responsable en medio de las tentaciones y desafíos.
Pablo alienta a Timoteo a huir de las ambiciones egoístas y de la búsqueda
de riquezas, y en su lugar, seguir la justicia, la piedad, la fe, el amor, la
paciencia y la mansedumbre. Le insta a pelear la buena batalla de la fe y a
aferrarse firmemente a la vida eterna, la cual ha confesado con firmeza.
Además, Pablo le recuerda a Timoteo que debe guardar el mandato, sin mancha
ni reproche, hasta la venida de Cristo. Acentúa la importancia de la integridad
en la enseñanza y en la conducta, rechazando las controversias y los debates
vacíos que desvían de la verdad.
Pablo finaliza con una advertencia contra aquellos que pervierten la verdad
y señala que el amor al dinero ha llevado a algunos a extraviarse de la fe.
Hace hincapié en mantenerse alejado de las enseñanzas falsas y en vivir una
vida dedicada a Dios, resguardando el depósito confiado y guardando los
mandamientos hasta la venida de Cristo.
En resumen, este pasaje enfatiza la importancia de una vida cristiana
íntegra, caracterizada por la fe, la humildad, la búsqueda de la justicia y el
rechazo de las tentaciones mundanas. Pablo insta a Timoteo a mantenerse fiel a
la verdad del Evangelio y a permanecer firme en su compromiso con Dios hasta el
regreso de Cristo.
SEGUNDA A TIMOTEO
INTRODUCCION
La
Segunda Carta a Timoteo es la última carta que se le atribuye a Pablo y está
dirigida a Timoteo, su fiel colaborador y discípulo, mientras este se
desempeñaba en el ministerio en Éfeso.
El
propósito principal de esta carta es exhortar, animar y fortalecer a Timoteo en
su fe y en su labor ministerial, especialmente ante los desafíos y las
adversidades que enfrentaba. Pablo escribe desde la cárcel, probablemente
durante su segunda prisión en Roma, consciente de que su tiempo en la tierra se
acerca a su fin. Es una carta cargada de emotividad y urgencia, en la que el
apóstol transmite sus últimos deseos y consejos a su querido discípulo.
Pablo
anima a Timoteo a perseverar en la fe, a ser valiente y firme en la predicación
del Evangelio, a mantener la sana doctrina y a ser un ejemplo en su conducta
cristiana. Además, le recuerda la importancia de las Escrituras, la fidelidad
en el servicio y la constancia en medio de las pruebas y dificultades que
vendrían en el ministerio.
En
cuanto a la fecha de escritura, se cree que la Segunda Carta a Timoteo fue
escrita alrededor del año 67-68 d.C., poco antes del martirio de Pablo. Es
posible que haya sido la última carta que escribió antes de su muerte. En esta
carta, Pablo muestra una sensación de urgencia y un tono más personal, dejando
un legado final de instrucción y ánimo a su discípulo.
En
resumen, la Segunda Carta a Timoteo es una carta cargada de emoción y consejos
pastorales finales de Pablo a Timoteo. Es un llamado a la perseverancia, la
fidelidad en el ministerio y la constancia en la fe, y ha sido una fuente de
ánimo y exhortación para los líderes cristianos a lo largo de la historia de la
Iglesia.
CAPITULO 1
2da. Timoteo 1:1-18
Pablo, apóstol de Jesucristo por la
voluntad de Dios, según la promesa de la vida que es en Cristo Jesús, 2 a
Timoteo, amado hijo: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y de
Jesucristo nuestro Señor.
Testificando de Cristo
3 Doy gracias a
Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar
me acuerdo de ti en mis oraciones noche y día; 4 deseando
verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de gozo; 5 trayendo
a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu
abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti
también. 6 Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del
don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 7 Porque
no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio
propio.
8 Por tanto, no te
avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino
participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, 9 quien
nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino
según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de
los tiempos de los siglos, 10 pero que ahora ha sido
manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la
muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio, 11 del
cual yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles. 12 Por
lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he
creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel
día. 13 Retén la forma de las sanas palabras que de mí
oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús. 14 Guarda
el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros.
15 Ya sabes esto,
que me abandonaron todos los que están en Asia, de los cuales son Figelo y
Hermógenes. 16 Tenga el Señor misericordia de la casa de
Onesíforo, porque muchas veces me confortó, y no se avergonzó de mis
cadenas, 17 sino que cuando estuvo en Roma, me buscó
solícitamente y me halló. 18 Concédale el Señor que halle
misericordia cerca del Señor en aquel día. Y cuánto nos ayudó en Éfeso, tú lo
sabes mejor.
En 2 Timoteo 1:1-18, Pablo escribe su segunda
carta a Timoteo, animándolo, exhortándolo y recordándole la importancia de su
fe y su llamado en medio de las dificultades.
Pablo comienza expresando su agradecimiento a Dios por la fe sincera que
Timoteo ha demostrado, mencionando la herencia de fe que recibió de su abuela
Loida y su madre Eunice. Le recuerda que la fe que hay en él es genuina y le
anima a avivar el don espiritual que recibió a través de la imposición de las
manos.
Además, Pablo insta a Timoteo a no tener espíritu de cobardía, sino de
poder, amor y dominio propio. Le recuerda la importancia de no avergonzarse del
testimonio de Cristo ni de Pablo, quien está encarcelado por el Evangelio.
Pablo también destaca la gracia de Dios como fundamento de la salvación, la
cual se manifestó a través de la venida de Cristo y la abolición de la muerte,
trayendo vida y luz por medio del Evangelio. Pablo mismo es un ejemplo de esta
gracia, habiendo sido llamado al ministerio y habiendo sufrido por causa del
Evangelio.
En el final del pasaje, Pablo menciona a Onesíforo, un amigo fiel que
ministró y consoló a Pablo en sus dificultades. Le pide a Dios que tenga
misericordia de la casa de Onesíforo por su generosidad y servicio.
En resumen, este pasaje de 2 Timoteo resalta la importancia de la fe
sincera, la firmeza en el testimonio de Cristo, la valentía en medio de la
persecución y la importancia del apoyo y la fidelidad en el ministerio. Pablo
anima a Timoteo a mantenerse firme en su fe y compromiso con el Evangelio,
recordándole la gracia y el poder de Dios que obran en él.
2da. Timoteo 2:1-13
Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la
gracia que es en Cristo Jesús. 2 Lo
que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean
idóneos para enseñar también a otros. 3 Tú,
pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. 4 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la
vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. 5 Y también el que lucha como atleta, no es coronado
si no lucha legítimamente. 6 El
labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. 7 Considera lo que digo, y el Señor te dé
entendimiento en todo.
8 Acuérdate de
Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi
evangelio, 9 en el cual sufro penalidades, hasta prisiones a
modo de malhechor; mas la palabra de Dios no está presa. 10 Por tanto, todo lo soporto por amor de los
escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús
con gloria eterna. 11 Palabra fiel
es esta:
Si somos muertos con él, también
viviremos con él; 12 Si sufrimos, también reinaremos con él; Si
le negáremos, él también nos negará. 13 Si fuéremos infieles,
él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo.
En 2 Timoteo 2:1-13, Pablo continúa animando a
Timoteo y dándole instrucciones sobre la firmeza en la fe y el ministerio,
utilizando varias analogías y metáforas para ilustrar sus puntos doctrinales.
Pablo exhorta a Timoteo a ser fuerte en la gracia que hay en Cristo Jesús y
a capacitar a otros para el ministerio, transmitiendo fielmente las enseñanzas
recibidas. Usa la metáfora de un buen soldado que no se distrae con asuntos mundanos,
sino que se enfoca en agradar a su comandante. También compara al atleta que
compite según las reglas y al labrador que trabaja diligentemente para cosechar
frutos.
Luego, Pablo ofrece una afirmación teológica profunda y consoladora al
decir: "Si somos infieles, Él permanece fiel, pues no puede negarse a sí
mismo". Esta declaración subraya la fidelidad inmutable de Dios, incluso
cuando los seres humanos puedan ser infieles o débiles en su fe.
Asimismo, Pablo utiliza la imagen de la muerte y resurrección para ilustrar
la unión con Cristo: "Si morimos con Él, también viviremos con Él; si
sufrimos, también reinaremos con Él". Destaca que el sufrimiento por el
Evangelio conlleva un glorioso futuro compartido con Cristo en su reino.
En resumen, este pasaje anima a los creyentes, incluyendo a Timoteo, a
mantenerse firmes en la fe, ser fieles en el servicio y preparar a otros para
el ministerio. Pablo utiliza varias analogías para ilustrar la importancia de
la perseverancia, la fidelidad y la confianza en la promesa de Dios, resaltando
la seguridad de la relación del creyente con Cristo a pesar de las dificultades
y pruebas en esta vida.
2da. Timoteo 2:14-26
14 Recuérdales esto,
exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual
para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes. 15 Procura
con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué
avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. 16 Mas
evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. 17 Y su palabra carcomerá como gangrena; de los
cuales son Himeneo y Fileto, 18 que
se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y
trastornan la fe de algunos. 19 Pero
el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los
que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de
Cristo.
20 Pero en una casa
grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y
de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. 21 Así
que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra,
santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra. 22 Huye también de las pasiones juveniles, y sigue
la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al
Señor. 23 Pero desecha las
cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas. 24 Porque el siervo del Señor no debe ser
contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; 25 que con mansedumbre corrija a los que se oponen,
por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, 26 y escapen del lazo del diablo, en que están
cautivos a voluntad de él.
En 2 Timoteo 2:14-26, Pablo insta a Timoteo a
mantenerse firme en la sana enseñanza, evitando las discusiones inútiles que
generan divisiones y alejándose de la charlatanería que desvía de la verdad.
Pablo destaca la importancia de evitar las peleas y de ser un siervo del
Señor que no se avergüenza, que enseña con precisión la Palabra de verdad.
Además, enfatiza la necesidad de la humildad, la paciencia y la mansedumbre al
corregir a los oponentes, con la esperanza de que Dios pueda llevarlos al
arrepentimiento y al conocimiento de la verdad.
Utilizando diversas analogías, Pablo ilustra el comportamiento del siervo
del Señor: un vaso útil para el Maestro, un obrero aprobado que no tiene de qué
avergonzarse, un siervo del Señor que huye de la maldad y sigue la justicia, la
fe, el amor y la paz con aquellos que invocan al Señor con un corazón limpio.
Además, Pablo advierte a Timoteo sobre las pasiones juveniles y le insta a
huir de las tentaciones y buscar la justicia, la fe, el amor y la paz, junto
con aquellos que invocan al Señor con un corazón puro. Finalmente, enfatiza que
el siervo del Señor no debe entrar en disputas, sino ser amable con todos y
apto para enseñar, corrigiendo con mansedumbre a los que se oponen, con la
esperanza de que Dios les conceda arrepentimiento para que conozcan la verdad y
se liberen del lazo del diablo.
En resumen, este pasaje destaca la importancia de la fidelidad a la sana
doctrina, la humildad, la paciencia y la mansedumbre al corregir y enseñar.
Pablo insta a evitar las discusiones inútiles, buscar la santidad y la
rectitud, y ser instrumentos útiles en las manos del Señor para la corrección y
el servicio en amor.
CAPITULO 3
2da. Timoteo 3:1-17
También debes saber esto: que en los
postreros días vendrán tiempos peligrosos. 2 Porque
habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios,
blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3 sin afecto natural, implacables, calumniadores,
intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4 traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los
deleites más que de Dios, 5 que
tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a estos evita. 6 Porque de estos son los que se meten en las casas
y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por
diversas concupiscencias. 7 Estas
siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. 8 Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a
Moisés, así también estos resisten a la verdad; hombres corruptos de
entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. 9 Mas
no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como
también lo fue la de aquellos.
10 Pero tú has
seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, 11 persecuciones,
padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en
Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha
librado el Señor. 12 Y también
todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; 13 mas los malos hombres y los engañadores irán de
mal en peor, engañando y siendo engañados. 14 Pero
persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has
aprendido; 15 y que desde la niñez
has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la
salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda
la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia, 17 a
fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda
buena obra.
En 2 Timoteo 3:1-17, Pablo describe la naturaleza
de los tiempos finales y exhorta a Timoteo a permanecer firme en la fe en medio
de las adversidades y la apostasía que se avecinan.
Pablo comienza advirtiendo sobre los tiempos peligrosos que se acercan,
caracterizados por el egoísmo, la codicia, el orgullo, la falta de amor y la
falta de respeto a la autoridad, entre otras actitudes pecaminosas. Estos son
tiempos en los que la gente se apartará de la verdad y se entregará a
enseñanzas falsas.
El apóstol también señala que habrá aquellos que aparentarán piedad pero
negarán su poder transformador. Advierte a Timoteo a mantenerse alejado de
tales personas y destaca la necesidad de permanecer firme en la enseñanza que
ha recibido, basada en las Escrituras, las cuales son capaces de instruir,
corregir y equipar al siervo de Dios para toda buena obra.
Pablo destaca la autoridad y la utilidad de las Escrituras como la Palabra
inspirada por Dios, capaz de guiar, corregir y formar a los creyentes para
vivir vidas piadosas y ser completos en la obra de Dios. También recalca que
todas las Escrituras son útiles para enseñar, para reprender, para corregir y
para instruir en justicia.
En resumen, este pasaje destaca la realidad de los tiempos difíciles
venideros, la importancia de mantenerse firme en la fe y en la verdad revelada
en las Escrituras, que tienen el poder de instruir, corregir y equipar a los
creyentes para la vida cristiana y para toda buena obra.
CAPITULO 4
2da. Timoteo 4:1-8
Te encarezco delante de Dios y del Señor
Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su
reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y
fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana
doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a
sus propias concupiscencias, 4 y
apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. 5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las
aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.
6 Porque yo ya
estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. 7 He
peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8 Por lo demás, me está guardada la corona de
justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí,
sino también a todos los que aman su venida.
En 2 Timoteo 4:1-8, Pablo, en la última parte de
su carta a Timoteo, hace un llamado a la fidelidad y la perseverancia en el
ministerio y la predicación del Evangelio.
Pablo comienza exhortando a Timoteo a predicar la Palabra, estar preparado
en todo momento, sea oportuno o no, y a corregir, reprender y animar con
paciencia y doctrina. Esta instrucción destaca la importancia de ser fiel al
mensaje del Evangelio, sin importar las circunstancias.
Luego, Pablo habla sobre su propia situación, mencionando que ha llegado su
tiempo de partir, indicando que su vida está llegando a su fin. Él menciona
haber peleado la buena batalla, haber completado su carrera y haber mantenido
la fe. Esta declaración muestra su confianza en la fidelidad de Dios y su
seguridad en la recompensa eterna que le espera en el cielo.
Pablo también menciona la "corona de justicia" que le espera a él
y a todos los que han amado la venida de Cristo. Esta "corona" se
refiere a la recompensa y la bendición que se otorga a aquellos que han sido
fieles en su servicio a Dios.
En resumen, este pasaje resalta la importancia de la fidelidad al
Evangelio, la preparación constante para predicar la Palabra, la perseverancia
en medio de las dificultades y la confianza en la recompensa eterna que aguarda
a los que permanecen fieles a Cristo hasta el final. Además, muestra la
seguridad y la esperanza del apóstol Pablo en su fe y su confianza en la
justicia y gracia de Dios.
2da. Timoteo 4:9-22
9 Procura venir
pronto a verme, 10 porque Demas me ha desamparado,
amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y
Tito a Dalmacia. 11 Solo Lucas está conmigo.
Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el
ministerio. 12 A Tíquico lo envié a Éfeso. 13 Trae,
cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros,
mayormente los pergaminos. 14 Alejandro el calderero
me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos. 15 Guárdate
tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras. 16 En
mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no
les sea tomado en cuenta. 17 Pero el Señor estuvo a mi
lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que
todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león. 18 Y
el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial.
A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.
19 Saluda a Prisca
y a Aquila, y a la casa de Onesíforo. 20 Erasto se
quedó en Corinto, y a Trófimo dejé en Mileto enfermo. 21 Procura
venir antes del invierno. Eubulo te saluda, y Pudente, Lino, Claudia y todos
los hermanos.
22 El Señor
Jesucristo esté con tu espíritu. La gracia sea con vosotros. Amén.
En 2 Timoteo 4:9-22, Pablo concluye su carta
mencionando algunos detalles personales y enviando saludos a Timoteo y a otros
colaboradores en el ministerio.
Pablo hace una serie de solicitudes personales a Timoteo, instándole a
hacer lo posible por visitarlo pronto, ya que muchos lo han abandonado y él
anhela ver a Timoteo. Además, menciona a varios colaboradores, pidiendo que
Marcos y otros vengan a visitarlo, ya que le serían de gran ayuda en su
ministerio.
También menciona a Tíquico, a quien envía a Éfeso para ocupar el lugar de
Timoteo en su ausencia. Le da informes sobre varios otros compañeros y saluda a
algunos hermanos presentes en Roma.
En la conclusión, Pablo envía sus saludos a todos los que están con
Timoteo, les recuerda su confianza en el Señor y les pide que saluden a todos
los hermanos con un beso santo. Finalmente, termina su carta deseando la gracia
de Dios a todos.
En resumen, esta sección final de la carta de Pablo a Timoteo muestra su
lado más personal, compartiendo sus deseos de ver a ciertas personas y su
aprecio por sus colaboradores. También transmite mensajes personales y saludos,
lo que refleja la importancia de las relaciones en el ministerio cristiano y la
solidaridad entre los creyentes.
CONCLUSION A LAS CARTAS A TIMOTEO
Las cartas del apóstol Pablo a Timoteo ofrecen
una riqueza doctrinal y directrices prácticas para la vida y el liderazgo en la
iglesia. Estas epístolas revelan la importancia de la fidelidad al Evangelio,
la enseñanza sólida y la firmeza en la fe en medio de tiempos desafiantes.
Doctrinalmente, estas cartas enfatizan la centralidad de Cristo en la vida
cristiana, la autoridad de las Escrituras como Palabra inspirada por Dios, y la
importancia de mantener la sana doctrina y la integridad moral en el ministerio
y la conducta personal.
En términos de aplicación personal, estas cartas nos desafían a mantener
una fe firme y genuina, a ser diligentes en el estudio de las Escrituras y a
vivir vidas piadosas y éticas. Nos instan a perseverar en la predicación del
Evangelio, a ser fieles en el servicio y a ser valientes en medio de la
adversidad. Además, resaltan la importancia de las relaciones y la colaboración
en el ministerio cristiano, así como el apoyo mutuo entre los creyentes.
En resumen, las cartas de Pablo a Timoteo nos proporcionan valiosas
enseñanzas doctrinales y nos desafían a aplicar estos principios en nuestra
vida diaria, fortaleciendo nuestra fe, compromiso y servicio en la obra del
Reino de Dios.
A TITO
INTRODUCCION
La
Carta a Tito es uno de los escritos del apóstol Pablo y está dirigida a Tito,
un compañero y colaborador cercano de Pablo en el ministerio cristiano. El
propósito principal de esta carta es proporcionar orientación y dirección a
Tito en su tarea de supervisar y organizar las iglesias en la isla de Creta.
Pablo
ofrece a Tito instrucciones detalladas sobre la selección y el papel de líderes
cristianos, así como directrices para la enseñanza, la disciplina en la iglesia
y la conducta ética de los creyentes. La carta destaca la importancia de la
sana doctrina, el comportamiento cristiano y la administración adecuada de la
iglesia local.
En
cuanto al autor, se acepta ampliamente que la carta fue escrita por el apóstol
Pablo, quien también es el autor de otras cartas del Nuevo Testamento. Tito, el
destinatario de la carta, era un colaborador leal de Pablo y desempeñaba un
papel crucial en el ministerio cristiano en Creta.
Respecto
a la fecha de composición, se estima que la Carta a Tito fue escrita alrededor
de los años 63-66 d.C., durante el mismo período en el que Pablo estaba
escribiendo otras epístolas pastorales como la Primera Carta a Timoteo y la
Carta a los Gálatas.
En
resumen, la Carta a Tito es una carta pastoral de Pablo dirigida a su compañero
Tito, ofreciendo consejos para la la organización de la iglesia y la promoción
de una fe sólida y una conducta cristiana ética dentro de la comunidad de
creyentes en Creta.
CAPITULO 1
Tito 1:1-16
Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo,
conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es
según la piedad, 2 en la esperanza de la vida eterna, la
cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los
siglos, 3 y a su debido tiempo manifestó su palabra por
medio de la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios nuestro
Salvador, 4 a Tito, verdadero hijo en la común fe:
Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo nuestro Salvador.
5 Por esta causa
te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos
en cada ciudad, así como yo te mandé; 6 el que fuere
irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén
acusados de disolución ni de rebeldía. 7 Porque es
necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no
soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de
ganancias deshonestas, 8 sino hospedador, amante de lo
bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, 9 retenedor
de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar
con sana enseñanza y convencer a los que contradicen. 10 Porque
hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente
los de la circuncisión, 11 a los cuales es preciso tapar
la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que
no conviene. 12 Uno de ellos, su propio profeta, dijo: Los
cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos. 13 Este
testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos
en la fe, 14 no atendiendo a fábulas judaicas, ni a
mandamientos de hombres que se apartan de la verdad. 15 Todas
las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada
les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas. 16 Profesan
conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes,
reprobados en cuanto a toda buena obra.
En Tito 1:1-16, el apóstol Pablo escribe a Tito,
quien está encargado de supervisar y organizar las iglesias en Creta. En esta
sección, Pablo establece pautas para el liderazgo eclesiástico y señala la
importancia de mantener una conducta y enseñanza sólidas en medio de desafíos y
oposiciones.
Pablo comienza enfatizando su autoridad apostólica, señalando que su
ministerio no es por su propia voluntad, sino según la fe de los elegidos de
Dios. Luego, aborda los requisitos para los líderes de la iglesia, conocidos
como obispos o ancianos, y destaca la importancia de ser personas
irreprochables, con vidas ejemplares, que guíen y enseñen con integridad.
Además, Pablo menciona la presencia de muchos rebeldes y falsos maestros en
Creta, quienes causan divisiones y propagan enseñanzas erróneas. Él les
advierte a Tito y a la iglesia sobre la necesidad de confrontar y reprender
estas doctrinas falsas, para mantener la pureza doctrinal y preservar la fe de
la comunidad.
Pablo enfatiza la importancia de vivir en santidad y reprende las malas
prácticas de algunos en Creta, especialmente aquellos que profesan conocer a
Dios pero niegan sus enseñanzas con sus acciones. Subraya que la pureza de
corazón es fundamental y que el error doctrinal y moral debe ser enfrentado y
corregido en la iglesia.
En resumen, este pasaje establece criterios para el liderazgo cristiano y
resalta la importancia de la sana doctrina, la integridad moral y la
confrontación de las enseñanzas falsas. Además, enfatiza la necesidad de
mantener la fe en Cristo y vivir vidas piadosas en el contexto de la iglesia,
preservando la verdad y corrigiendo las desviaciones doctrinales y morales.
CAPITULO 2
Tito 2:1-15
Pero tú habla lo que está de
acuerdo con la sana doctrina. 2 Que los ancianos sean
sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia. 3 Las
ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas
del vino, maestras del bien; 4 que enseñen a las mujeres
jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 5 a ser
prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para
que la palabra de Dios no sea blasfemada. 6 Exhorta
asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; 7 presentándote
tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad,
seriedad, 8 palabra sana e irreprochable, de modo que el
adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros. 9 Exhorta
a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean
respondones; 10 no defraudando, sino mostrándose fieles en
todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador.
11 Porque la gracia
de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 12 enseñándonos
que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo
sobria, justa y piadosamente, 13 aguardando la esperanza
bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador
Jesucristo, 14 quien se dio a sí mismo por nosotros para
redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo
propio, celoso de buenas obras.
15 Esto habla, y
exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.
En Tito 2:1-15, Pablo continúa ofreciendo
directrices prácticas y doctrinales para la vida cristiana y el liderazgo en la
iglesia. Este pasaje se centra en la conducta y la enseñanza que deben
caracterizar a diferentes grupos dentro de la comunidad de fe.
Pablo comienza instruyendo a Tito sobre las enseñanzas apropiadas para
distintos segmentos de la congregación: a los ancianos, hombres mayores,
mujeres mayores, jóvenes y esclavos. Exhorta a cada grupo a vivir de manera que
refleje la sana doctrina y promueva la integridad moral, la moderación, la
sobriedad, el respeto, el amor y la obediencia.
Enseña sobre la gracia de Dios que ofrece salvación y enseña a vivir una
vida piadosa, apartada del pecado y orientada hacia la espera de la venida de
Cristo. Pablo destaca la obra redentora de Cristo, quien nos purifica y nos
motiva a vivir vidas consagradas y dedicadas al servicio de Dios.
Asimismo, Pablo recalca que la gracia de Dios nos instruye para vivir
sabiamente, rechazando la impiedad y las pasiones mundanas. La enseñanza de
Pablo enfatiza la transformación del carácter que resulta de la obra redentora
de Cristo y cómo esto debería manifestarse en la vida cotidiana de los
creyentes.
En resumen, este pasaje enfatiza la importancia de una conducta y enseñanza
que reflejen la sana doctrina cristiana en cada aspecto de la vida. Pablo
destaca la gracia redentora de Dios que capacita a los creyentes a vivir vidas
piadosas y muestra cómo esta transformación debe influir en la relación de cada
individuo dentro de la comunidad cristiana.
CAPITULO 3
Tito 3:1-11
Recuérdales que se sujeten a los
gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena
obra. 2 Que a nadie difamen, que no sean pendencieros,
sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres. 3 Porque nosotros también éramos en otro tiempo
insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites
diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a
otros. 4 Pero cuando se manifestó
la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, 5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros
hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la
regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, 6 el cual derramó en nosotros abundantemente por
Jesucristo nuestro Salvador, 7 para
que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la
esperanza de la vida eterna.
8 Palabra fiel es
esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen
en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a
los hombres. 9 Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y
contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho. 10 Al hombre que cause divisiones, después de una y
otra amonestación deséchalo, 11 sabiendo
que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio.
En Tito 3:1-11, el apóstol Pablo ofrece
directrices adicionales sobre la conducta cristiana y la relación de los
creyentes con las autoridades y con los demás.
Pablo instruye a los creyentes a someterse a las autoridades y a ser
obedientes, a estar listos para hacer buenas obras y a ser amables con todos.
Les recuerda su pasado como pecadores, salvados no por obras, sino por la
misericordia y el amor de Dios mediante el lavamiento de la regeneración y la
renovación del Espíritu Santo.
Además, Pablo advierte a Tito que evite las contiendas necias y las
genealogías, así como las disputas y discusiones sobre la ley, que son inútiles
y no edifican a los creyentes. Él insta a evitar a aquellos que persisten en la
división después de una amonestación inicial, reconociendo que la persona que
promueve la discordia está trastornada por el pecado y se alejó de la verdad.
Enseña la importancia de ser cuidadosos con la enseñanza y la disciplina en
la iglesia, evitando las controversias que no edifican y que desvían de la sana
doctrina. Pablo subraya la necesidad de mantener la unidad y la paz en la
comunidad cristiana, evitando las disputas infructuosas que distraen del
propósito principal del Evangelio.
En resumen, este pasaje destaca la importancia de vivir una vida que
refleje la gracia transformadora de Dios, evitando las controversias inútiles
que no contribuyen a la edificación de la fe y enfatizando la importancia de la
paz y la unidad en la comunidad cristiana. Pablo insta a los creyentes a ser
obedientes, amables y a rechazar las disputas vacías, manteniéndose firmes en
la sana doctrina y la comunión pacífica entre los hermanos.
Tito 3:12-15
12 Cuando envíe a
ti a Artemas o a Tíquico, apresúrate a venir a mí en Nicópolis, porque
allí he determinado pasar el invierno. 13 A Zenas
intérprete de la ley, y a Apolos, encamínales con solicitud, de modo que
nada les falte. 14 Y aprendan también los nuestros a
ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin
fruto.
15 Todos los que
están conmigo te saludan. Saluda a los que nos aman en la fe.
En Tito 3:12-15, el apóstol Pablo concluye su
carta con asuntos personales y exhortaciones finales.
En estos versículos, Pablo da algunos detalles sobre los planes de enviar a
Artemas o a Tíquico a Tito para sustituirlo en Creta, permitiéndole a él
reunirse con Pablo en Nicópolis. También exhorta a Tito a asegurarse de que
Zenas el intérprete de la ley y Apolos sean provistos adecuadamente para su
viaje, para que no les falte nada.
Pablo concluye con una serie de exhortaciones finales, instando a Tito y a
los creyentes a participar en buenas obras para las necesidades esenciales de
los demás, enfatizando que esto es importante y beneficioso para todos. Además,
envía saludos de parte de aquellos que están con él y les recuerda la gracia de
Dios.
Doctrinalmente, aunque estos versículos contienen asuntos más personales y
prácticos, refuerzan la importancia de la participación activa en el servicio
cristiano y en apoyar las necesidades prácticas de los demás. También muestran
la importancia de la colaboración y el compañerismo en el ministerio, así como
el reconocimiento de la gracia y la paz de Dios como elementos fundamentales en
la vida cristiana.
En resumen, estos versículos finales resaltan la importancia de la
generosidad, el servicio y el apoyo mutuo entre los creyentes, además de
ofrecer un ejemplo práctico de cómo el trabajo en equipo y la preocupación por
las necesidades de los demás son esenciales en la vida y el ministerio
cristiano.
CONCLUSION
La carta de Pablo a Tito presenta una combinación
rica de instrucciones doctrinales y directrices prácticas para el liderazgo y
la vida en la iglesia. A través de esta epístola, se resaltan varios aspectos
importantes:
Énfasis en la sana doctrina:
Pablo subraya la importancia de la enseñanza
sólida y correcta en la fe cristiana, mostrando cómo esta sana doctrina es
esencial para una vida cristiana saludable y para la salud de la iglesia.
Conducta cristiana y relación con los demás:
La carta de Tito enfatiza la importancia de una
conducta piadosa y de relaciones saludables dentro de la comunidad cristiana.
Pablo ofrece pautas específicas para diferentes grupos, animando a vivir vidas
que reflejen la gracia transformadora de Dios.
Liderazgo y disciplina en la iglesia:
Se proporcionan criterios claros para la
selección de líderes en la iglesia y se destacan principios de disciplina y
corrección para mantener la pureza doctrinal y moral.
Aplicación personal y compromiso en el servicio:
La carta no solo ofrece directrices para líderes,
sino también para cada creyente, instándolos a estar listos para hacer buenas
obras y a participar en el servicio y el apoyo mutuo.
En términos de aplicación personal, la carta a
Tito nos desafía a vivir vidas íntegras y piadosas, a mantenernos fieles a la
enseñanza de las Escrituras, a buscar relaciones saludables y pacíficas dentro
de la comunidad cristiana, y a participar activamente en el servicio y el
cuidado de los demás. Además, nos impulsa a ser selectivos en la elección de
líderes, a buscar la santidad y a priorizar la verdad y la unidad en la fe.
A FILEMON
INTRODUCCION
La carta a Filemón es un breve pero significativo
escrito de Pablo, dirigido a Filemón, un creyente a quien Pablo consideraba un
amigo y colaborador en la fe cristiana.
Filemón 1-7
1 Pablo,
prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, al amado Filemón, colaborador
nuestro, 2 y a la amada hermana Apia, y a
Arquipo nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu
casa: 3 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y
del Señor Jesucristo.
4 Doy gracias a mi
Dios, haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones, 5 porque
oigo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús, y para con todos los
santos; 6 para que la participación de tu fe sea eficaz en
el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús. 7 Pues
tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti, oh hermano, han sido
confortados los corazones de los santos.
En los primeros versículos de la carta, Filemón 1-7, Pablo expresa su
agradecimiento a Dios por la fe y el amor de Filemón hacia Cristo y hacia todos
los santos. Elogia a Filemón por ser una fuente de ánimo y consuelo para los
demás creyentes.
Doctrinalmente, esta parte inicial de la carta resalta la importancia de la
fe activa y del amor que fluye de la fe en la vida de los creyentes. Pablo
elogia la forma en que Filemón ha demostrado estos frutos del Espíritu y cómo
su fe ha sido un testimonio para otros creyentes.
Además, podemos observar en estos versículos el enfoque de Pablo en la
importancia de la comunidad cristiana y el impacto que el testimonio y la
conducta de un creyente pueden tener en la vida de otros. Pablo reconoce el
amor y la fe de Filemón como ejemplos inspiradores para la comunidad cristiana,
enfatizando cómo estos atributos son cruciales para la vida y el testimonio de
un creyente.
En resumen, esta sección inicial de la carta a Filemón nos muestra el
reconocimiento de Pablo hacia Filemón por su fe activa y su amor hacia Cristo,
resaltando la importancia de estos atributos en la vida cristiana y su impacto
en la comunidad de creyentes.
Filemón 8-25
8 Por lo cual,
aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene, 9 más
bien te ruego por amor, siendo como soy, Pablo ya anciano, y ahora, además,
prisionero de Jesucristo; 10 te ruego por mi hijo Onésimo,[a], a quien engendré en mis
prisiones, 11 el cual en otro tiempo te fue inútil, pero
ahora a ti y a mí nos es útil, 12 el cual vuelvo a
enviarte; tú, pues, recíbele como a mí mismo. 13 Yo
quisiera retenerle conmigo, para que en lugar tuyo me sirviese en mis prisiones
por el evangelio; 14 pero nada quise hacer sin tu
consentimiento, para que tu favor no fuese como de necesidad, sino voluntario.
15 Porque quizá
para esto se apartó de ti por algún tiempo, para que le recibieses para
siempre; 16 no ya como esclavo, sino como más que esclavo,
como hermano amado, mayormente para mí, pero cuánto más para ti, tanto en la
carne como en el Señor. 17 Así que, si me tienes por
compañero, recíbele como a mí mismo. 18 Y si en algo te
dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta. 19 Yo Pablo lo escribo
de mi mano, yo lo pagaré; por no decirte que aun tú mismo te me debes
también. 20 Sí, hermano, tenga yo algún provecho de ti en
el Señor; conforta mi corazón en el Señor.
21 Te he escrito
confiando en tu obediencia, sabiendo que harás aun más de lo que te digo. 22 Prepárame
también alojamiento; porque espero que por vuestras oraciones os seré
concedido.
23 Te saludan
Epafras, mi compañero de prisiones por Cristo Jesús, 24 Marcos, Aristarco, Demas y
Lucas, mis colaboradores.
25 La gracia de
nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.
La sección de Filemón 8-25 presenta el corazón
del mensaje de la carta, donde Pablo intercede por Onésimo, un esclavo que
había huido de Filemón y se había encontrado con Pablo en prisión. Pablo, como
mediador, envía a Onésimo de vuelta a su amo Filemón, pero no simplemente como
un esclavo fugitivo, sino como un hermano en Cristo.
Doctrinalmente, este pasaje destaca varios puntos clave:
El principio de la reconciliación:
Pablo hace un llamado a la reconciliación entre
Filemón y Onésimo, mostrando el impacto del Evangelio en la transformación de
las relaciones humanas. Pablo usa su autoridad apostólica para persuadir a
Filemón a recibir a Onésimo no como esclavo, sino como hermano amado.
La igualdad en Cristo:
Pablo desafía la estructura social existente al
presentar a Onésimo como igual a Filemón en Cristo, destacando que, aunque
Onésimo fue esclavo, ahora es más que eso: un hermano en el Señor. Esta
perspectiva resalta la igualdad y la unidad que se encuentra en la fe
cristiana.
La responsabilidad cristiana:
Pablo asume la responsabilidad por las deudas de
Onésimo y le pide a Filemón que lo reciba como si recibiera a Pablo mismo. Esto
subraya el compromiso del cristiano con la responsabilidad, la justicia y la
gracia hacia los demás, mostrando cómo el amor y la compasión deben trascender
las circunstancias sociales y económicas.
En conclusión, esta sección de la carta a Filemón resalta la importancia de
la reconciliación, la igualdad en Cristo y la responsabilidad cristiana en las
relaciones humanas. Pablo ilustra cómo el Evangelio transforma las relaciones y
desafía las normas sociales, llamando a una actitud de gracia, amor y unidad en
Cristo, que trasciende las diferencias sociales y culturales.
En términos de aplicación personal, esta carta nos anima a practicar la
gracia y la reconciliación en nuestras relaciones, a ver a los demás como
iguales en Cristo y a buscar la unidad y la armonía en nuestras interacciones,
independientemente de las diferencias sociales o pasadas ofensas. Además, nos
desafía a ejercer la responsabilidad y el amor cristiano en nuestras
relaciones, extendiendo la gracia y el perdón como muestra de la obra
transformadora del Evangelio en nuestras vidas.
CONCLUSION A UN ESTUDIO A LAS CARTAS PASTORALES
DE PABLO
Las
cartas pastorales de Pablo, Primera y Segunda a Timoteo, Tito, e incluímos la
carta fraternal a Filemón, ofrecen una guía esencial para el liderazgo
eclesiástico, la vida cristiana y la administración dentro de la comunidad de
fe. A lo largo de estas cartas, Pablo transmite instrucciones prácticas y
enseñanzas fundamentales que siguen siendo relevantes para la iglesia
contemporánea.
Algunas
de las principales enseñanzas de las cartas pastorales incluyen:
1. Sana doctrina: Pablo enfatiza la importancia de
mantener la sana enseñanza basada en las Escrituras, instando a los líderes a
proteger la verdad del Evangelio y a enseñarla fielmente.
2. Carácter y conducta cristiana: Se resalta la importancia del carácter
piadoso y ético de los líderes y de todos los creyentes. Pablo instruye sobre
la moderación, la sobriedad, el amor, la paciencia y la integridad moral como
atributos fundamentales en la vida cristiana.
3. Liderazgo en la iglesia: Se establecen criterios claros para la
selección de líderes y se ofrece orientación sobre la administración y el orden
en la iglesia, así como sobre la disciplina y la corrección en casos de
desviaciones doctrinales o morales.
4. La importancia de la unidad y el servicio: Pablo enfatiza la necesidad de la
unidad entre los creyentes, la generosidad y el compromiso en el servicio y el
cuidado mutuo dentro de la comunidad cristiana.
5. Perseverancia y fidelidad: Estas cartas también animan a
perseverar en la fe, a ser fieles en el ministerio y a mantenerse firmes en
medio de las pruebas y desafíos que se presentan en el servicio cristiano.
En
última instancia, las cartas pastorales de Pablo no solo proporcionan
directrices para líderes eclesiásticos, sino que también desafían a todos los
creyentes a vivir vidas piadosas, a proteger la verdad del Evangelio y a
comprometerse con la unidad y el servicio dentro de la comunidad de fe.
Estas
enseñanzas continúan siendo una fuente valiosa de instrucción y orientación
para la iglesia en la actualidad, llamándonos a vivir vidas centradas en
Cristo, fundamentadas en la verdad y comprometidas con el servicio y el amor
hacia los demás.
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