COMENTARIO
A LA PRIMERA CARTA A LOS CORINTIOS
La
Primera Epístola a los Corintios, escrita por el apóstol Pablo, es una de las
cartas más importantes del Nuevo Testamento. Dirigida a la iglesia en Corinto,
esta epístola aborda una amplia gama de cuestiones teológicas, éticas y
prácticas que estaban afectando a la comunidad cristiana en esa ciudad.
Compuesta aproximadamente en el año 55-56 d.C., la carta refleja la
preocupación de Pablo por los conflictos, las divisiones y los problemas
morales y doctrinales que surgieron en la iglesia de Corinto.
Contexto
Histórico y Cultural:
Corinto
era una ciudad ubicada en Grecia, conocida por su riqueza, diversidad cultural
y sus problemas morales. Era un centro comercial próspero y una encrucijada de
culturas y religiones, lo que influyó en la comunidad cristiana de diversas
maneras. La carta fue escrita por Pablo durante su estancia en Éfeso, en
respuesta a informes recibidos sobre problemas dentro de la iglesia de Corinto.
Propósito
de la Carta:
Corrección
de Problemas en la Iglesia: Pablo aborda
diversas disputas, divisiones y desórdenes que surgieron entre los creyentes,
incluyendo conflictos relacionados con la inmoralidad, la adoración, los dones
espirituales y la resurrección.
Instrucción
Doctrinal y Ética: Ofrece enseñanzas
profundas sobre temas como la unidad, el amor, los dones espirituales, la
resurrección, la santidad y la conducta cristiana.
Respuestas
a Preguntas Específicas: Aborda preguntas
específicas que la iglesia de Corinto tenía sobre temas como el matrimonio, los
alimentos sacrificados a ídolos, el papel de las mujeres en la iglesia, entre
otros.
Temas
Clave:
Unidad
y División en la Iglesia: Pablo enfatiza la
importancia de la unidad en la iglesia, advirtiendo sobre las divisiones y
conflictos que socavan la comunidad cristiana.
El Amor
como el Principio Fundamental: El
capítulo 13, conocido como el "Capítulo del Amor", destaca la
centralidad del amor en la vida cristiana y la importancia de vivirlo en la
práctica diaria.
Los
Dones Espirituales y la Edificación de la Iglesia: Pablo ofrece enseñanzas profundas sobre los dones
espirituales y su función en la edificación y el crecimiento de la iglesia.
La
Resurrección de los Muertos:
Aborda la doctrina fundamental de la resurrección de los muertos, vinculándola
a la resurrección de Cristo y su importancia para la fe cristiana.
Aplicación
Práctica y Relevancia Actual:
La
Primera Epístola a los Corintios sigue siendo relevante hoy en día, ofreciendo
principios eternos para la vida y la práctica cristiana. Sus enseñanzas sobre
el amor, la unidad, la conducta ética y el valor de los dones espirituales
siguen siendo fundamentales para la vida de la iglesia y la fe cristiana.
En
resumen, la Primera Epístola a los Corintios es un tratado completo que aborda
una amplia gama de desafíos y preguntas en la vida de la iglesia primitiva, y
continúa siendo una fuente de guía, corrección y enseñanza para los creyentes
en la actualidad.
CAPITULO
1
“Salutación
Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la
voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes, 2 a la iglesia de
Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a
ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro
Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: 3 Gracia y paz
a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Acción de gracias por dones
espirituales
4 Gracias doy a mi
Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo
Jesús; 5 porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos
en él, en toda palabra y en toda ciencia; 6 así como el
testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, 7 de
tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de
nuestro Señor Jesucristo; 8 el cual también os confirmará
hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor
Jesucristo. 9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados
a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.
¿Está dividido Cristo?
10 Os ruego, pues,
hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una
misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis
perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 11 Porque
he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay
entre vosotros contiendas. 12 Quiero decir, que cada uno
de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de
Cristo. 13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado
Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? 14 Doy
gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y
a Gayo, 15 para que ninguno diga que fuisteis bautizados
en mi nombre. 16 También bauticé a la familia de
Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro. 17 Pues
no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría
de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.
Cristo, poder y sabiduría de Dios
18 Porque la
palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan,
esto es, a nosotros, es poder de Dios. 19 Pues está
escrito:
Destruiré la sabiduría de los sabios,
Y desecharé el entendimiento de los entendidos.
20 ¿Dónde está el
sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha
enloquecido Dios la sabiduría del mundo? 21 Pues ya que en
la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó
a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. 22 Porque
los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; 23 pero
nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero,
y para los gentiles locura; 24 mas para los llamados, así
judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. 25 Porque
lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más
fuerte que los hombres.
26 Pues mirad,
hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos
poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del
mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió
Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y
lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a
fin de que nadie se jacte en su presencia. 30 Mas por él
estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría,
justificación, santificación y redención; 31 para que,
como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.”
El
primer capítulo de la Primera Epístola a los Corintios, escrita por el apóstol
Pablo, es fundamental para comprender el contexto, los temas y la estructura de
esta carta dirigida a la iglesia de Corinto. Esta carta fue escrita por Pablo
aproximadamente en el año 55-56 d.C. y está dirigida a la comunidad cristiana
en Corinto, una ciudad importante en Grecia en ese momento.
Estructura
del Capítulo 1:
Versículos
1-3: Saludo y Agradecimiento
Pablo
comienza la carta saludando a la iglesia de Corinto y dando gracias a Dios por
ellos. Expresa su agradecimiento por la gracia y la paz de Dios que han
recibido a través de Jesucristo.
Versículos
4-9: Acción de Gracias por los Dones Espirituales
Pablo
destaca los dones espirituales que han sido enriquecidos en la comunidad
corintia, enfatizando que no les falta ningún don espiritual mientras esperan
la revelación de Jesucristo.
Versículos
10-17: Advertencia contra las Divisiones
Pablo
aborda las divisiones y conflictos dentro de la iglesia. Advierte sobre la
importancia de la unidad y la armonía entre ellos, exhortándolos a evitar
divisiones y a estar unidos en el mismo sentir y propósito en el nombre de
Cristo.
Versículos
18-31: Sabiduría del Mundo vs. Sabiduría de Dios
El
apóstol contrapone la sabiduría humana con la sabiduría de Dios, señalando que
la sabiduría del mundo es considerada como necedad por Dios. Destaca que Dios
escoge lo que el mundo considera débil y despreciable para avergonzar a los
sabios y poderosos del mundo, enfatizando que la verdadera sabiduría se
encuentra en la cruz de Cristo.
Temas
Principales:
Unidad
en la iglesia: Pablo aborda la
importancia de la unidad y la armonía entre los creyentes, instándolos a evitar
divisiones y conflictos.
Sabiduría
divina vs. sabiduría humana: Pablo
contrasta la sabiduría del mundo con la sabiduría de Dios, destacando que la
cruz de Cristo puede parecer locura para el mundo, pero es la sabiduría de Dios
para la salvación.
La
gracia y los dones espirituales: Pablo
agradece a Dios por los dones espirituales en la comunidad corintia y enfatiza
la importancia de estos dones para su edificación.
En
resumen, el capítulo 1 de 1 a los Corintios establece las bases para los temas
centrales de la carta, abordando la importancia de la unidad en la iglesia, la
sabiduría divina frente a la sabiduría humana y la importancia de los dones
espirituales en la comunidad cristiana. Estos temas serán desarrollados y
ampliados en los capítulos posteriores de la carta.
Contexto
Teológico y Aplicación Práctica:
El
capítulo 1 de 1 Corintios establece una base crucial para la carta. Pablo
aborda divisiones que estaban surgiendo en la iglesia de Corinto y enfatiza la
necesidad de unidad en Cristo. Destaca la sabiduría de Dios, la cual contrasta
con la sabiduría terrenal, desafiando las percepciones humanas de lo que es
sabio o poderoso.
Este
pasaje tiene aplicaciones prácticas significativas para los creyentes hoy en
día. Nos recuerda la importancia de mantener la unidad en la iglesia, evitando
divisiones basadas en preferencias personales o lealtades a líderes humanos.
También nos desafía a abrazar la "locura" del Evangelio, reconociendo
que la sabiduría de Dios a menudo se ve como una locura para el mundo, pero es
el poder de Dios para la salvación.
CAPITULO
2
“Proclamando a Cristo crucificado
Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para
anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de
sabiduría. 2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa
alguna sino a Jesucristo, y a este crucificado. 3 Y estuve
entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; 4 y
ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana
sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, 5 para
que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder
de Dios.
La revelación por el Espíritu de
Dios
6 Sin embargo,
hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este
siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. 7 Mas
hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios
predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, 8 la
que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran
conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. 9 Antes
bien, como está escrito:
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó,
Ni han subido en corazón de hombre,
Son las que Dios ha preparado para los que le aman.
10 Pero Dios nos
las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña,
aun lo profundo de Dios. 11 Porque ¿quién de los hombres
sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así
tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12 Y
nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene
de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 13 lo
cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con
las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
14 Pero el hombre
natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son
locura, y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente. 15 En cambio el espiritual juzga todas
las cosas; pero él no es juzgado de nadie. 16 Porque
¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros
tenemos la mente de Cristo.”
El
segundo capítulo de la Primera Epístola a los Corintios continúa desarrollando
temas importantes introducidos en el capítulo anterior. Este capítulo
profundiza en la naturaleza de la sabiduría divina, la revelación de Dios a
través del Espíritu Santo y la importancia de tener una mentalidad espiritual
en contraposición a la sabiduría humana.
Estructura
del Capítulo 2:
Versículos
1-5: Predicación centrada en Cristo
Pablo
comienza recordando cómo se presentó a la iglesia de Corinto: no con palabras
persuasivas de sabiduría humana, sino centrándose únicamente en Cristo
crucificado y en el poder del Espíritu Santo al hablar, para que la fe de los
corintios no descansara en la sabiduría humana sino en el poder de Dios.
Versículos
6-16: Sabiduría Divina Revelada por el Espíritu Santo
Pablo
aborda la sabiduría divina, que fue oculta en el pasado, pero que Dios ha
revelado ahora por medio del Espíritu Santo. Esta sabiduría trasciende la
comprensión humana y es discernida solo por aquellos que tienen el Espíritu de
Dios. Se compara la sabiduría del mundo con la sabiduría de Dios, y se destaca
que los creyentes tienen el Espíritu para comprender las cosas de Dios.
Temas
Principales:
Predicación
centrada en Cristo: Pablo recalca que su
predicación se enfoca en Cristo crucificado, no en la sabiduría humana, para
que la fe de los creyentes se base en el poder de Dios y no en argumentos
humanos persuasivos.
La
sabiduría divina revelada por el Espíritu: Se enfatiza que la sabiduría de Dios no puede ser entendida mediante la
sabiduría humana, sino que es revelada por el Espíritu Santo a aquellos que
tienen una mentalidad espiritual.
Discernimiento
espiritual: Pablo resalta la
importancia del discernimiento espiritual que proviene del Espíritu Santo,
permitiendo comprender y discernir las cosas de Dios.
Contextualización
Teológica y Aplicación Práctica:
El
capítulo 2 de 1 a los Corintios muestra la importancia de la revelación divina
en contraposición a la sabiduría humana. Pablo enfatiza que la verdadera
sabiduría viene de Dios y es revelada a través del Espíritu Santo. Esto tiene
implicaciones importantes para los creyentes, ya que implica la necesidad de
buscar la guía y la revelación de Dios en lugar de depender de la sabiduría o
entendimiento meramente humano.
El
énfasis en la obra del Espíritu Santo resalta la importancia de la vida
espiritual y el discernimiento en la vida cristiana. Los creyentes son
exhortados a buscar la sabiduría divina, permitiendo que el Espíritu Santo les
guíe en su comprensión de las Escrituras y en la vida cotidiana.
CAPITULO
3
“Colaboradores de Dios
“De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a
espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 2 Os
di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois
capaces todavía, 3 porque aún sois carnales; pues habiendo
entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis
como hombres? 4 Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy
de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?
5 ¿Qué, pues, es
Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso
según lo que a cada uno concedió el Señor. 6 Yo
planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. 7 Así
que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el
crecimiento. 8 Y el que planta y el que riega son una
misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. 9 Porque
nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios,
edificio de Dios.
10 Conforme a la
gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el
fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. 11 Porque
nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es
Jesucristo. 12 Y si sobre este fundamento alguno edificare
oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 13 la
obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el
fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14 Si
permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15 Si
la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo,
aunque así como por fuego.
16 ¿No sabéis que
sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 17 Si
alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo
de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
18 Nadie se engañe
a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase
ignorante, para que llegue a ser sabio. 19 Porque la
sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: Él
prende a los sabios en la astucia de ellos. 20 Y otra vez:
El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos. 21 Así
que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro: 22 sea
Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo
presente, sea lo por venir, todo es vuestro, 23 y vosotros
de Cristo, y Cristo de Dios.”
El
capítulo 3 de la Primera Epístola a los Corintios de Pablo sigue abordando
temas cruciales para la vida y la madurez espiritual de los creyentes. En este
capítulo, Pablo utiliza la metáfora de la edificación para hablar sobre el
crecimiento espiritual individual y la unidad en la comunidad cristiana.
Estructura
del Capítulo 3:
Versículos
1-4: Inmadurez Espiritual
Pablo
comienza destacando la inmadurez espiritual de los corintios. Les dice que no
pueden recibir enseñanza profunda porque todavía están inmaduros en su fe, aún
siguen siendo carnales y no espirituales.
Versículos
5-9: Colaboradores de Dios
Pablo,
Apolos y otros líderes cristianos son instrumentos mediante los cuales Dios
está trabajando en la comunidad. Pablo compara sus roles con sembrador y
edificador, subrayando la importancia de cada uno en la obra de Dios.
Versículos
10-17: Fundamento de la Fe
Pablo
explica que Jesucristo es el único fundamento sobre el cual se debe edificar la
fe. Advierte sobre la calidad de la construcción espiritual de cada uno,
utilizando metáforas de materiales (oro, plata, piedras preciosas, madera,
heno, paja) para ilustrar la solidez o fragilidad de las obras espirituales.
Versículos
18-23: Sabiduría Humana vs. Sabiduría de Dios
Pablo
retoma el tema de la sabiduría humana y la contrapone con la sabiduría de Dios.
Recalca que la sabiduría del mundo es insensatez delante de Dios y que los
creyentes no deben jactarse de sus líderes, ya que todo les pertenece a ellos
en Cristo.
Versículos
24-23: Herencia en Cristo
El
apóstol concluye enfatizando que los creyentes son de Cristo y Cristo es de
Dios, recordándoles su identidad y posición en relación con Dios.
Temas
Principales:
Inmadurez
y madurez espiritual: Pablo aborda la
diferencia entre los creyentes inmaduros y maduros, destacando la necesidad de
crecer espiritualmente y no quedarse estancados en un nivel de fe superficial.
El
fundamento de la fe: Jesucristo es el
fundamento sobre el cual se debe edificar la fe. La calidad de la obra de cada
individuo será probada en el día del juicio.
La
sabiduría de Dios: Pablo insiste en la
superioridad de la sabiduría divina sobre la sabiduría humana, lo que implica
una perspectiva y enfoque espiritual en lugar de uno terrenal.
Contextualización
Teológica y Aplicación Práctica:
El
capítulo 3 presenta la idea fundamental de edificación espiritual y destaca la
importancia de construir nuestras vidas sobre el fundamento sólido que es
Jesucristo. Esto implica no solo entender la doctrina de Cristo, sino también
aplicarla en la vida diaria. Pablo llama la atención sobre la responsabilidad
de los líderes cristianos en su función de edificar y guiar a la comunidad.
La
metáfora de los materiales (oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, paja)
representa la calidad de las obras de los creyentes. Pablo advierte sobre la
posibilidad de que algunas obras sean probadas en el día del juicio y no
permanezcan, lo que enfatiza la importancia de edificar sobre Cristo y llevar
una vida fiel y coherente con la fe.
CAPITULO
4
“El ministerio de los apóstoles
Así, pues, téngannos los hombres por servidores de
Cristo, y administradores de los misterios de Dios. 2 Ahora
bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel. 3 Yo
en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por tribunal humano; y ni aun
yo me juzgo a mí mismo. 4 Porque aunque de nada tengo mala
conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor. 5 Así
que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual
aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de
los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.
6 Pero esto,
hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros,
para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea
que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros. 7 Porque
¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste,
¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?
8 Ya estáis
saciados, ya estáis ricos, sin nosotros reináis. ¡Y ojalá reinaseis, para que
nosotros reinásemos también juntamente con vosotros! 9 Porque
según pienso, Dios nos ha exhibido a nosotros los apóstoles como postreros,
como a sentenciados a muerte; pues hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a
los ángeles y a los hombres. 10 Nosotros somos insensatos
por amor de Cristo, mas vosotros prudentes en Cristo; nosotros débiles, mas
vosotros fuertes; vosotros honorables, mas nosotros despreciados. 11 Hasta
esta hora padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos, somos abofeteados, y
no tenemos morada fija. 12 Nos fatigamos trabajando con
nuestras propias manos; nos maldicen, y bendecimos; padecemos persecución,
y la soportamos. 13 Nos difaman, y rogamos; hemos venido a
ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos.
14 No escribo esto
para avergonzaros, sino para amonestaros como a hijos míos amados. 15 Porque
aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en
Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio. 16 Por
tanto, os ruego que me imitéis. 17 Por esto mismo os he
enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os
recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en
todas las iglesias. 18 Mas algunos están envanecidos, como
si yo nunca hubiese de ir a vosotros. 19 Pero iré pronto a
vosotros, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras, sino el poder de los
que andan envanecidos. 20 Porque el reino de Dios no
consiste en palabras, sino en poder. 21 ¿Qué queréis? ¿Iré
a vosotros con vara, o con amor y espíritu de mansedumbre?”
El
capítulo 4 de la Primera Epístola a los Corintios continúa con la reflexión de
Pablo sobre el liderazgo en la iglesia, la percepción de los líderes cristianos
y la actitud de los creyentes hacia ellos. Además, este capítulo se enfoca en
la responsabilidad y la actitud de los líderes cristianos frente a Dios y la
congregación.
Estructura
del Capítulo 4:
Versículos
1-5: Servidores de Cristo y Administradores de los Misterios de Dios
Pablo
expone la responsabilidad de los líderes cristianos como administradores de los
misterios de Dios. Enfatiza la fidelidad requerida en aquellos que desempeñan
roles de liderazgo y la imposibilidad de ser juzgados por los hombres, ya que
únicamente Dios conoce los corazones.
Versículos
6-13: Contraste entre los Apóstoles y los Corintios
Pablo
destaca la diferencia entre los apóstoles, que sufren por causa del Evangelio,
y los corintios que se consideran ricos y gloriosos. A pesar de los sufrimientos,
los apóstoles son llamados a ser ejemplos de humildad y perseverancia.
Versículos
14-21: Advertencia y Consejos Paternales
Pablo
exhorta a la iglesia de Corinto a seguir su ejemplo y a imitar su conducta, no
con palabras amenazadoras, sino como un padre amoroso que corrige a sus hijos.
Temas
Principales:
Responsabilidad
de los líderes cristianos: Pablo enfatiza la
responsabilidad de los líderes como administradores de los misterios de Dios,
exigiendo fidelidad y humildad en su servicio.
Humildad
y sufrimiento: Pablo contrasta la
actitud de los apóstoles, que a pesar de sufrir por el Evangelio, se mantienen
humildes, con la actitud de los corintios, que se consideran ricos y gloriosos.
La
actitud de los creyentes hacia los líderes: Pablo instruye a los corintios a seguir el ejemplo de los líderes
cristianos y a mostrar respeto y obediencia hacia ellos.
Contextualización
Teológica y Aplicación Práctica:
El
capítulo 4 ofrece una visión profunda del papel y la actitud esperada de los
líderes en la iglesia, mostrando la importancia de la humildad, la fidelidad y
la perseverancia en el servicio cristiano. Pablo presenta a los líderes como
administradores de los misterios de Dios, con la responsabilidad de ser fieles
a su llamado y ejemplo para la congregación.
La
exhortación de Pablo hacia los corintios busca corregir su actitud hacia los
líderes, enfatizando que no se debe juzgar o menospreciar a los servidores de
Dios, sino más bien respetarlos, imitar su conducta y aprender de su ejemplo de
fidelidad y humildad.
Este
capítulo tiene relevancia para la iglesia contemporánea, recordando la
importancia de un liderazgo centrado en la fidelidad a Dios y en servir a la
congregación con humildad y amor, al tiempo que insta a los creyentes a
respetar y seguir a sus líderes espirituales.
CAPITULO
5
“Un caso de inmoralidad juzgado
De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y
tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno
tiene la mujer de su padre. 2 Y vosotros estáis
envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado
de en medio de vosotros el que cometió tal acción?
3 Ciertamente yo,
como ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya como presente he juzgado
al que tal cosa ha hecho. 4 En el nombre de nuestro Señor
Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor
Jesucristo, 5 el tal sea entregado a Satanás para
destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor
Jesús.
6 No es buena
vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? 7 Limpiaos,
pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois;
porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por
nosotros. 8 Así que celebremos la fiesta, no con la vieja
levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin
levadura, de sinceridad y de verdad.
9 Os he escrito
por carta, que no os juntéis con los fornicarios; 10 no
absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los
ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del
mundo. 11 Más bien os escribí que no os juntéis con
ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o
maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis. 12 Porque
¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a
los que están dentro? 13 Porque a los que están fuera,
Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.”
El
capítulo 5 de la Primera Epístola a los Corintios aborda un tema delicado y
desafiante en la vida de la iglesia primitiva: la disciplina eclesiástica en
respuesta a la inmoralidad sexual dentro de la comunidad cristiana de Corinto.”
Estructura
del Capítulo 5:
Versículos
1-5: Inmoralidad Sexual en la Iglesia de Corinto
Pablo
expone un caso de inmoralidad sexual dentro de la comunidad cristiana de
Corinto que no se había abordado adecuadamente. Describe un incidente de
incesto, donde un hombre está involucrado en una relación inapropiada con la
esposa de su padre. Pablo recalca la gravedad del pecado y la necesidad de
tomar medidas disciplinarias.
Versículos
6-8: Advertencia sobre la Levadura
Pablo
utiliza la metáfora de la levadura para enfatizar cómo un pecado no abordado
puede corromper y afectar a toda la comunidad. Exhorta a eliminar esa
influencia pecaminosa para preservar la pureza y la integridad de la iglesia.
Versículos
9-13: Amonestación sobre las Relaciones con los Inmorales
Pablo
instruye a la comunidad cristiana a no asociarse con personas que continúan
viviendo en inmoralidad sexual entre los creyentes. Sin embargo, aclara que
esta instrucción no se refiere a aquellos fuera de la fe, ya que no está en su
autoridad juzgarlos.
Versículos
9-13: Exhortación a la Purificación
Pablo
recalca que la responsabilidad de juzgar y disciplinar a los miembros que
practican la inmoralidad sexual recae en la comunidad misma. Además, presenta
una exhortación final para expulsar al hombre que ha cometido tal pecado para
preservar la pureza moral y espiritual de la iglesia.
Temas
Principales:
Disciplina
en la Iglesia: Pablo trata la
necesidad de la disciplina eclesiástica cuando surge el pecado dentro de la
comunidad cristiana, específicamente en casos de inmoralidad sexual.
Pureza
y Santidad: Destaca la importancia
de mantener la pureza moral y espiritual dentro de la iglesia, preservando la
santidad del cuerpo de Cristo.
Diferenciación
entre el Juicio Interno y Externo: Pablo
distingue entre juzgar y disciplinar a aquellos dentro de la comunidad de fe y
dejar que Dios juzgue a los de afuera.
Contextualización
Teológica y Aplicación Práctica:
El
capítulo 5 de 1 a los Corintios presenta un ejemplo claro de la necesidad de la
disciplina dentro de la iglesia en respuesta al pecado. Pablo instruye a la
comunidad a enfrentar el pecado de manera directa y a tomar medidas para
preservar la santidad y la integridad de la congregación.
Este
pasaje proporciona pautas importantes para la disciplina eclesiástica en la
iglesia cristiana actual. Destaca la necesidad de abordar el pecado de manera
seria y amorosa dentro de la comunidad de fe, buscando la restauración y la
santificación del individuo y la congregación en su conjunto.
Sin
embargo, también subraya la diferencia entre juzgar a aquellos dentro de la
comunidad de fe y aquellos que están fuera de ella, recordando que la
disciplina debe aplicarse a los creyentes que continúan en pecado, mientras se
muestra comprensión y amor hacia los que están fuera.
CAPITULO
6
“Litigios delante de los incrédulos
¿Osa alguno de
vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y
no delante de los santos? 2 ¿O no sabéis que los santos
han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois
indignos de juzgar cosas muy pequeñas? 3 ¿O no sabéis que
hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? 4 Si,
pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para juzgar a los que
son de menor estima en la iglesia? 5 Para avergonzaros lo
digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar
entre sus hermanos, 6 sino que el hermano con el hermano
pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos?
7 Así que, por
cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos.
¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser
defraudados? 8 Pero vosotros cometéis el agravio, y
defraudáis, y esto a los hermanos.
9 ¿No sabéis que
los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni
los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con
varones, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los
borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de
Dios. 11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados,
ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor
Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
Glorificad a Dios en vuestro cuerpo
12 Todas las cosas
me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas,
mas yo no me dejaré dominar de ninguna. 13 Las viandas
para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las
otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el
Señor, y el Señor para el cuerpo. 14 Y Dios, que levantó
al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder. 15 ¿No
sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los
miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. 16 ¿O
no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice:
Los dos serán una sola carne. 17 Pero el que se une al
Señor, un espíritu es con él. 18 Huid de la fornicación.
Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que
fornica, contra su propio cuerpo peca. 19 ¿O ignoráis que
vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el
cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque
habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y
en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”
El
capítulo 6 de la Primera Epístola a los Corintios es una continuación del tema
de la disciplina y la corrección dentro de la comunidad cristiana, pero también
abarca otros asuntos legales y éticos que los corintios estaban enfrentando.
Estructura
del Capítulo 6:
Versículos
1-8: Disputas entre Hermanos
Pablo
aborda la cuestión de llevar asuntos legales entre hermanos cristianos ante
tribunales seculares. Él reprende a los creyentes por llevar sus disputas
internas ante jueces no creyentes en lugar de resolver los conflictos dentro de
la iglesia. Les exhorta a resolver sus diferencias entre sí y no ante el mundo,
incluso aceptando la injusticia si es necesario, en lugar de deshonrar el
nombre de Cristo con disputas públicas.
Versículos
9-11: Advertencia contra la Injusticia y la Inmoralidad
Pablo
les recuerda a los corintios que los injustos no heredarán el reino de Dios,
haciendo énfasis en diferentes tipos de pecados, incluyendo la inmoralidad
sexual. Insta a los creyentes a vivir en santidad y pureza, advirtiendo que
estas prácticas pecaminosas son incompatibles con la vida cristiana.
Versículos
12-20: El Cuerpo y la Santificación
Pablo
aborda el tema de la sexualidad, enseñando sobre la importancia de la santidad
y la pureza del cuerpo, ya que nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo.
Destaca que el pecado sexual es un pecado contra el propio cuerpo y recalca el
llamado a glorificar a Dios con nuestros cuerpos, evitando la inmoralidad
sexual.
Versículos
19-20: Pertenencia a Dios y Comprados con Precio
Pablo
enfatiza que los creyentes no son dueños de sí mismos, ya que han sido
comprados a un precio, que es el sacrificio de Jesucristo en la cruz. Por
tanto, deben glorificar a Dios en sus cuerpos y en sus espíritus,
perteneciéndole completamente.
Temas
Principales:
Resolución
de Disputas entre Hermanos: Pablo insta a los
creyentes a resolver sus conflictos y disputas internas entre ellos mismos, sin
llevarlos a los tribunales seculares.
Santidad
y Pureza Sexual: Se destaca la
importancia de la santidad y la pureza en el contexto de la sexualidad,
recordando a los creyentes que sus cuerpos son templos del Espíritu Santo y
deben glorificar a Dios con ellos.
Pertenencia
a Dios y Santificación: Pablo resalta que
los creyentes han sido redimidos por el sacrificio de Jesucristo y, por tanto,
deben vivir vidas que reflejen esa redención, glorificando a Dios con sus
vidas.
Contextualización
Teológica y Aplicación Práctica:
El
capítulo 6 de 1 a los Corintios ofrece enseñanzas profundas sobre la resolución
de disputas entre creyentes, la importancia de la pureza sexual y la realidad
de ser templos del Espíritu Santo. Estos principios siguen siendo relevantes
hoy en día para la vida cristiana y la dinámica de la iglesia.
La
enseñanza de Pablo sobre resolver conflictos internos dentro de la iglesia es
un llamado a la unidad y la armonía entre los creyentes, evitando la deshonra
del nombre de Cristo ante el mundo. Además, su enfoque en la sexualidad
refuerza la idea de la santidad y la pureza como parte esencial de la vida
cristiana.
El
énfasis en que los creyentes son templos del Espíritu Santo recalca la
importancia de vivir vidas santas y agradables a Dios en todos los aspectos,
incluyendo la sexualidad. Esta perspectiva resalta la responsabilidad y el
honor de ser poseídos por Dios y llama a una vida que refleje esta realidad.
CAPITULO
7
“Problemas del matrimonio
En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le
sería al hombre no tocar mujer; 2 pero a causa de las
fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio
marido. 3 El marido cumpla con la mujer el deber conyugal,
y asimismo la mujer con el marido. 4 La mujer no tiene
potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido
potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. 5 No os
neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para
ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no
os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. 6 Mas
esto digo por vía de concesión, no por mandamiento. 7 Quisiera
más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio
don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro.
8 Digo, pues, a
los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; 9 pero
si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse
quemando.
10 Pero a los que
están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se
separe del marido; 11 y si se separa, quédese sin casar, o
reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer.
12 Y a los demás yo
digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella
consiente en vivir con él, no la abandone. 13 Y si una
mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo
abandone. 14 Porque el marido incrédulo es santificado en
la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos
serían inmundos, mientras que ahora son santos. 15 Pero si
el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a
servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios. 16 Porque
¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh
marido, si quizá harás salva a tu mujer?
17 Pero cada uno
como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno, así haga; esto ordeno
en todas las iglesias. 18 ¿Fue llamado alguno siendo
circunciso? Quédese circunciso. ¿Fue llamado alguno siendo incircunciso? No se
circuncide. 19 La circuncisión nada es, y la
incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios. 20 Cada
uno en el estado en que fue llamado, en él se quede. 21 ¿Fuiste
llamado siendo esclavo? No te dé cuidado; pero también, si puedes hacerte
libre, procúralo más. 22 Porque el que en el Señor fue
llamado siendo esclavo, liberto es del Señor; asimismo el que fue llamado
siendo libre, esclavo es de Cristo. 23 Por precio fuisteis
comprados; no os hagáis esclavos de los hombres. 24 Cada
uno, hermanos, en el estado en que fue llamado, así permanezca para con Dios.
25 En cuanto a las
vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como quien ha
alcanzado misericordia del Señor para ser fiel. 26 Tengo,
pues, esto por bueno a causa de la necesidad que apremia; que hará bien el
hombre en quedarse como está. 27 ¿Estás ligado a mujer? No
procures soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procures casarte. 28 Mas
también si te casas, no pecas; y si la doncella se casa, no peca; pero los
tales tendrán aflicción de la carne, y yo os la quisiera evitar. 29 Pero
esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen
esposa sean como si no la tuviesen; 30 y los que lloran,
como si no llorasen; y los que se alegran, como si no se alegrasen; y los que
compran, como si no poseyesen; 31 y los que disfrutan de
este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se
pasa.
32 Quisiera, pues,
que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor,
de cómo agradar al Señor; 33 pero el casado tiene cuidado
de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer. 34 Hay
asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de
las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; pero la
casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido. 35 Esto
lo digo para vuestro provecho; no para tenderos lazo, sino para lo honesto y
decente, y para que sin impedimento os acerquéis al Señor.
36 Pero si alguno
piensa que es impropio para su hija virgen que pase ya de edad, y es necesario
que así sea, haga lo que quiera, no peca; que se case. 37 Pero
el que está firme en su corazón, sin tener necesidad, sino que es dueño de su
propia voluntad, y ha resuelto en su corazón guardar a su hija virgen, bien
hace. 38 De manera que el que la da en casamiento hace
bien, y el que no la da en casamiento hace mejor.
39 La mujer casada
está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su marido muriere,
libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor. 40 Pero
a mi juicio, más dichosa será si se quedare así; y pienso que también yo tengo
el Espíritu de Dios.”
El
capítulo 7 de la Primera Epístola a los Corintios de Pablo aborda una serie de
cuestiones sobre el matrimonio, la soltería y las relaciones sexuales. Pablo
responde a preguntas planteadas por los corintios y ofrece instrucciones y
consejos basados en principios bíblicos para estas áreas de la vida.
Estructura
del Capítulo 7:
Versículos
1-6: Principios sobre el Matrimonio y la Abstinencia Sexual
Pablo
comienza abordando la relación entre la intimidad sexual y el matrimonio,
afirmando que cada esposo debe cumplir sus deberes conyugales para evitar la
tentación de la inmoralidad sexual. Sin embargo, también aborda la idea de la
abstinencia temporal para dedicarse a la oración.
Versículos
7-9: Consejos a los Solteros y Viudos
Pablo
ofrece consejos a aquellos que son solteros o viudos, destacando la ventaja de
permanecer soltero si se puede mantener la autodisciplina. Sin embargo, si no
pueden contenerse, es mejor casarse para evitar caer en la tentación sexual.
Versículos
10-16: Instrucciones a los Casados y la Santificación del Cónyuge Incrédulo
Pablo
instruye a los casados, ofreciendo orientación sobre cómo manejar las
diferencias matrimoniales y enfatiza la importancia de permanecer en el
matrimonio si ambos cónyuges están dispuestos, incluso si uno de ellos no es
creyente.
Versículos
17-24: Vivir Según el Llamado de Dios
Pablo
aconseja a los creyentes que vivan conforme al llamado que Dios les ha
otorgado, ya sea casados o solteros, para que puedan servir a Dios en la
situación en la que fueron llamados.
Versículos
25-40: Consejos sobre la Soltería y el Matrimonio
Pablo
da instrucciones y consejos sobre la soltería, indicando la ventaja de
permanecer soltero debido a las dificultades de la vida matrimonial en un
tiempo de persecución y aflicción. Sin embargo, si alguien siente una fuerte
inclinación hacia el matrimonio, no hay pecado en casarse.
Temas
Principales:
Matrimonio
y Abstinencia Sexual: Pablo aborda las
relaciones matrimoniales y la importancia de la intimidad sexual dentro del
matrimonio para evitar la inmoralidad.
Soltería
y Matrimonio: Ofrece consejos a los
solteros y viudos, discutiendo las ventajas y desventajas de permanecer soltero
o casarse.
Servir
a Dios en Cualquier Situación: Pablo
enfatiza la importancia de vivir conforme al llamado de Dios, ya sea casados o
solteros, para servirle fielmente en cualquier situación.
Contextualización
Teológica y Aplicación Práctica:
El
capítulo 7 de 1 a los Corintios ofrece una perspectiva bíblica sobre el
matrimonio, la soltería y las relaciones sexuales, destacando la importancia de
la fidelidad, la autodisciplina y el servicio a Dios en todas las
circunstancias.
La
enseñanza de Pablo sobre el matrimonio como una institución santa y la
importancia de la fidelidad y la intimidad dentro de esa relación sigue siendo
relevante en la actualidad. Además, sus consejos sobre la soltería y el
servicio a Dios son aplicables a las diversas situaciones en las que se
encuentran los creyentes.
Pablo
enfatiza la idea de vivir en fidelidad a Dios, independientemente del estado
civil, para honrar a Dios en todas las áreas de la vida, incluyendo el
matrimonio o la soltería. La clave es servir a Dios fielmente en cualquier
circunstancia en la que nos encontremos.
CAPITULO
8
“Lo sacrificado a los ídolos
En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que
todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor
edifica. 2 Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no
sabe nada como debe saberlo. 3 Pero si alguno ama a Dios,
es conocido por él.
4 Acerca, pues, de
las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el
mundo, y que no hay más que un Dios. 5 Pues aunque haya
algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos
dioses y muchos señores), 6 para nosotros, sin embargo,
solo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos
para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y
nosotros por medio de él.
7 Pero no en todos
hay este conocimiento; porque algunos, habituados hasta aquí a los ídolos,
comen como sacrificado a ídolos, y su conciencia, siendo débil, se
contamina. 8 Si bien la vianda no nos hace más aceptos
ante Dios; pues ni porque comamos, seremos más, ni porque no comamos, seremos
menos. 9 Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a
ser tropezadero para los débiles. 10 Porque si alguno te
ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un lugar de ídolos, la
conciencia de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de lo sacrificado
a los ídolos? 11 Y por el conocimiento tuyo, se perderá el
hermano débil por quien Cristo murió. 12 De esta manera,
pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo
pecáis. 13 Por lo cual, si la comida le es a mi hermano
ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano.”
El
capítulo 8 de la Primera Epístola a los Corintios trata sobre la cuestión de la
comida sacrificada a ídolos paganos, un tema relevante para la iglesia en
Corinto debido al entorno cultural y religioso en el que vivían.
Estructura
del Capítulo 8:
Versículos
1-3: El Conocimiento y el Amor
Pablo comienza
abordando el conocimiento, señalando que "el conocimiento envanece, pero
el amor edifica". Destaca la importancia del amor en contraposición al
conocimiento, advirtiendo sobre el orgullo intelectual que puede llevar a la
arrogancia en lugar de edificar a los demás.
Versículos
4-6: Acerca de los Ídolos y los Dioses
Pablo
discute el concepto de los ídolos y cómo, para algunos, estos ídolos no
representan ninguna realidad (dioses falsos) ya que solo hay un Dios verdadero.
Describe la perspectiva de los cristianos en cuanto a estos ídolos y cómo el
conocimiento de la unicidad de Dios afecta su entendimiento de las cosas
sacrificadas a ídolos.
Versículos
7-13: El Amor y la Consideración por los Débiles en la Fe
Pablo
aborda la idea de la conciencia y cómo las acciones de un creyente pueden
afectar la conciencia de otros que son más débiles en su fe. Aunque algunos
podrían considerar que comer alimentos sacrificados a ídolos no tiene
significado alguno, Pablo insta a aquellos que tienen este conocimiento a
considerar a los más débiles, para no ser causa de tropiezo para ellos.
Temas
Principales:
Conocimiento
y Amor: Pablo contrasta la importancia del
conocimiento con la del amor, enfatizando que el amor es más importante que el
mero conocimiento intelectual, ya que el conocimiento puede inflar el ego,
mientras que el amor edifica y construye relaciones.
Ídolos
y Comida Sacrificada: Aborda la cuestión de
la comida sacrificada a ídolos, señalando que los ídolos no son dioses reales,
pero que para algunos, este acto puede generar conflictos y desafíos en su fe.
Consideración
por los Débiles en la Fe: Pablo destaca la
importancia de considerar a aquellos que son más débiles en su fe, evitando
actuar de una manera que pueda causarles daño o que los haga caer en la fe por
falta de comprensión.
Contextualización
Teológica y Aplicación Práctica:
El
capítulo 8 de 1 a los Corintios proporciona principios valiosos sobre cómo
equilibrar el conocimiento y la consideración amorosa hacia los demás en
cuestiones disputadas dentro de la comunidad cristiana. Aunque los ídolos no
tienen poder real y la comida sacrificada a ellos no tiene significado para
algunos cristianos, Pablo insta a la consideración por los demás en la
comunidad.
En la
actualidad, este pasaje tiene aplicaciones prácticas en situaciones donde los
creyentes enfrentan desacuerdos en cuestiones de convicción personal o
prácticas religiosas. Aunque algo pueda ser permitido o aceptable para algunos,
es importante considerar cómo podría afectar a otros en su caminar de fe.
Pablo
enfatiza el papel del amor y la consideración por los demás, especialmente por
aquellos que son más débiles en su fe, y anima a los creyentes a actuar con
sabiduría y amor para no poner obstáculos en la fe de los demás.
CAPITULO
9
“Los derechos de un apóstol
¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús
el Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor? 2 Si
para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de
mi apostolado sois vosotros en el Señor.
3 Contra los que
me acusan, esta es mi defensa: 4 ¿Acaso no tenemos derecho
de comer y beber? 5 ¿No tenemos derecho de traer con
nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos
del Señor, y Cefas? 6 ¿O solo yo y Bernabé no tenemos
derecho de no trabajar? 7 ¿Quién fue jamás soldado a sus
propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta
el rebaño y no toma de la leche del rebaño?
8 ¿Digo esto solo
como hombre? ¿No dice esto también la ley? 9 Porque en la
ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene
Dios cuidado de los bueyes, 10 o lo dice enteramente por
nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que
ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto. 11 Si
nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de
vosotros lo material? 12 Si otros participan de este
derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros?
Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo
soportamos todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo. 13 ¿No
sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los
que sirven al altar, del altar participan? 14 Así también
ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.
15 Pero yo de nada
de esto me he aprovechado, ni tampoco he escrito esto para que se haga así
conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie desvanezca esta mi
gloria. 16 Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué
gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el
evangelio!
17 Por lo cual, si
lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la
comisión me ha sido encomendada. 18 ¿Cuál, pues, es mi
galardón? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de
Cristo, para no abusar de mi derecho en el evangelio. 19 Por
lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor
número. 20 Me he hecho a los judíos como judío, para ganar
a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la
ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; 21 a
los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de
Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley. 22 Me
he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de
todo, para que de todos modos salve a algunos. 23 Y esto
hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él.
24 ¿No sabéis que
los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva
el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. 25 Todo
aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una
corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. 26 Así
que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no
como quien golpea el aire, 27 sino que golpeo mi cuerpo, y
lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo
venga a ser eliminado.”
El
capítulo 9 de la Primera Epístola a los Corintios presenta la defensa de Pablo
de su apostolado y su derecho a recibir apoyo material por su labor en el
ministerio.
Estructura
del Capítulo 9:
Versículos
1-2: El Apostolado de Pablo
Pablo
defiende su apostolado, afirmando que, si bien él no es un apóstol a los ojos
de algunos, para los corintios él ciertamente lo es. Les exhorta a ser su carta
de recomendación, ya que ellos son el fruto de su ministerio.
Versículos
3-14: El Derecho al Sustento Material
Pablo
presenta argumentos a favor de recibir apoyo material por su ministerio.
Compara su derecho a recibir apoyo con el de otros apóstoles y líderes que lo
reciben. Utiliza ejemplos del mundo agrícola, bíblico y de la Ley de Moisés
para respaldar su posición de que los que trabajan en el ministerio deben
recibir apoyo material de aquellos a quienes sirven.
Versículos
15-18: Renuncia a los Derechos Personales
A
pesar de su derecho a recibir apoyo, Pablo declara que no ha utilizado este
derecho, prefiriendo renunciar a él para no poner un obstáculo en el camino del
Evangelio. Su objetivo principal es predicar el Evangelio gratuitamente para no
poner tropiezo a nadie y compartir la recompensa eterna.
Versículos
19-23: El Sacrificio de Pablo por el Evangelio
Pablo
explica su estrategia de adaptación cultural y su disposición a sacrificar sus
derechos personales para ganar a los judíos y a los gentiles. Su enfoque es
ganar a todos para Cristo, adaptándose a diferentes contextos culturales para
compartir el Evangelio.
Versículos
24-27: La Carrera Cristiana
Pablo
compara la vida cristiana con una carrera, enfatizando la disciplina y la
determinación necesarias para perseverar. Destaca la importancia de
disciplinarse y autocontrolarse para no ser descalificado en la carrera
espiritual.
Temas
Principales:
Derecho
al Sustento Ministerial: Pablo defiende el
derecho de los ministros a recibir apoyo material por su labor en el
ministerio, utilizando ejemplos y argumentos para respaldar esta posición.
Renuncia
a los Derechos Personales: A pesar de tener
derecho al apoyo, Pablo decide renunciar a este derecho por amor al Evangelio,
para no ser un tropiezo para nadie y para compartir gratuitamente el mensaje de
Cristo.
Enfoque
Evangelístico: Pablo muestra su
enfoque en alcanzar a todos con el Evangelio, adaptándose a diferentes
contextos culturales y renunciando a sus propios derechos para ganar a otros
para Cristo.
Contextualización
Teológica y Aplicación Práctica:
El
capítulo 9 de 1 a los Corintios ofrece lecciones valiosas sobre el sustento
material de los ministros, el sacrificio personal por el Evangelio y la
adaptabilidad en el servicio a Dios.
En la
actualidad, este pasaje tiene implicaciones importantes en la comprensión del
apoyo económico para los líderes y ministros en la iglesia. Pablo deja claro
que los que trabajan en el ministerio deben recibir apoyo material, pero
también enfatiza la importancia de no poner tropiezos en el camino del
Evangelio.
Este
capítulo también desafía a los cristianos a vivir con determinación y
autocontrol en su caminar con Cristo, comparando la vida cristiana con una
carrera que requiere disciplina y enfoque.
CAPITULO
10
“Amonestaciones contra la idolatría
Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros
padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; 2 y
todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, 3 y
todos comieron el mismo alimento espiritual, 4 y todos
bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual
que los seguía, y la roca era Cristo. 5 Pero de los más de
ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto.
6 Mas estas cosas
sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas,
como ellos codiciaron. 7 Ni seáis idólatras, como algunos
de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se
levantó a jugar. 8 Ni forniquemos, como algunos de ellos
fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil. 9 Ni
tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por
las serpientes. 10 Ni murmuréis, como algunos de ellos
murmuraron, y perecieron por el destructor. 11 Y estas
cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a
nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. 12 Así
que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 13 No
os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que
no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también
juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
14 Por tanto,
amados míos, huid de la idolatría. 15 Como a sensatos os
hablo; juzgad vosotros lo que digo. 16 La copa de
bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que
partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? 17 Siendo
uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos
participamos de aquel mismo pan. 18 Mirad a Israel según
la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar? 19 ¿Qué
digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los
ídolos? 20 Antes digo que lo que los gentiles sacrifican,
a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os
hagáis partícipes con los demonios. 21 No podéis beber la
copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del
Señor, y de la mesa de los demonios. 22 ¿O provocaremos a
celos al Señor? ¿Somos más fuertes que él?
Haced todo para la gloria de Dios
23 Todo me es
lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo
edifica. 24 Ninguno busque su propio bien, sino el del
otro. 25 De todo lo que se vende en la carnicería, comed,
sin preguntar nada por motivos de conciencia; 26 porque
del Señor es la tierra y su plenitud. 27 Si algún
incrédulo os invita, y queréis ir, de todo lo que se os ponga delante comed,
sin preguntar nada por motivos de conciencia. 28 Mas si
alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos; no lo comáis, por causa
de aquel que lo declaró, y por motivos de conciencia; porque del Señor es la
tierra y su plenitud. 29 La conciencia, digo, no la tuya,
sino la del otro. Pues ¿por qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia
de otro? 30 Y si yo con agradecimiento participo, ¿por qué
he de ser censurado por aquello de que doy gracias?
31 Si, pues, coméis
o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. 32 No
seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios; 33 como
también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio
beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.”
El
capítulo 10 de la Primera Epístola a los Corintios continúa con el tema de la
comida sacrificada a ídolos y amplía la discusión para abordar la advertencia y
la exhortación de Pablo sobre la importancia de aprender de las lecciones del
pasado y evitar caer en la tentación.
Estructura
del Capítulo 10:
Versículos
1-5: Advertencia sobre el Peligro de la Complacencia
Pablo
comienza recordando a los corintios la historia del pueblo de Israel en el
Antiguo Testamento, señalando cómo, a pesar de haber experimentado la
protección y las bendiciones de Dios, muchos de ellos fueron desobedientes y
desagradaron a Dios. Utiliza estos ejemplos para advertir a los creyentes de
Corinto sobre la complacencia y la confianza excesiva.
Versículos
6-13: Advertencia sobre la Tentación
Pablo
hace hincapié en que los errores y caídas de Israel en el pasado son ejemplos
para la iglesia cristiana. Insta a los creyentes a aprender de estas lecciones
y a tener cuidado para no caer en la tentación. Afirma que Dios proveerá una
salida para aquellos que son tentados, y alienta a buscar la manera de escapar
de situaciones que puedan llevar al pecado.
Versículos
14-22: Participación en la Mesa del Señor y en la de los Demonios
Pablo
advierte sobre la participación en la mesa del Señor y en la de los demonios,
indicando que no se puede participar en ambas. Destaca la incompatibilidad
entre ser parte del pueblo de Dios y participar en prácticas paganas y
demoníacas.
Versículos
23-33: Libertad y Edificación
Pablo
vuelve a la cuestión de la libertad cristiana y cómo deben ser usadas estas
libertades. Si bien todo es lícito, no todo es conveniente. Enfatiza la
importancia de no buscar el propio beneficio sino el de los demás, para no ser
un obstáculo para la fe de los demás.
Temas
Principales:
Lecciones
del Pasado: Pablo utiliza los
ejemplos del Antiguo Testamento, particularmente la historia de Israel, para
advertir a los creyentes sobre los peligros de la complacencia y la confianza
excesiva.
Advertencia
sobre la Tentación: Destaca la importancia
de aprender de los errores del pasado para no caer en las mismas trampas de
pecado, afirmando que Dios proveerá una salida de la tentación.
Participación
en Prácticas Demoníacas: Advierte sobre la
incompatibilidad entre participar en la mesa del Señor y en la de los demonios,
subrayando que no se puede participar simultáneamente en la comunión con Dios y
en prácticas paganas.
Contextualización
Teológica y Aplicación Práctica:
El
capítulo 10 de 1 a los Corintios ofrece enseñanzas importantes sobre la
importancia de aprender de la historia y las experiencias del pueblo de Dios en
el Antiguo Testamento. Pablo destaca la relevancia de estas lecciones para los
creyentes cristianos, advirtiendo sobre los peligros de la complacencia y la
participación en prácticas que no son compatibles con la fe en Cristo.
Esta
advertencia tiene una aplicación práctica en la vida cristiana contemporánea.
Insta a los creyentes a ser cuidadosos con las decisiones que toman, a evitar
situaciones que puedan llevar al pecado y a ser sensibles a cómo sus acciones
pueden impactar en la fe de los demás.
El
énfasis en la responsabilidad de usar la libertad cristiana de manera que
edifique a otros es un recordatorio importante para la iglesia en la
actualidad. La vida cristiana no solo se trata de nuestra libertad individual,
sino de cómo nuestras acciones afectan a la comunidad y la fe de otros.
CAPITULO
11
“Sed imitadores
de mí, así como yo de Cristo.
Atavío de las mujeres
2 Os alabo,
hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal
como os las entregué. 3 Pero quiero que sepáis que
Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios
la cabeza de Cristo. 4 Todo varón que ora o
profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza. 5 Pero
toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza;
porque lo mismo es que si se hubiese rapado. 6 Porque
si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso
a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra. 7 Porque
el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de
Dios; pero la mujer es gloria del varón. 8 Porque
el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, 9 y
tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del
varón. 10 Por lo cual la mujer debe tener señal de
autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles. 11 Pero
en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; 12 porque
así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero
todo procede de Dios. 13 Juzgad vosotros mismos:
¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza? 14 La
naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el
cabello? 15 Por el contrario, a la mujer dejarse
crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el
cabello. 16 Con todo eso, si alguno quiere ser
contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.
Abusos en la Cena del Señor
17 Pero al
anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor,
sino para lo peor. 18 Pues en primer lugar, cuando
os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo
creo. 19 Porque es preciso que entre vosotros haya
disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son
aprobados. 20 Cuando, pues, os reunís vosotros,
esto no es comer la cena del Señor. 21 Porque al
comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro
se embriaga. 22 Pues qué, ¿no tenéis casas en que
comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que
no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.
Institución de la Cena del Señor
3 Porque yo recibí
del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue
entregado, tomó pan; 24 y habiendo dado gracias, lo
partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido;
haced esto en memoria de mí. 25 Asimismo tomó
también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo
pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en
memoria de mí. 26 Así, pues, todas las veces que
comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta
que él venga.
Tomando la Cena indignamente
27 De manera que
cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente,
será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Por
tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la
copa. 29 Porque el que come y bebe indignamente,
sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. 30 Por
lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos
duermen. 31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros
mismos, no seríamos juzgados; 32 mas siendo
juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el
mundo.
33 Así que,
hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros. 34 Si
alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio. Las
demás cosas las pondré en orden cuando yo fuere.”
El
capítulo 11 de la Primera Epístola a los Corintios es un pasaje extenso que
aborda varios temas relacionados con el comportamiento y la conducta de la
iglesia en sus reuniones, particularmente en lo que respecta al orden, la
adoración y la cena del Señor.
Estructura
del Capítulo 11:
Versículos
1-3: Pablo exhorta a seguir su ejemplo como él sigue a Cristo. Menciona la
cabeza de todo hombre es Cristo, la cabeza de la mujer es el hombre y la cabeza
de Cristo es Dios.
Versículos
4-6: Pablo aborda el tema del cabello cubriendo la cabeza en oración o
profecía, estableciendo la distinción entre roles de género y la importancia de
respetar la autoridad divina.
Versículos
7-10: Discute la naturaleza de la mujer como reflejo de la gloria de hombre y
la necesidad del velo por respeto a los ángeles.
Versículos
11-12: Pablo equilibra la relación entre el hombre y la mujer, afirmando la
interdependencia y necesidad mutua entre ambos.
Versículos
13-16: Continúa hablando sobre el cabello y el velo, concluyendo que si alguien
quiere discutir acerca de este asunto, sepan que no tenemos tal costumbre, ni
las iglesias de Dios.
Versículos
17-22: Critica el comportamiento inapropiado de la comunidad de Corinto en sus
reuniones, señalando divisiones y desórdenes durante la Cena del Señor.
Versículos
23-26: Recuerda la institución de la Cena del Señor por Jesús, instando a
hacerlo en su memoria y de una manera adecuada.
Versículos
27-34: Advierte sobre participar indignamente en la Cena del Señor, instando a
un autoexamen y a esperar el uno al otro.
Temas
Principales:
Orden
en la Adoración: Pablo instruye sobre
la importancia del orden y la decoro durante la adoración y la Cena del Señor
en las reuniones de la iglesia.
Roles
de Género: Aborda el tema de los roles de
género y la sumisión, relacionando esto con la naturaleza de la autoridad y el
respeto en el contexto de la adoración.
La Cena
del Señor: Pablo enfatiza la importancia de
celebrar la Cena del Señor con respeto, reverencia y entendiendo su significado
en memoria de Jesús.
Contextualización
Teológica y Aplicación Práctica:
El
capítulo 11 de 1 a los Corintios presenta enseñanzas tanto sobre el orden en
las reuniones de la iglesia como sobre la importancia de la comunión y la Cena
del Señor. Las instrucciones de Pablo sobre el uso del velo y el cabello están
relacionadas con la cultura y las costumbres de su tiempo, pero también tienen
principios aplicables a la autoridad y el respeto en la adoración.
Este
capítulo ha sido objeto de interpretaciones variadas en cuanto a la aplicación
práctica de las enseñanzas de Pablo sobre los roles de género y el velo.
Algunos ven estas instrucciones como específicas para la cultura de esa época,
mientras que otros consideran que los principios subyacentes aún tienen
relevancia en la actualidad en términos de respeto, orden y autoridad en la
adoración.
La
advertencia de Pablo sobre la dignidad y reverencia al participar en la Cena
del Señor es una exhortación importante para los creyentes contemporáneos. Nos
recuerda la solemnidad y la importancia de participar en esta práctica
espiritual con corazones sinceros y en unión con los demás creyentes.
CAPITULO
12
“Dones espirituales
No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones
espirituales. 2 Sabéis que cuando erais gentiles, se os
extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos. 3 Por
tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema
a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.
4 Ahora bien, hay
diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. 5 Y hay
diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. 6 Y
hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es
el mismo. 7 Pero a cada uno le es dada la manifestación
del Espíritu para provecho. 8 Porque a este es dada por el
Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo
Espíritu; 9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro,
dones de sanidades por el mismo Espíritu. 10 A otro, el
hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro,
diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. 11 Pero
todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en
particular como él quiere.
12 Porque así como
el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo,
siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. 13 Porque
por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o
griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo
Espíritu.
14 Además, el
cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15 Si dijere el
pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 16 Y
si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del
cuerpo? 17 Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el
oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? 18 Mas
ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él
quiso. 19 Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde
estaría el cuerpo? 20 Pero ahora son muchos los miembros,
pero el cuerpo es uno solo. 21 Ni el ojo puede decir a la
mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de
vosotros. 22 Antes bien los miembros del cuerpo que
parecen más débiles, son los más necesarios; 23 y a
aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a estos vestimos más
dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más
decoro. 24 Porque los que en nosotros son más decorosos,
no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al
que le faltaba, 25 para que no haya desavenencia en el
cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. 26 De
manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un
miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.
27 Vosotros, pues,
sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. 28 Y
a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo
tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los
que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. 29 ¿Son
todos apóstoles?, ¿son todos profetas?, ¿todos maestros?, ¿hacen todos
milagros? 30 ¿Tienen todos dones de sanidad?, ¿hablan
todos lenguas?, ¿interpretan todos? 31 Procurad, pues, los
dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente.”
El
capítulo 12 de la Primera Epístola a los Corintios trata sobre los dones
espirituales y la diversidad de ministerios en la Iglesia, enfatizando la
unidad en la diversidad y la importancia de cada miembro en el cuerpo de
Cristo.
Estructura
del Capítulo 12:
Versículos
1-3: Introducción sobre los Dones Espirituales
Pablo
comienza abordando la cuestión de los dones espirituales, asegurando a los
corintios que no deben ignorar este tema y haciendo hincapié en la importancia
de su entendimiento respecto a los mismos.
Versículos
4-11: Variedad de Dones, un mismo Espíritu
Pablo
describe la diversidad de los dones espirituales concedidos por el Espíritu
Santo, enfatizando que aunque hay diferentes dones, provienen del mismo
Espíritu. Destaca la importancia de cada uno de estos dones y cómo son dados
para el bien común de la comunidad.
Versículos
12-31: Unidad en la Diversidad del Cuerpo de Cristo
Pablo
compara a la iglesia con un cuerpo, donde cada miembro tiene su función
específica y es esencial para el buen funcionamiento del conjunto. Ilustra la
importancia de la diversidad de dones y roles, asegurando que todos son
necesarios y deben trabajar juntos en armonía.
Temas
Principales:
Dones
Espirituales: Pablo aborda la
diversidad de los dones espirituales y enfatiza su origen común en el Espíritu
Santo. Destaca la importancia de estos dones en el funcionamiento de la
Iglesia.
Unidad
en la Diversidad: Utiliza la metáfora
del cuerpo para ilustrar la unidad en la diversidad dentro de la Iglesia. Cada
miembro tiene un papel vital y complementario en el cuerpo de Cristo.
La
Importancia de Cada Miembro:
Destaca que todos los dones son importantes y necesarios en la comunidad
cristiana. No debe haber división ni menosprecio de unos dones sobre otros.
Contextualización
Teológica y Aplicación Práctica:
El
capítulo 12 de 1 a los Corintios destaca la importancia de los dones
espirituales y la diversidad de ministerios dentro de la Iglesia. Pablo
enfatiza que estos dones son otorgados por el Espíritu Santo para edificar y
fortalecer la comunidad de creyentes.
Este
pasaje tiene importantes implicaciones para la iglesia contemporánea. Insta a
los creyentes a reconocer la diversidad de dones y talentos presentes en la
comunidad cristiana, y a valorar la contribución de cada miembro. En lugar de
comparar o menospreciar ciertos dones sobre otros, se debe valorar la
diversidad y trabajar en armonía para el crecimiento del cuerpo de Cristo.
Además,
este capítulo enfatiza la unidad en medio de la diversidad. La Iglesia es como
un cuerpo, donde cada parte es esencial y contribuye al bienestar general. Esto
llama a la cooperación, el respeto y la humildad entre los creyentes,
reconociendo que todos desempeñan un papel vital en la misión y el servicio de
la Iglesia.
Su
aplicación práctica se centra en valorar y utilizar estos dones para la
edificación mutua y el servicio comunitario, reconociendo la importancia de
cada miembro en el cuerpo de Cristo.
CAPITULO
13
“La preeminencia del amor
Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo
amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2 Y
si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si
tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo
amor, nada soy. 3 Y si repartiese todos mis bienes para
dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no
tengo amor, de nada me sirve.
4 El amor es
sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se
envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se
irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia,
mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree,
todo lo espera, todo lo soporta.
8 El amor nunca
deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la
ciencia acabará. 9 Porque en parte conocemos, y en parte
profetizamos; 10 mas cuando venga lo perfecto, entonces lo
que es en parte se acabará. 11 Cuando yo era niño, hablaba
como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé
lo que era de niño. 12 Ahora vemos por espejo,
oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero
entonces conoceré como fui conocido. 13 Y ahora permanecen
la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.”
El
capítulo 13 de la Primera Epístola a los Corintios es conocido como el
"Capítulo del Amor" por su enfoque en la naturaleza y la excelencia
del amor cristiano.
Estructura
del Capítulo 13:
Versículos
1-3: La Supremacía del Amor
Pablo
comienza enfatizando que aunque alguien tenga dones espirituales
impresionantes, si no tiene amor, esos dones carecen de valor. Usa ejemplos
impactantes para resaltar la importancia del amor por encima de cualquier otro
atributo o don.
Versículos
4-7: Características del Amor
Pablo
describe las características del amor cristiano, enumerando sus atributos: la
paciencia, la bondad, la falta de envidia, la falta de orgullo, la falta de
comportamiento egoísta, la falta de rencor, la falta de placer en la
injusticia, la alegría en la verdad y la perseverancia.
Versículos
8-13: La Permanencia del Amor
Pablo
declara que el amor nunca falla y es eterno, a diferencia de los dones
temporales como la profecía, las lenguas y el conocimiento. Explica que estos
dones cesarán, pero el amor permanecerá para siempre. Destaca la importancia
del amor como el mayor de los dones.
Temas
Principales:
La
Supremacía del Amor: Pablo destaca que el
amor es la esencia más elevada y necesaria en la vida cristiana, superando
incluso los dones espirituales y cualquier otro logro o capacidad.
Características
del Amor: Describe las características del
amor genuino, destacando su naturaleza desinteresada, paciente, benevolente y
persistente, enfatizando cómo estas cualidades definen la esencia del amor
cristiano.
La
Permanencia del Amor: Pablo contrasta la
naturaleza eterna y perdurable del amor con la temporalidad de los dones
espirituales, enfatizando que el amor perdurará más allá de cualquier otro don
o capacidad humana.
Contextualización
Teológica y Aplicación Práctica:
El
capítulo 13 de 1 a los Corintios es una expresión profunda sobre la importancia
y la naturaleza del amor en la vida cristiana. Pablo enfatiza que el amor es
fundamental para el cristianismo, ya que es el motor que impulsa la fe y el
servicio.
Este
pasaje sigue siendo muy relevante y aplicable hoy en día. Ofrece un estándar
elevado para el comportamiento y la actitud cristiana, alentando a los
creyentes a vivir y mostrar amor en todas sus interacciones y relaciones. El
amor cristiano, como lo describe Pablo, trasciende las acciones y se refiere al
corazón y la intención detrás de ellas.
Además,
el capítulo 13 de 1 a los Corintios desafía a los creyentes a priorizar el amor
sobre otros logros o capacidades. Nos recuerda que sin amor, los logros, dones
y obras son vacíos. El amor no es solo una emoción, sino un compromiso y una
forma de vida que abarca todas las relaciones y acciones.
CAPITULO
14
“El hablar en lenguas
Seguid el amor; y procurad los dones espirituales,
pero sobre todo que profeticéis. 2 Porque el que habla en
lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por
el Espíritu habla misterios. 3 Pero el que profetiza habla
a los hombres para edificación, exhortación y consolación. 4 El
que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza,
edifica a la iglesia. 5 Así que, quisiera que todos
vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el
que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que
la iglesia reciba edificación.
6 Ahora pues,
hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no
os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina? 7 Ciertamente
las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no
dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con
la cítara? 8 Y si la trompeta diere sonido incierto,
¿quién se preparará para la batalla? 9 Así también
vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se
entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire. 10 Tantas
clases de idiomas hay, seguramente, en el mundo, y ninguno de ellos carece de
significado. 11 Pero si yo ignoro el valor de las
palabras, seré como extranjero para el que habla, y el que habla será como
extranjero para mí. 12 Así también vosotros; pues que
anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la
iglesia.
13 Por lo cual, el
que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla. 14 Porque
si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda
sin fruto. 15 ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero
oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré
también con el entendimiento. 16 Porque si bendices solo
con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu
acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho. 17 Porque
tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado. 18 Doy
gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros; 19 pero
en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar
también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.
20 Hermanos, no
seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en
el modo de pensar. 21 En la ley está escrito: En otras
lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice
el Señor. 22 Así que, las lenguas son por señal, no a los
creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a
los creyentes. 23 Si, pues, toda la iglesia se reúne en un
solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no
dirán que estáis locos? 24 Pero si todos profetizan, y
entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es
juzgado; 25 lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y
así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente
Dios está entre vosotros.
26 ¿Qué hay, pues,
hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina,
tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para
edificación. 27 Si habla alguno en lengua extraña, sea
esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete. 28 Y
si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para
Dios. 29 Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los
demás juzguen. 30 Y si algo le fuere revelado a otro que
estuviere sentado, calle el primero. 31 Porque podéis
profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean
exhortados. 32 Y los espíritus de los profetas están
sujetos a los profetas; 33 pues Dios no es Dios de
confusión, sino de paz.
Como en todas las iglesias de los santos, 34 vuestras
mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino
que estén sujetas, como también la ley lo dice. 35 Y si
quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso
que una mujer hable en la congregación. 36 ¿Acaso ha
salido de vosotros la palabra de Dios, o solo a vosotros ha llegado?
37 Si alguno se
cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos
del Señor. 38 Mas el que ignora, ignore. 39 Así
que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas; 40 pero
hágase todo decentemente y con orden.”
El
capítulo 14 de la Primera Epístola a los Corintios se centra en el don de las
lenguas y la profecía, y ofrece instrucciones sobre la manera adecuada de
ejercer los dones espirituales durante las reuniones de la iglesia.
Estructura
del Capítulo 14:
Versículos
1-5: La Preferencia por la Profecía
Pablo
enfatiza la superioridad de la profecía sobre las lenguas, ya que la profecía
edifica a la iglesia, mientras que el que habla en lenguas se edifica a sí mismo.
Alienta a los creyentes a buscar dones que edifiquen a la iglesia.
Versículos
6-19: La Importancia de la Inteligibilidad
Pablo
subraya la importancia de la claridad y la comprensión en la adoración.
Argumenta que el lenguaje debe ser inteligible para que todos se edifiquen,
destacando que es mejor profetizar que hablar en lenguas si no hay
interpretación.
Versículos
20-25: Advertencia sobre el Uso de las Lenguas
Pablo
advierte sobre el peligro de la confusión cuando todos hablan en lenguas
desconocidas, ya que esto podría causar desorden y ser un tropiezo para los no
creyentes. Afirma que es preferible profetizar para que los incrédulos puedan
entender y ser convencidos.
Versículos
26-33: Directrices para el Orden en las Reuniones
Pablo
ofrece instrucciones para las reuniones de la iglesia, destacando la
importancia del orden y la edificación mutua. Hablar en lenguas debe ser
regulado y si no hay intérprete, uno debe hablar en silencio en la iglesia.
Versículos
34-40: Más Directrices y Admoniciones
Pablo
establece directrices adicionales sobre el comportamiento en las reuniones,
incluyendo la sumisión de las mujeres y la exhortación a hacer todas las cosas
decentemente y con orden.
Temas
Principales:
Edificación
de la Iglesia: Pablo enfatiza la
importancia de los dones que edifican a la iglesia sobre los que son para el
crecimiento individual.
Claridad
y Comprensión: Destaca la importancia
de la inteligibilidad en el habla durante las reuniones de la iglesia para que
todos puedan ser edificados.
Orden y
Decoro: Pablo instruye sobre el orden y la
conducta apropiada en las reuniones, enfatizando la importancia de la sumisión
y el respeto al contexto cultural.
Contextualización
Teológica y Aplicación Práctica:
El
capítulo 14 de 1 a los Corintios ofrece directrices prácticas para el ejercicio
de los dones espirituales, especialmente en lo que respecta a las lenguas y la
profecía, durante las reuniones de la iglesia. Aunque el énfasis está en las
lenguas y la profecía en el contexto específico de la iglesia de Corinto, las
enseñanzas generales sobre la edificación, la claridad, el orden y el respeto
en la adoración tienen aplicaciones atemporales.
En la
actualidad, estas enseñanzas resaltan la importancia de buscar dones que
edifiquen y beneficien a toda la comunidad, y cómo estos deben ser ejercidos de
manera ordenada y comprensible para el crecimiento espiritual de todos. El
énfasis en la edificación de la iglesia y la claridad en la adoración sigue
siendo relevante para las congregaciones modernas, instando a un culto centrado
en la edificación mutua y la comprensión colectiva.
Además,
las directrices sobre el orden y la conducta en las reuniones de la iglesia
ofrecen principios sobre el respeto, la sumisión y la moderación en el
ejercicio de los dones espirituales, recordando la importancia de la decencia y
el orden en el contexto de la adoración comunitaria.
CAPITULO
15
“La resurrección de los muertos
Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he
predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; 2 por
el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si
no creísteis en vano.
3 Porque
primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por
nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 y que fue
sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; 5 y
que apareció a Cefas, y después a los doce. 6 Después
apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún,
y otros ya duermen. 7 Después apareció a Jacobo; después a
todos los apóstoles; 8 y al último de todos, como a un
abortivo, me apareció a mí. 9 Porque yo soy el más pequeño
de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la
iglesia de Dios. 10 Pero por la gracia de Dios soy lo que
soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que
todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. 11 Porque
o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído.
12 Pero si se
predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre
vosotros que no hay resurrección de muertos? 13 Porque si
no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. 14 Y
si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también
vuestra fe. 15 Y somos hallados falsos testigos de Dios;
porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó,
si en verdad los muertos no resucitan. 16 Porque si los
muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; 17 y si
Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. 18 Entonces
también los que durmieron en Cristo perecieron. 19 Si en
esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración
de todos los hombres.
20 Mas ahora Cristo
ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 21 Porque
por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección
de los muertos. 22 Porque así como en Adán todos mueren,
también en Cristo todos serán vivificados. 23 Pero cada
uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en
su venida. 24 Luego el fin, cuando entregue el reino al
Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y
potencia. 25 Porque preciso es que él reine hasta que haya
puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. 26 Y el
postrer enemigo que será destruido es la muerte. 27 Porque
todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las
cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él
todas las cosas. 28 Pero luego que todas las cosas le
estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él
todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.
29 De otro modo,
¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los
muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos? 30 ¿Y
por qué nosotros peligramos a toda hora? 31 Os aseguro,
hermanos, por la gloria que de vosotros tengo en nuestro Señor Jesucristo, que
cada día muero. 32 Si como hombre batallé en Éfeso contra
fieras, ¿qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos,
porque mañana moriremos. 33 No erréis; las malas
conversaciones corrompen las buenas costumbres. 34 Velad
debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza
vuestra lo digo.
35 Pero dirá
alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? 36 Necio,
lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes. 37 Y
lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea
de trigo o de otro grano; 38 pero Dios le da el cuerpo
como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo. 39 No
toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra
carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves. 40 Y
hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los
celestiales, y otra la de los terrenales. 41 Una es la
gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas,
pues una estrella es diferente de otra en gloria.
42 Así también es
la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en
incorrupción. 43 Se siembra en deshonra, resucitará en
gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. 44 Se
siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay
cuerpo espiritual. 45 Así también está escrito: Fue hecho
el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu
vivificante. 46 Mas lo espiritual no es primero, sino lo
animal; luego lo espiritual. 47 El primer hombre es de la
tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. 48 Cual
el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también
los celestiales. 49 Y así como hemos traído la imagen del
terrenal, traeremos también la imagen del celestial. 50 Pero
esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de
Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.
51 He aquí, os digo
un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52 en
un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará
la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos
transformados. 53 Porque es necesario que esto corruptible
se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. 54 Y
cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya
vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita:
Sorbida es la muerte en victoria. 55 ¿Dónde está, oh
muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? 56 ya
que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. 57 Mas
gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor
Jesucristo.
58 Así que,
hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor
siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.”
El
capítulo 15 de la Primera Epístola a los Corintios es uno de los capítulos más
importantes y conmovedores del Nuevo Testamento. Se centra en la resurrección
de Jesucristo y su significado para los creyentes, abordando la doctrina
fundamental de la fe cristiana: la resurrección de los muertos.
Estructura
del Capítulo 15:
Versículos
1-11: La Importancia de la Resurrección
Pablo
recalca la importancia del evangelio que proclamó, recordando a los corintios
el mensaje fundamental de la muerte y resurrección de Cristo, de acuerdo con
las Escrituras. Describe las apariciones de Jesús a diferentes personas después
de su resurrección.
Versículos
12-19: La Resurrección de Cristo y la Fe Cristiana
Pablo
argumenta la importancia vital de la resurrección de Cristo para la fe cristiana.
Si Cristo no resucitó, la fe de los creyentes es vana y carece de significado.
Versículos
20-28: La Resurrección y la Victoria sobre la Muerte
Pablo
presenta a Jesucristo como el primero en resucitar de entre los muertos y
enfatiza cómo la resurrección de Cristo tiene un impacto en la resurrección de
los creyentes en el futuro. La resurrección de Cristo garantiza la resurrección
de los que creen en Él.
Versículos
29-34: El Impacto Práctico de la Resurrección
Pablo
argumenta sobre la coherencia en la fe cristiana. Si no hay resurrección, ¿por
qué algunos se bautizan por los muertos? Advierte sobre la necesidad de vivir
una vida santa y justa en vista de la realidad de la resurrección.
Versículos
35-49: La Resurrección del Cuerpo
Pablo
aborda preguntas acerca de cómo será la resurrección de los muertos. Compara la
resurrección con la siembra de semillas y describe la transformación del cuerpo
mortal en un cuerpo glorificado.
Versículos
50-58: La Victoria sobre la Muerte
Pablo
concluye con la victoria definitiva sobre la muerte y el pecado a través de la
resurrección. La resurrección provee esperanza y motivación para vivir vidas
dedicadas a Dios.
Temas
Principales:
La
Resurrección de Cristo: La resurrección
de Jesucristo es la base fundamental de la fe cristiana y garantiza la
esperanza de la resurrección de los creyentes.
La
Resurrección de los Creyentes: Pablo
explica la naturaleza de la resurrección de los muertos y cómo los cuerpos
corruptibles serán transformados en cuerpos incorruptibles.
La
Victoria sobre la Muerte: La resurrección
proporciona esperanza y seguridad de la victoria sobre la muerte y el pecado.
Contextualización
Teológica y Aplicación Práctica:
El
capítulo 15 de 1 a los Corintios es esencial para la fe cristiana. Pablo
defiende y explica la doctrina central de la resurrección de Cristo y la
esperanza de la resurrección futura de los creyentes.
La
resurrección de Jesucristo es crucial, ya que confirma su divinidad y victoria
sobre el pecado y la muerte. Además, garantiza la esperanza de la resurrección
de los creyentes, proporcionando consuelo en tiempos de aflicción y desafiando
a los creyentes a vivir vidas santas y dedicadas a Dios.
Este
capítulo también enseña sobre la transformación del cuerpo mortal en uno
glorificado en la resurrección, ofreciendo esperanza y consuelo a aquellos que
han perdido a sus seres queridos y enfrentan la realidad de la muerte.
En la
aplicación práctica, el capítulo 15 de 1 a los Corintios nos anima a vivir con
la certeza de la esperanza que tenemos en la resurrección. Nos desafía a vivir
vidas de rectitud y servicio, sabiendo que nuestra labor en el Señor no es en
vano, ya que la resurrección asegura una recompensa eterna.
CAPITULO
16
“La ofrenda para los santos
En cuanto a la ofrenda para los santos, haced
vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. 2 Cada
primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya
prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces
ofrendas. 3 Y cuando haya llegado, a quienes hubiereis
designado por carta, a estos enviaré para que lleven vuestro donativo a
Jerusalén. 4 Y si fuere propio que yo también vaya, irán
conmigo.
Planes de Pablo
5 Iré a vosotros,
cuando haya pasado por Macedonia, pues por Macedonia tengo que
pasar. 6 Y podrá ser que me quede con vosotros, o aun pase
el invierno, para que vosotros me encaminéis a donde haya de ir. 7 Porque
no quiero veros ahora de paso, pues espero estar con vosotros algún tiempo, si
el Señor lo permite. 8 Pero estaré en Éfeso hasta
Pentecostés; 9 porque se me ha abierto puerta grande y
eficaz, y muchos son los adversarios.
10 Y si llega
Timoteo, mirad que esté con vosotros con tranquilidad, porque él hace la
obra del Señor así como yo. 11 Por tanto, nadie le tenga
en poco, sino encaminadle en paz, para que venga a mí, porque le espero con los
hermanos.
12 Acerca del
hermano Apolos, mucho le rogué que fuese a vosotros con los hermanos, mas de
ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora; pero irá cuando tenga
oportunidad.
Salutaciones finales
13 Velad, estad
firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. 14 Todas
vuestras cosas sean hechas con amor.
15 Hermanos, ya
sabéis que la familia de Estéfanas es las primicias de Acaya, y que ellos
se han dedicado al servicio de los santos. 16 Os ruego que
os sujetéis a personas como ellos, y a todos los que ayudan y trabajan. 17 Me
regocijo con la venida de Estéfanas, de Fortunato y de Acaico, pues ellos han
suplido vuestra ausencia. 18 Porque confortaron mi
espíritu y el vuestro; reconoced, pues, a tales personas.
19 Las iglesias de
Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os
saludan mucho en el Señor. 20 Os saludan todos los
hermanos. Saludaos los unos a los otros con ósculo santo.
21 Yo, Pablo, os
escribo esta salutación de mi propia mano. 22 El que no
amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene.[a] 23 La gracia del Señor
Jesucristo esté con vosotros. 24 Mi amor en Cristo Jesús
esté con todos vosotros. Amén.”
El
capítulo 16 de la Primera Epístola a los Corintios contiene una variedad de
instrucciones finales, saludos y exhortaciones personales de Pablo hacia la
iglesia en Corinto.
Estructura
del Capítulo 16:
Versículos
1-4: La Ofrenda para los Santos
Pablo
instruye a los corintios sobre la colecta que deben hacer para los santos en
Jerusalén. Les pide que reserven fondos cada domingo de acuerdo a su
prosperidad.
Versículos
5-9: Planes de Viaje de Pablo
Pablo
habla sobre sus planes de viaje y expresa su intención de visitar a los
corintios después de pasar algún tiempo en Macedonia. Menciona la oportunidad
para un tiempo prolongado de trabajo con ellos si el Señor lo permite.
Versículos
10-12: Planes de Timoteo y Apolo
Pablo
menciona los planes de Timoteo y Apolo para visitar a los corintios y les pide
que los reciban con afecto.
Versículos
13-14: Exhortaciones Finales
Pablo
da instrucciones finales a los corintios, instándolos a estar alerta, firmes en
la fe, a ser valientes y fuertes, y a hacer todas las cosas con amor.
Versículos
15-18: Saludos y Agradecimientos
Pablo
destaca a Estéfanas, Fortunato y Acaico por su dedicación al servicio y les
pide a los corintios que los reconozcan y honren por su labor en la iglesia.
Versículos
19-24: Saludos Finales y Bendición
Pablo
envía saludos de varias personas que están con él y cierra la carta con su
típica bendición y deseo de gracia del Señor Jesucristo.
Temas
Principales:
Ofrenda
para los Santos: Pablo instruye sobre
la colecta para los santos necesitados en Jerusalén, demostrando la importancia
de la generosidad y el apoyo mutuo dentro de la comunidad cristiana.
Planes
de Viaje y Saludos: Pablo comunica sus
planes de viaje, menciona los planes de otros colaboradores como Timoteo y
Apolo, y envía saludos y agradecimientos a varias personas en la iglesia de
Corinto.
Exhortaciones
Finales: Pablo da consejos finales a los
corintios, instándolos a mantenerse firmes en la fe, a ser valientes y a actuar
con amor en todo lo que hagan.
Contextualización
Teológica y Aplicación Práctica:
Aunque
el capítulo 16 de 1 a los Corintios parece ser principalmente un conjunto de
instrucciones y saludos personales, contiene lecciones prácticas para la vida
cristiana.
La
enseñanza sobre la ofrenda para los santos muestra la importancia de la
generosidad y el apoyo mutuo dentro de la comunidad cristiana. Además, los
planes de viaje de Pablo y la mención de otros colaboradores muestran la
naturaleza colaborativa del ministerio cristiano y la importancia de la
comunidad en la fe.
Las
exhortaciones finales de Pablo sobre la valentía, la firmeza en la fe y la
realización de todas las cosas con amor son aplicables a los cristianos en
todas las épocas. Estos principios fundamentales siguen siendo relevantes para
la vida cotidiana de los creyentes, recordándoles la necesidad de perseverar en
la fe, actuar con valentía y demostrar amor en todas sus interacciones.
CONCLUSIÓN
La Primera Epístola a los
Corintios, escrita por el apóstol Pablo, es una carta que aborda una amplia
gama de asuntos teológicos, éticos y prácticos que afectaban a la comunidad
cristiana en la ciudad de Corinto. A lo largo de sus dieciséis capítulos, Pablo
ofrece enseñanzas profundas sobre la unidad en la iglesia, el amor como
principio fundamental, la importancia de los dones espirituales, la
resurrección de los muertos y muchos otros temas relevantes para la vida
cristiana.
Principales
Enseñanzas y Temas Destacados:
La Importancia
del Amor: El capítulo 13 se destaca como
una joya dentro de la carta, enfatizando la centralidad del amor en la vida
cristiana. Pablo resalta que sin amor, todas las demás acciones y dones pierden
su valor.
La Unidad en
la Iglesia: Pablo
advierte sobre las divisiones y conflictos que pueden surgir en la iglesia,
instando a la unidad en Cristo y la importancia de preservar la armonía y el
amor entre los creyentes.
El Valor de
los Dones Espirituales: Ofrece
instrucciones detalladas sobre los dones espirituales y su papel en la
edificación y el crecimiento de la comunidad cristiana.
La
Resurrección de los Muertos: Pablo
presenta la doctrina central de la resurrección de los muertos, vinculándola
estrechamente a la resurrección de Cristo y destacando su importancia para la
fe cristiana.
Aplicación
Práctica y Relevancia Actual:
La Primera Epístola a los
Corintios sigue siendo relevante en la actualidad, ofreciendo principios
eternos y prácticos para la vida y la práctica cristiana. Sus enseñanzas sobre
el amor, la unidad, la ética y la importancia de vivir una vida centrada en Cristo
continúan siendo fundamentales para la iglesia contemporánea.
El llamado a la unidad, la
promoción del amor genuino y la exhortación a vivir en armonía con los dones
dados por Dios son temas atemporales que siguen desafiando a los creyentes hoy
en día. Además, la firme enseñanza sobre la resurrección de los muertos ofrece
esperanza y seguridad en la vida eterna para aquellos que ponen su fe en
Cristo.
En conclusión, la Primera
Epístola a los Corintios no solo ofrece una visión profunda de los desafíos y
problemas que enfrentaba la iglesia primitiva, sino que también proporciona
enseñanzas esenciales y aplicables para la vida cristiana en cualquier época,
recordando la importancia del amor, la unidad y la fe en Cristo.
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