miércoles, 10 de enero de 2024

 

COMENTARIO A LA PRIMERA CARTA A LOS CORINTIOS

 

La Primera Epístola a los Corintios, escrita por el apóstol Pablo, es una de las cartas más importantes del Nuevo Testamento. Dirigida a la iglesia en Corinto, esta epístola aborda una amplia gama de cuestiones teológicas, éticas y prácticas que estaban afectando a la comunidad cristiana en esa ciudad. Compuesta aproximadamente en el año 55-56 d.C., la carta refleja la preocupación de Pablo por los conflictos, las divisiones y los problemas morales y doctrinales que surgieron en la iglesia de Corinto.

Contexto Histórico y Cultural:

Corinto era una ciudad ubicada en Grecia, conocida por su riqueza, diversidad cultural y sus problemas morales. Era un centro comercial próspero y una encrucijada de culturas y religiones, lo que influyó en la comunidad cristiana de diversas maneras. La carta fue escrita por Pablo durante su estancia en Éfeso, en respuesta a informes recibidos sobre problemas dentro de la iglesia de Corinto.

 

Propósito de la Carta:

Corrección de Problemas en la Iglesia: Pablo aborda diversas disputas, divisiones y desórdenes que surgieron entre los creyentes, incluyendo conflictos relacionados con la inmoralidad, la adoración, los dones espirituales y la resurrección.

Instrucción Doctrinal y Ética: Ofrece enseñanzas profundas sobre temas como la unidad, el amor, los dones espirituales, la resurrección, la santidad y la conducta cristiana.

Respuestas a Preguntas Específicas: Aborda preguntas específicas que la iglesia de Corinto tenía sobre temas como el matrimonio, los alimentos sacrificados a ídolos, el papel de las mujeres en la iglesia, entre otros.

 

Temas Clave:

Unidad y División en la Iglesia: Pablo enfatiza la importancia de la unidad en la iglesia, advirtiendo sobre las divisiones y conflictos que socavan la comunidad cristiana.

El Amor como el Principio Fundamental: El capítulo 13, conocido como el "Capítulo del Amor", destaca la centralidad del amor en la vida cristiana y la importancia de vivirlo en la práctica diaria.

Los Dones Espirituales y la Edificación de la Iglesia: Pablo ofrece enseñanzas profundas sobre los dones espirituales y su función en la edificación y el crecimiento de la iglesia.

La Resurrección de los Muertos: Aborda la doctrina fundamental de la resurrección de los muertos, vinculándola a la resurrección de Cristo y su importancia para la fe cristiana.

 

Aplicación Práctica y Relevancia Actual:

La Primera Epístola a los Corintios sigue siendo relevante hoy en día, ofreciendo principios eternos para la vida y la práctica cristiana. Sus enseñanzas sobre el amor, la unidad, la conducta ética y el valor de los dones espirituales siguen siendo fundamentales para la vida de la iglesia y la fe cristiana.

En resumen, la Primera Epístola a los Corintios es un tratado completo que aborda una amplia gama de desafíos y preguntas en la vida de la iglesia primitiva, y continúa siendo una fuente de guía, corrección y enseñanza para los creyentes en la actualidad.

 

 

CAPITULO 1

“Salutación

Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes, a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Acción de gracias por dones espirituales

Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.

¿Está dividido Cristo?

10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. 12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. 13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? 14 Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo, 15 para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre. 16 También bauticé a la familia de Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro. 17 Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.

Cristo, poder y sabiduría de Dios

18 Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. 19 Pues está escrito:

Destruiré la sabiduría de los sabios,

Y desecharé el entendimiento de los entendidos.

20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? 21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. 22 Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; 23 pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; 24 mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. 25 Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.

26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia. 30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; 31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.”

 

El primer capítulo de la Primera Epístola a los Corintios, escrita por el apóstol Pablo, es fundamental para comprender el contexto, los temas y la estructura de esta carta dirigida a la iglesia de Corinto. Esta carta fue escrita por Pablo aproximadamente en el año 55-56 d.C. y está dirigida a la comunidad cristiana en Corinto, una ciudad importante en Grecia en ese momento.

 

Estructura del Capítulo 1:

Versículos 1-3: Saludo y Agradecimiento

Pablo comienza la carta saludando a la iglesia de Corinto y dando gracias a Dios por ellos. Expresa su agradecimiento por la gracia y la paz de Dios que han recibido a través de Jesucristo.

Versículos 4-9: Acción de Gracias por los Dones Espirituales

Pablo destaca los dones espirituales que han sido enriquecidos en la comunidad corintia, enfatizando que no les falta ningún don espiritual mientras esperan la revelación de Jesucristo.

Versículos 10-17: Advertencia contra las Divisiones

Pablo aborda las divisiones y conflictos dentro de la iglesia. Advierte sobre la importancia de la unidad y la armonía entre ellos, exhortándolos a evitar divisiones y a estar unidos en el mismo sentir y propósito en el nombre de Cristo.

Versículos 18-31: Sabiduría del Mundo vs. Sabiduría de Dios

El apóstol contrapone la sabiduría humana con la sabiduría de Dios, señalando que la sabiduría del mundo es considerada como necedad por Dios. Destaca que Dios escoge lo que el mundo considera débil y despreciable para avergonzar a los sabios y poderosos del mundo, enfatizando que la verdadera sabiduría se encuentra en la cruz de Cristo.

 

Temas Principales:

Unidad en la iglesia: Pablo aborda la importancia de la unidad y la armonía entre los creyentes, instándolos a evitar divisiones y conflictos.

Sabiduría divina vs. sabiduría humana: Pablo contrasta la sabiduría del mundo con la sabiduría de Dios, destacando que la cruz de Cristo puede parecer locura para el mundo, pero es la sabiduría de Dios para la salvación.

La gracia y los dones espirituales: Pablo agradece a Dios por los dones espirituales en la comunidad corintia y enfatiza la importancia de estos dones para su edificación.

En resumen, el capítulo 1 de 1 a los Corintios establece las bases para los temas centrales de la carta, abordando la importancia de la unidad en la iglesia, la sabiduría divina frente a la sabiduría humana y la importancia de los dones espirituales en la comunidad cristiana. Estos temas serán desarrollados y ampliados en los capítulos posteriores de la carta.

 

Contexto Teológico y Aplicación Práctica:

El capítulo 1 de 1 Corintios establece una base crucial para la carta. Pablo aborda divisiones que estaban surgiendo en la iglesia de Corinto y enfatiza la necesidad de unidad en Cristo. Destaca la sabiduría de Dios, la cual contrasta con la sabiduría terrenal, desafiando las percepciones humanas de lo que es sabio o poderoso.

Este pasaje tiene aplicaciones prácticas significativas para los creyentes hoy en día. Nos recuerda la importancia de mantener la unidad en la iglesia, evitando divisiones basadas en preferencias personales o lealtades a líderes humanos. También nos desafía a abrazar la "locura" del Evangelio, reconociendo que la sabiduría de Dios a menudo se ve como una locura para el mundo, pero es el poder de Dios para la salvación.

 

 

CAPITULO 2

“Proclamando a Cristo crucificado

Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a este crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

La revelación por el Espíritu de Dios

Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. Antes bien, como está escrito:

Cosas que ojo no vio, ni oído oyó,

Ni han subido en corazón de hombre,

Son las que Dios ha preparado para los que le aman.

10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.

14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. 16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.”

 

El segundo capítulo de la Primera Epístola a los Corintios continúa desarrollando temas importantes introducidos en el capítulo anterior. Este capítulo profundiza en la naturaleza de la sabiduría divina, la revelación de Dios a través del Espíritu Santo y la importancia de tener una mentalidad espiritual en contraposición a la sabiduría humana.

 

Estructura del Capítulo 2:

Versículos 1-5: Predicación centrada en Cristo

Pablo comienza recordando cómo se presentó a la iglesia de Corinto: no con palabras persuasivas de sabiduría humana, sino centrándose únicamente en Cristo crucificado y en el poder del Espíritu Santo al hablar, para que la fe de los corintios no descansara en la sabiduría humana sino en el poder de Dios.

Versículos 6-16: Sabiduría Divina Revelada por el Espíritu Santo

Pablo aborda la sabiduría divina, que fue oculta en el pasado, pero que Dios ha revelado ahora por medio del Espíritu Santo. Esta sabiduría trasciende la comprensión humana y es discernida solo por aquellos que tienen el Espíritu de Dios. Se compara la sabiduría del mundo con la sabiduría de Dios, y se destaca que los creyentes tienen el Espíritu para comprender las cosas de Dios.

 

Temas Principales:

Predicación centrada en Cristo: Pablo recalca que su predicación se enfoca en Cristo crucificado, no en la sabiduría humana, para que la fe de los creyentes se base en el poder de Dios y no en argumentos humanos persuasivos.

La sabiduría divina revelada por el Espíritu: Se enfatiza que la sabiduría de Dios no puede ser entendida mediante la sabiduría humana, sino que es revelada por el Espíritu Santo a aquellos que tienen una mentalidad espiritual.

Discernimiento espiritual: Pablo resalta la importancia del discernimiento espiritual que proviene del Espíritu Santo, permitiendo comprender y discernir las cosas de Dios.

 

Contextualización Teológica y Aplicación Práctica:

El capítulo 2 de 1 a los Corintios muestra la importancia de la revelación divina en contraposición a la sabiduría humana. Pablo enfatiza que la verdadera sabiduría viene de Dios y es revelada a través del Espíritu Santo. Esto tiene implicaciones importantes para los creyentes, ya que implica la necesidad de buscar la guía y la revelación de Dios en lugar de depender de la sabiduría o entendimiento meramente humano.

El énfasis en la obra del Espíritu Santo resalta la importancia de la vida espiritual y el discernimiento en la vida cristiana. Los creyentes son exhortados a buscar la sabiduría divina, permitiendo que el Espíritu Santo les guíe en su comprensión de las Escrituras y en la vida cotidiana.

 

 

CAPITULO 3

Colaboradores de Dios

“De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?

¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.

10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. 11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.

16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 17 Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.

18 Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. 19 Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: Él prende a los sabios en la astucia de ellos. 20 Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos. 21 Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro: 22 sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro, 23 y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.”

 

El capítulo 3 de la Primera Epístola a los Corintios de Pablo sigue abordando temas cruciales para la vida y la madurez espiritual de los creyentes. En este capítulo, Pablo utiliza la metáfora de la edificación para hablar sobre el crecimiento espiritual individual y la unidad en la comunidad cristiana.

 

Estructura del Capítulo 3:

Versículos 1-4: Inmadurez Espiritual

Pablo comienza destacando la inmadurez espiritual de los corintios. Les dice que no pueden recibir enseñanza profunda porque todavía están inmaduros en su fe, aún siguen siendo carnales y no espirituales.

Versículos 5-9: Colaboradores de Dios

Pablo, Apolos y otros líderes cristianos son instrumentos mediante los cuales Dios está trabajando en la comunidad. Pablo compara sus roles con sembrador y edificador, subrayando la importancia de cada uno en la obra de Dios.

Versículos 10-17: Fundamento de la Fe

Pablo explica que Jesucristo es el único fundamento sobre el cual se debe edificar la fe. Advierte sobre la calidad de la construcción espiritual de cada uno, utilizando metáforas de materiales (oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, paja) para ilustrar la solidez o fragilidad de las obras espirituales.

Versículos 18-23: Sabiduría Humana vs. Sabiduría de Dios

Pablo retoma el tema de la sabiduría humana y la contrapone con la sabiduría de Dios. Recalca que la sabiduría del mundo es insensatez delante de Dios y que los creyentes no deben jactarse de sus líderes, ya que todo les pertenece a ellos en Cristo.

Versículos 24-23: Herencia en Cristo

El apóstol concluye enfatizando que los creyentes son de Cristo y Cristo es de Dios, recordándoles su identidad y posición en relación con Dios.

 

Temas Principales:

Inmadurez y madurez espiritual: Pablo aborda la diferencia entre los creyentes inmaduros y maduros, destacando la necesidad de crecer espiritualmente y no quedarse estancados en un nivel de fe superficial.

El fundamento de la fe: Jesucristo es el fundamento sobre el cual se debe edificar la fe. La calidad de la obra de cada individuo será probada en el día del juicio.

La sabiduría de Dios: Pablo insiste en la superioridad de la sabiduría divina sobre la sabiduría humana, lo que implica una perspectiva y enfoque espiritual en lugar de uno terrenal.

 

Contextualización Teológica y Aplicación Práctica:

El capítulo 3 presenta la idea fundamental de edificación espiritual y destaca la importancia de construir nuestras vidas sobre el fundamento sólido que es Jesucristo. Esto implica no solo entender la doctrina de Cristo, sino también aplicarla en la vida diaria. Pablo llama la atención sobre la responsabilidad de los líderes cristianos en su función de edificar y guiar a la comunidad.

La metáfora de los materiales (oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, paja) representa la calidad de las obras de los creyentes. Pablo advierte sobre la posibilidad de que algunas obras sean probadas en el día del juicio y no permanezcan, lo que enfatiza la importancia de edificar sobre Cristo y llevar una vida fiel y coherente con la fe.

 

 

CAPITULO 4

El ministerio de los apóstoles

Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel. Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por tribunal humano; y ni aun yo me juzgo a mí mismo. Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor. Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.

Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros. Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?

Ya estáis saciados, ya estáis ricos, sin nosotros reináis. ¡Y ojalá reinaseis, para que nosotros reinásemos también juntamente con vosotros! Porque según pienso, Dios nos ha exhibido a nosotros los apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte; pues hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres. 10 Nosotros somos insensatos por amor de Cristo, mas vosotros prudentes en Cristo; nosotros débiles, mas vosotros fuertes; vosotros honorables, mas nosotros despreciados. 11 Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija. 12 Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos; nos maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y la soportamos. 13 Nos difaman, y rogamos; hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos.

14 No escribo esto para avergonzaros, sino para amonestaros como a hijos míos amados. 15 Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio. 16 Por tanto, os ruego que me imitéis. 17 Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias. 18 Mas algunos están envanecidos, como si yo nunca hubiese de ir a vosotros. 19 Pero iré pronto a vosotros, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras, sino el poder de los que andan envanecidos. 20 Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder. 21 ¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con amor y espíritu de mansedumbre?”

 

El capítulo 4 de la Primera Epístola a los Corintios continúa con la reflexión de Pablo sobre el liderazgo en la iglesia, la percepción de los líderes cristianos y la actitud de los creyentes hacia ellos. Además, este capítulo se enfoca en la responsabilidad y la actitud de los líderes cristianos frente a Dios y la congregación.

 

Estructura del Capítulo 4:

Versículos 1-5: Servidores de Cristo y Administradores de los Misterios de Dios

Pablo expone la responsabilidad de los líderes cristianos como administradores de los misterios de Dios. Enfatiza la fidelidad requerida en aquellos que desempeñan roles de liderazgo y la imposibilidad de ser juzgados por los hombres, ya que únicamente Dios conoce los corazones.

Versículos 6-13: Contraste entre los Apóstoles y los Corintios

Pablo destaca la diferencia entre los apóstoles, que sufren por causa del Evangelio, y los corintios que se consideran ricos y gloriosos. A pesar de los sufrimientos, los apóstoles son llamados a ser ejemplos de humildad y perseverancia.

Versículos 14-21: Advertencia y Consejos Paternales

Pablo exhorta a la iglesia de Corinto a seguir su ejemplo y a imitar su conducta, no con palabras amenazadoras, sino como un padre amoroso que corrige a sus hijos.

 

Temas Principales:

Responsabilidad de los líderes cristianos: Pablo enfatiza la responsabilidad de los líderes como administradores de los misterios de Dios, exigiendo fidelidad y humildad en su servicio.

Humildad y sufrimiento: Pablo contrasta la actitud de los apóstoles, que a pesar de sufrir por el Evangelio, se mantienen humildes, con la actitud de los corintios, que se consideran ricos y gloriosos.

La actitud de los creyentes hacia los líderes: Pablo instruye a los corintios a seguir el ejemplo de los líderes cristianos y a mostrar respeto y obediencia hacia ellos.

 

Contextualización Teológica y Aplicación Práctica:

El capítulo 4 ofrece una visión profunda del papel y la actitud esperada de los líderes en la iglesia, mostrando la importancia de la humildad, la fidelidad y la perseverancia en el servicio cristiano. Pablo presenta a los líderes como administradores de los misterios de Dios, con la responsabilidad de ser fieles a su llamado y ejemplo para la congregación.

La exhortación de Pablo hacia los corintios busca corregir su actitud hacia los líderes, enfatizando que no se debe juzgar o menospreciar a los servidores de Dios, sino más bien respetarlos, imitar su conducta y aprender de su ejemplo de fidelidad y humildad.

Este capítulo tiene relevancia para la iglesia contemporánea, recordando la importancia de un liderazgo centrado en la fidelidad a Dios y en servir a la congregación con humildad y amor, al tiempo que insta a los creyentes a respetar y seguir a sus líderes espirituales.

 

CAPITULO 5

Un caso de inmoralidad juzgado

De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre. Y vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción?

Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que tal cosa ha hecho. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo, el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.

No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad.

Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; 10 no absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo. 11 Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis. 12 Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? 13 Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.”

 

El capítulo 5 de la Primera Epístola a los Corintios aborda un tema delicado y desafiante en la vida de la iglesia primitiva: la disciplina eclesiástica en respuesta a la inmoralidad sexual dentro de la comunidad cristiana de Corinto.”

 

Estructura del Capítulo 5:

Versículos 1-5: Inmoralidad Sexual en la Iglesia de Corinto

Pablo expone un caso de inmoralidad sexual dentro de la comunidad cristiana de Corinto que no se había abordado adecuadamente. Describe un incidente de incesto, donde un hombre está involucrado en una relación inapropiada con la esposa de su padre. Pablo recalca la gravedad del pecado y la necesidad de tomar medidas disciplinarias.

Versículos 6-8: Advertencia sobre la Levadura

Pablo utiliza la metáfora de la levadura para enfatizar cómo un pecado no abordado puede corromper y afectar a toda la comunidad. Exhorta a eliminar esa influencia pecaminosa para preservar la pureza y la integridad de la iglesia.

Versículos 9-13: Amonestación sobre las Relaciones con los Inmorales

Pablo instruye a la comunidad cristiana a no asociarse con personas que continúan viviendo en inmoralidad sexual entre los creyentes. Sin embargo, aclara que esta instrucción no se refiere a aquellos fuera de la fe, ya que no está en su autoridad juzgarlos.

Versículos 9-13: Exhortación a la Purificación

Pablo recalca que la responsabilidad de juzgar y disciplinar a los miembros que practican la inmoralidad sexual recae en la comunidad misma. Además, presenta una exhortación final para expulsar al hombre que ha cometido tal pecado para preservar la pureza moral y espiritual de la iglesia.

 

Temas Principales:

Disciplina en la Iglesia: Pablo trata la necesidad de la disciplina eclesiástica cuando surge el pecado dentro de la comunidad cristiana, específicamente en casos de inmoralidad sexual.

Pureza y Santidad: Destaca la importancia de mantener la pureza moral y espiritual dentro de la iglesia, preservando la santidad del cuerpo de Cristo.

Diferenciación entre el Juicio Interno y Externo: Pablo distingue entre juzgar y disciplinar a aquellos dentro de la comunidad de fe y dejar que Dios juzgue a los de afuera.

 

Contextualización Teológica y Aplicación Práctica:

El capítulo 5 de 1 a los Corintios presenta un ejemplo claro de la necesidad de la disciplina dentro de la iglesia en respuesta al pecado. Pablo instruye a la comunidad a enfrentar el pecado de manera directa y a tomar medidas para preservar la santidad y la integridad de la congregación.

Este pasaje proporciona pautas importantes para la disciplina eclesiástica en la iglesia cristiana actual. Destaca la necesidad de abordar el pecado de manera seria y amorosa dentro de la comunidad de fe, buscando la restauración y la santificación del individuo y la congregación en su conjunto.

Sin embargo, también subraya la diferencia entre juzgar a aquellos dentro de la comunidad de fe y aquellos que están fuera de ella, recordando que la disciplina debe aplicarse a los creyentes que continúan en pecado, mientras se muestra comprensión y amor hacia los que están fuera.

 

CAPITULO 6

Litigios delante de los incrédulos

¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? Si, pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia? Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos, sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos?

Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados? Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos.

¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

Glorificad a Dios en vuestro cuerpo

1Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna. 13 Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. 14 Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder. 15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. 16 ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. 17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 18 Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”

 

El capítulo 6 de la Primera Epístola a los Corintios es una continuación del tema de la disciplina y la corrección dentro de la comunidad cristiana, pero también abarca otros asuntos legales y éticos que los corintios estaban enfrentando.

 

Estructura del Capítulo 6:

Versículos 1-8: Disputas entre Hermanos

Pablo aborda la cuestión de llevar asuntos legales entre hermanos cristianos ante tribunales seculares. Él reprende a los creyentes por llevar sus disputas internas ante jueces no creyentes en lugar de resolver los conflictos dentro de la iglesia. Les exhorta a resolver sus diferencias entre sí y no ante el mundo, incluso aceptando la injusticia si es necesario, en lugar de deshonrar el nombre de Cristo con disputas públicas.

Versículos 9-11: Advertencia contra la Injusticia y la Inmoralidad

Pablo les recuerda a los corintios que los injustos no heredarán el reino de Dios, haciendo énfasis en diferentes tipos de pecados, incluyendo la inmoralidad sexual. Insta a los creyentes a vivir en santidad y pureza, advirtiendo que estas prácticas pecaminosas son incompatibles con la vida cristiana.

Versículos 12-20: El Cuerpo y la Santificación

Pablo aborda el tema de la sexualidad, enseñando sobre la importancia de la santidad y la pureza del cuerpo, ya que nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo. Destaca que el pecado sexual es un pecado contra el propio cuerpo y recalca el llamado a glorificar a Dios con nuestros cuerpos, evitando la inmoralidad sexual.

Versículos 19-20: Pertenencia a Dios y Comprados con Precio

Pablo enfatiza que los creyentes no son dueños de sí mismos, ya que han sido comprados a un precio, que es el sacrificio de Jesucristo en la cruz. Por tanto, deben glorificar a Dios en sus cuerpos y en sus espíritus, perteneciéndole completamente.

 

Temas Principales:

Resolución de Disputas entre Hermanos: Pablo insta a los creyentes a resolver sus conflictos y disputas internas entre ellos mismos, sin llevarlos a los tribunales seculares.

Santidad y Pureza Sexual: Se destaca la importancia de la santidad y la pureza en el contexto de la sexualidad, recordando a los creyentes que sus cuerpos son templos del Espíritu Santo y deben glorificar a Dios con ellos.

Pertenencia a Dios y Santificación: Pablo resalta que los creyentes han sido redimidos por el sacrificio de Jesucristo y, por tanto, deben vivir vidas que reflejen esa redención, glorificando a Dios con sus vidas.

 

Contextualización Teológica y Aplicación Práctica:

El capítulo 6 de 1 a los Corintios ofrece enseñanzas profundas sobre la resolución de disputas entre creyentes, la importancia de la pureza sexual y la realidad de ser templos del Espíritu Santo. Estos principios siguen siendo relevantes hoy en día para la vida cristiana y la dinámica de la iglesia.

La enseñanza de Pablo sobre resolver conflictos internos dentro de la iglesia es un llamado a la unidad y la armonía entre los creyentes, evitando la deshonra del nombre de Cristo ante el mundo. Además, su enfoque en la sexualidad refuerza la idea de la santidad y la pureza como parte esencial de la vida cristiana.

El énfasis en que los creyentes son templos del Espíritu Santo recalca la importancia de vivir vidas santas y agradables a Dios en todos los aspectos, incluyendo la sexualidad. Esta perspectiva resalta la responsabilidad y el honor de ser poseídos por Dios y llama a una vida que refleje esta realidad.

 

CAPITULO 7

Problemas del matrimonio

En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer; pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento. Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro.

Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando.

10 Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; 11 y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer.

12 Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. 13 Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. 14 Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos. 15 Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios. 16 Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?

17 Pero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno, así haga; esto ordeno en todas las iglesias. 18 ¿Fue llamado alguno siendo circunciso? Quédese circunciso. ¿Fue llamado alguno siendo incircunciso? No se circuncide. 19 La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios. 20 Cada uno en el estado en que fue llamado, en él se quede. 21 ¿Fuiste llamado siendo esclavo? No te dé cuidado; pero también, si puedes hacerte libre, procúralo más. 22 Porque el que en el Señor fue llamado siendo esclavo, liberto es del Señor; asimismo el que fue llamado siendo libre, esclavo es de Cristo. 23 Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres. 24 Cada uno, hermanos, en el estado en que fue llamado, así permanezca para con Dios.

25 En cuanto a las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel. 26 Tengo, pues, esto por bueno a causa de la necesidad que apremia; que hará bien el hombre en quedarse como está. 27 ¿Estás ligado a mujer? No procures soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procures casarte. 28 Mas también si te casas, no pecas; y si la doncella se casa, no peca; pero los tales tendrán aflicción de la carne, y yo os la quisiera evitar. 29 Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen; 30 y los que lloran, como si no llorasen; y los que se alegran, como si no se alegrasen; y los que compran, como si no poseyesen; 31 y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa.

32 Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; 33 pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer. 34 Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido. 35 Esto lo digo para vuestro provecho; no para tenderos lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os acerquéis al Señor.

36 Pero si alguno piensa que es impropio para su hija virgen que pase ya de edad, y es necesario que así sea, haga lo que quiera, no peca; que se case. 37 Pero el que está firme en su corazón, sin tener necesidad, sino que es dueño de su propia voluntad, y ha resuelto en su corazón guardar a su hija virgen, bien hace. 38 De manera que el que la da en casamiento hace bien, y el que no la da en casamiento hace mejor.

39 La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor. 40 Pero a mi juicio, más dichosa será si se quedare así; y pienso que también yo tengo el Espíritu de Dios.”

 

El capítulo 7 de la Primera Epístola a los Corintios de Pablo aborda una serie de cuestiones sobre el matrimonio, la soltería y las relaciones sexuales. Pablo responde a preguntas planteadas por los corintios y ofrece instrucciones y consejos basados en principios bíblicos para estas áreas de la vida.

 

Estructura del Capítulo 7:

Versículos 1-6: Principios sobre el Matrimonio y la Abstinencia Sexual

Pablo comienza abordando la relación entre la intimidad sexual y el matrimonio, afirmando que cada esposo debe cumplir sus deberes conyugales para evitar la tentación de la inmoralidad sexual. Sin embargo, también aborda la idea de la abstinencia temporal para dedicarse a la oración.

Versículos 7-9: Consejos a los Solteros y Viudos

Pablo ofrece consejos a aquellos que son solteros o viudos, destacando la ventaja de permanecer soltero si se puede mantener la autodisciplina. Sin embargo, si no pueden contenerse, es mejor casarse para evitar caer en la tentación sexual.

Versículos 10-16: Instrucciones a los Casados y la Santificación del Cónyuge Incrédulo

Pablo instruye a los casados, ofreciendo orientación sobre cómo manejar las diferencias matrimoniales y enfatiza la importancia de permanecer en el matrimonio si ambos cónyuges están dispuestos, incluso si uno de ellos no es creyente.

Versículos 17-24: Vivir Según el Llamado de Dios

Pablo aconseja a los creyentes que vivan conforme al llamado que Dios les ha otorgado, ya sea casados o solteros, para que puedan servir a Dios en la situación en la que fueron llamados.

Versículos 25-40: Consejos sobre la Soltería y el Matrimonio

Pablo da instrucciones y consejos sobre la soltería, indicando la ventaja de permanecer soltero debido a las dificultades de la vida matrimonial en un tiempo de persecución y aflicción. Sin embargo, si alguien siente una fuerte inclinación hacia el matrimonio, no hay pecado en casarse.

Temas Principales:

Matrimonio y Abstinencia Sexual: Pablo aborda las relaciones matrimoniales y la importancia de la intimidad sexual dentro del matrimonio para evitar la inmoralidad.

Soltería y Matrimonio: Ofrece consejos a los solteros y viudos, discutiendo las ventajas y desventajas de permanecer soltero o casarse.

Servir a Dios en Cualquier Situación: Pablo enfatiza la importancia de vivir conforme al llamado de Dios, ya sea casados o solteros, para servirle fielmente en cualquier situación.

 

Contextualización Teológica y Aplicación Práctica:

El capítulo 7 de 1 a los Corintios ofrece una perspectiva bíblica sobre el matrimonio, la soltería y las relaciones sexuales, destacando la importancia de la fidelidad, la autodisciplina y el servicio a Dios en todas las circunstancias.

La enseñanza de Pablo sobre el matrimonio como una institución santa y la importancia de la fidelidad y la intimidad dentro de esa relación sigue siendo relevante en la actualidad. Además, sus consejos sobre la soltería y el servicio a Dios son aplicables a las diversas situaciones en las que se encuentran los creyentes.

Pablo enfatiza la idea de vivir en fidelidad a Dios, independientemente del estado civil, para honrar a Dios en todas las áreas de la vida, incluyendo el matrimonio o la soltería. La clave es servir a Dios fielmente en cualquier circunstancia en la que nos encontremos.

 

 

CAPITULO 8

Lo sacrificado a los ídolos

En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica. Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo. Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él.

Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios. Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), para nosotros, sin embargo, solo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.

Pero no en todos hay este conocimiento; porque algunos, habituados hasta aquí a los ídolos, comen como sacrificado a ídolos, y su conciencia, siendo débil, se contamina. Si bien la vianda no nos hace más aceptos ante Dios; pues ni porque comamos, seremos más, ni porque no comamos, seremos menos. Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles. 10 Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un lugar de ídolos, la conciencia de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de lo sacrificado a los ídolos? 11 Y por el conocimiento tuyo, se perderá el hermano débil por quien Cristo murió. 12 De esta manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis. 13 Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano.”

 

El capítulo 8 de la Primera Epístola a los Corintios trata sobre la cuestión de la comida sacrificada a ídolos paganos, un tema relevante para la iglesia en Corinto debido al entorno cultural y religioso en el que vivían.

 

Estructura del Capítulo 8:

Versículos 1-3: El Conocimiento y el Amor

Pablo comienza abordando el conocimiento, señalando que "el conocimiento envanece, pero el amor edifica". Destaca la importancia del amor en contraposición al conocimiento, advirtiendo sobre el orgullo intelectual que puede llevar a la arrogancia en lugar de edificar a los demás.

Versículos 4-6: Acerca de los Ídolos y los Dioses

Pablo discute el concepto de los ídolos y cómo, para algunos, estos ídolos no representan ninguna realidad (dioses falsos) ya que solo hay un Dios verdadero. Describe la perspectiva de los cristianos en cuanto a estos ídolos y cómo el conocimiento de la unicidad de Dios afecta su entendimiento de las cosas sacrificadas a ídolos.

Versículos 7-13: El Amor y la Consideración por los Débiles en la Fe

Pablo aborda la idea de la conciencia y cómo las acciones de un creyente pueden afectar la conciencia de otros que son más débiles en su fe. Aunque algunos podrían considerar que comer alimentos sacrificados a ídolos no tiene significado alguno, Pablo insta a aquellos que tienen este conocimiento a considerar a los más débiles, para no ser causa de tropiezo para ellos.

 

Temas Principales:

Conocimiento y Amor: Pablo contrasta la importancia del conocimiento con la del amor, enfatizando que el amor es más importante que el mero conocimiento intelectual, ya que el conocimiento puede inflar el ego, mientras que el amor edifica y construye relaciones.

Ídolos y Comida Sacrificada: Aborda la cuestión de la comida sacrificada a ídolos, señalando que los ídolos no son dioses reales, pero que para algunos, este acto puede generar conflictos y desafíos en su fe.

Consideración por los Débiles en la Fe: Pablo destaca la importancia de considerar a aquellos que son más débiles en su fe, evitando actuar de una manera que pueda causarles daño o que los haga caer en la fe por falta de comprensión.

 

Contextualización Teológica y Aplicación Práctica:

El capítulo 8 de 1 a los Corintios proporciona principios valiosos sobre cómo equilibrar el conocimiento y la consideración amorosa hacia los demás en cuestiones disputadas dentro de la comunidad cristiana. Aunque los ídolos no tienen poder real y la comida sacrificada a ellos no tiene significado para algunos cristianos, Pablo insta a la consideración por los demás en la comunidad.

En la actualidad, este pasaje tiene aplicaciones prácticas en situaciones donde los creyentes enfrentan desacuerdos en cuestiones de convicción personal o prácticas religiosas. Aunque algo pueda ser permitido o aceptable para algunos, es importante considerar cómo podría afectar a otros en su caminar de fe.

Pablo enfatiza el papel del amor y la consideración por los demás, especialmente por aquellos que son más débiles en su fe, y anima a los creyentes a actuar con sabiduría y amor para no poner obstáculos en la fe de los demás.

 

 

CAPITULO 9

Los derechos de un apóstol

¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor? Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor.

Contra los que me acusan, esta es mi defensa: ¿Acaso no tenemos derecho de comer y beber? ¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas? ¿O solo yo y Bernabé no tenemos derecho de no trabajar? ¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño?

¿Digo esto solo como hombre? ¿No dice esto también la ley? Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, 10 o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto. 11 Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material? 12 Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros?

Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo. 13 ¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? 14 Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.

15 Pero yo de nada de esto me he aprovechado, ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie desvanezca esta mi gloria. 16 Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!

17 Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada. 18 ¿Cuál, pues, es mi galardón? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho en el evangelio. 19 Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número. 20 Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; 21 a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley. 22 Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos. 23 Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él.

24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. 25 Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. 26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, 27 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.”

 

El capítulo 9 de la Primera Epístola a los Corintios presenta la defensa de Pablo de su apostolado y su derecho a recibir apoyo material por su labor en el ministerio.

 

Estructura del Capítulo 9:

Versículos 1-2: El Apostolado de Pablo

Pablo defiende su apostolado, afirmando que, si bien él no es un apóstol a los ojos de algunos, para los corintios él ciertamente lo es. Les exhorta a ser su carta de recomendación, ya que ellos son el fruto de su ministerio.

Versículos 3-14: El Derecho al Sustento Material

Pablo presenta argumentos a favor de recibir apoyo material por su ministerio. Compara su derecho a recibir apoyo con el de otros apóstoles y líderes que lo reciben. Utiliza ejemplos del mundo agrícola, bíblico y de la Ley de Moisés para respaldar su posición de que los que trabajan en el ministerio deben recibir apoyo material de aquellos a quienes sirven.

Versículos 15-18: Renuncia a los Derechos Personales

A pesar de su derecho a recibir apoyo, Pablo declara que no ha utilizado este derecho, prefiriendo renunciar a él para no poner un obstáculo en el camino del Evangelio. Su objetivo principal es predicar el Evangelio gratuitamente para no poner tropiezo a nadie y compartir la recompensa eterna.

Versículos 19-23: El Sacrificio de Pablo por el Evangelio

Pablo explica su estrategia de adaptación cultural y su disposición a sacrificar sus derechos personales para ganar a los judíos y a los gentiles. Su enfoque es ganar a todos para Cristo, adaptándose a diferentes contextos culturales para compartir el Evangelio.

Versículos 24-27: La Carrera Cristiana

Pablo compara la vida cristiana con una carrera, enfatizando la disciplina y la determinación necesarias para perseverar. Destaca la importancia de disciplinarse y autocontrolarse para no ser descalificado en la carrera espiritual.

 

Temas Principales:

Derecho al Sustento Ministerial: Pablo defiende el derecho de los ministros a recibir apoyo material por su labor en el ministerio, utilizando ejemplos y argumentos para respaldar esta posición.

Renuncia a los Derechos Personales: A pesar de tener derecho al apoyo, Pablo decide renunciar a este derecho por amor al Evangelio, para no ser un tropiezo para nadie y para compartir gratuitamente el mensaje de Cristo.

Enfoque Evangelístico: Pablo muestra su enfoque en alcanzar a todos con el Evangelio, adaptándose a diferentes contextos culturales y renunciando a sus propios derechos para ganar a otros para Cristo.

 

Contextualización Teológica y Aplicación Práctica:

El capítulo 9 de 1 a los Corintios ofrece lecciones valiosas sobre el sustento material de los ministros, el sacrificio personal por el Evangelio y la adaptabilidad en el servicio a Dios.

En la actualidad, este pasaje tiene implicaciones importantes en la comprensión del apoyo económico para los líderes y ministros en la iglesia. Pablo deja claro que los que trabajan en el ministerio deben recibir apoyo material, pero también enfatiza la importancia de no poner tropiezos en el camino del Evangelio.

Este capítulo también desafía a los cristianos a vivir con determinación y autocontrol en su caminar con Cristo, comparando la vida cristiana con una carrera que requiere disciplina y enfoque.

 

 

CAPITULO 10

Amonestaciones contra la idolatría

Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, y todos comieron el mismo alimento espiritual, y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto.

Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar. Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil. Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. 10 Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor. 11 Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. 12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

14 Por tanto, amados míos, huid de la idolatría. 15 Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo. 16 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? 17 Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan. 18 Mirad a Israel según la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar? 19 ¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos? 20 Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. 21 No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios. 22 ¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que él?

Haced todo para la gloria de Dios

23 Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica. 24 Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. 25 De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia; 26 porque del Señor es la tierra y su plenitud. 27 Si algún incrédulo os invita, y queréis ir, de todo lo que se os ponga delante comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia. 28 Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos; no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por motivos de conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud. 29 La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro? 30 Y si yo con agradecimiento participo, ¿por qué he de ser censurado por aquello de que doy gracias?

31 Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. 32 No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios; 33 como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.”

 

El capítulo 10 de la Primera Epístola a los Corintios continúa con el tema de la comida sacrificada a ídolos y amplía la discusión para abordar la advertencia y la exhortación de Pablo sobre la importancia de aprender de las lecciones del pasado y evitar caer en la tentación.

 

Estructura del Capítulo 10:

Versículos 1-5: Advertencia sobre el Peligro de la Complacencia

Pablo comienza recordando a los corintios la historia del pueblo de Israel en el Antiguo Testamento, señalando cómo, a pesar de haber experimentado la protección y las bendiciones de Dios, muchos de ellos fueron desobedientes y desagradaron a Dios. Utiliza estos ejemplos para advertir a los creyentes de Corinto sobre la complacencia y la confianza excesiva.

Versículos 6-13: Advertencia sobre la Tentación

Pablo hace hincapié en que los errores y caídas de Israel en el pasado son ejemplos para la iglesia cristiana. Insta a los creyentes a aprender de estas lecciones y a tener cuidado para no caer en la tentación. Afirma que Dios proveerá una salida para aquellos que son tentados, y alienta a buscar la manera de escapar de situaciones que puedan llevar al pecado.

Versículos 14-22: Participación en la Mesa del Señor y en la de los Demonios

Pablo advierte sobre la participación en la mesa del Señor y en la de los demonios, indicando que no se puede participar en ambas. Destaca la incompatibilidad entre ser parte del pueblo de Dios y participar en prácticas paganas y demoníacas.

Versículos 23-33: Libertad y Edificación

Pablo vuelve a la cuestión de la libertad cristiana y cómo deben ser usadas estas libertades. Si bien todo es lícito, no todo es conveniente. Enfatiza la importancia de no buscar el propio beneficio sino el de los demás, para no ser un obstáculo para la fe de los demás.

 

Temas Principales:

Lecciones del Pasado: Pablo utiliza los ejemplos del Antiguo Testamento, particularmente la historia de Israel, para advertir a los creyentes sobre los peligros de la complacencia y la confianza excesiva.

Advertencia sobre la Tentación: Destaca la importancia de aprender de los errores del pasado para no caer en las mismas trampas de pecado, afirmando que Dios proveerá una salida de la tentación.

Participación en Prácticas Demoníacas: Advierte sobre la incompatibilidad entre participar en la mesa del Señor y en la de los demonios, subrayando que no se puede participar simultáneamente en la comunión con Dios y en prácticas paganas.

 

Contextualización Teológica y Aplicación Práctica:

El capítulo 10 de 1 a los Corintios ofrece enseñanzas importantes sobre la importancia de aprender de la historia y las experiencias del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento. Pablo destaca la relevancia de estas lecciones para los creyentes cristianos, advirtiendo sobre los peligros de la complacencia y la participación en prácticas que no son compatibles con la fe en Cristo.

Esta advertencia tiene una aplicación práctica en la vida cristiana contemporánea. Insta a los creyentes a ser cuidadosos con las decisiones que toman, a evitar situaciones que puedan llevar al pecado y a ser sensibles a cómo sus acciones pueden impactar en la fe de los demás.

El énfasis en la responsabilidad de usar la libertad cristiana de manera que edifique a otros es un recordatorio importante para la iglesia en la actualidad. La vida cristiana no solo se trata de nuestra libertad individual, sino de cómo nuestras acciones afectan a la comunidad y la fe de otros.

 

 

CAPITULO 11

Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.

Atavío de las mujeres

Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué. Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza. Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado. Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra. Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. 10 Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles. 11 Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; 12 porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios. 13 Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza? 14 La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? 15 Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello. 16 Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.

Abusos en la Cena del Señor

17 Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor. 18 Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. 19 Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados. 20 Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor. 21 Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga. 22 Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.

Institución de la Cena del Señor

Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. 25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. 26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.

Tomando la Cena indignamente

27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. 29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. 30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. 31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; 32 mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.

33 Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros. 34 Si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio. Las demás cosas las pondré en orden cuando yo fuere.”

El capítulo 11 de la Primera Epístola a los Corintios es un pasaje extenso que aborda varios temas relacionados con el comportamiento y la conducta de la iglesia en sus reuniones, particularmente en lo que respecta al orden, la adoración y la cena del Señor.

 

Estructura del Capítulo 11:

Versículos 1-3: Pablo exhorta a seguir su ejemplo como él sigue a Cristo. Menciona la cabeza de todo hombre es Cristo, la cabeza de la mujer es el hombre y la cabeza de Cristo es Dios.

Versículos 4-6: Pablo aborda el tema del cabello cubriendo la cabeza en oración o profecía, estableciendo la distinción entre roles de género y la importancia de respetar la autoridad divina.

Versículos 7-10: Discute la naturaleza de la mujer como reflejo de la gloria de hombre y la necesidad del velo por respeto a los ángeles.

Versículos 11-12: Pablo equilibra la relación entre el hombre y la mujer, afirmando la interdependencia y necesidad mutua entre ambos.

Versículos 13-16: Continúa hablando sobre el cabello y el velo, concluyendo que si alguien quiere discutir acerca de este asunto, sepan que no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.

Versículos 17-22: Critica el comportamiento inapropiado de la comunidad de Corinto en sus reuniones, señalando divisiones y desórdenes durante la Cena del Señor.

Versículos 23-26: Recuerda la institución de la Cena del Señor por Jesús, instando a hacerlo en su memoria y de una manera adecuada.

Versículos 27-34: Advierte sobre participar indignamente en la Cena del Señor, instando a un autoexamen y a esperar el uno al otro.

 

Temas Principales:

Orden en la Adoración: Pablo instruye sobre la importancia del orden y la decoro durante la adoración y la Cena del Señor en las reuniones de la iglesia.

Roles de Género: Aborda el tema de los roles de género y la sumisión, relacionando esto con la naturaleza de la autoridad y el respeto en el contexto de la adoración.

La Cena del Señor: Pablo enfatiza la importancia de celebrar la Cena del Señor con respeto, reverencia y entendiendo su significado en memoria de Jesús.

 

Contextualización Teológica y Aplicación Práctica:

El capítulo 11 de 1 a los Corintios presenta enseñanzas tanto sobre el orden en las reuniones de la iglesia como sobre la importancia de la comunión y la Cena del Señor. Las instrucciones de Pablo sobre el uso del velo y el cabello están relacionadas con la cultura y las costumbres de su tiempo, pero también tienen principios aplicables a la autoridad y el respeto en la adoración.

Este capítulo ha sido objeto de interpretaciones variadas en cuanto a la aplicación práctica de las enseñanzas de Pablo sobre los roles de género y el velo. Algunos ven estas instrucciones como específicas para la cultura de esa época, mientras que otros consideran que los principios subyacentes aún tienen relevancia en la actualidad en términos de respeto, orden y autoridad en la adoración.

La advertencia de Pablo sobre la dignidad y reverencia al participar en la Cena del Señor es una exhortación importante para los creyentes contemporáneos. Nos recuerda la solemnidad y la importancia de participar en esta práctica espiritual con corazones sinceros y en unión con los demás creyentes.

 

 

CAPITULO 12

Dones espirituales

No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales. Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos. Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.

Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a este es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. 10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. 11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.

12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. 13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.

14 Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15 Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 16 Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 17 Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? 18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. 19 Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? 20 Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. 21 Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. 22 Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; 23 y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a estos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro. 24 Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, 25 para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. 26 De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.

27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. 28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. 29 ¿Son todos apóstoles?, ¿son todos profetas?, ¿todos maestros?, ¿hacen todos milagros? 30 ¿Tienen todos dones de sanidad?, ¿hablan todos lenguas?, ¿interpretan todos? 31 Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente.”

 

El capítulo 12 de la Primera Epístola a los Corintios trata sobre los dones espirituales y la diversidad de ministerios en la Iglesia, enfatizando la unidad en la diversidad y la importancia de cada miembro en el cuerpo de Cristo.

 

Estructura del Capítulo 12:

Versículos 1-3: Introducción sobre los Dones Espirituales

Pablo comienza abordando la cuestión de los dones espirituales, asegurando a los corintios que no deben ignorar este tema y haciendo hincapié en la importancia de su entendimiento respecto a los mismos.

Versículos 4-11: Variedad de Dones, un mismo Espíritu

Pablo describe la diversidad de los dones espirituales concedidos por el Espíritu Santo, enfatizando que aunque hay diferentes dones, provienen del mismo Espíritu. Destaca la importancia de cada uno de estos dones y cómo son dados para el bien común de la comunidad.

Versículos 12-31: Unidad en la Diversidad del Cuerpo de Cristo

Pablo compara a la iglesia con un cuerpo, donde cada miembro tiene su función específica y es esencial para el buen funcionamiento del conjunto. Ilustra la importancia de la diversidad de dones y roles, asegurando que todos son necesarios y deben trabajar juntos en armonía.

 

Temas Principales:

Dones Espirituales: Pablo aborda la diversidad de los dones espirituales y enfatiza su origen común en el Espíritu Santo. Destaca la importancia de estos dones en el funcionamiento de la Iglesia.

Unidad en la Diversidad: Utiliza la metáfora del cuerpo para ilustrar la unidad en la diversidad dentro de la Iglesia. Cada miembro tiene un papel vital y complementario en el cuerpo de Cristo.

La Importancia de Cada Miembro: Destaca que todos los dones son importantes y necesarios en la comunidad cristiana. No debe haber división ni menosprecio de unos dones sobre otros.

 

Contextualización Teológica y Aplicación Práctica:

El capítulo 12 de 1 a los Corintios destaca la importancia de los dones espirituales y la diversidad de ministerios dentro de la Iglesia. Pablo enfatiza que estos dones son otorgados por el Espíritu Santo para edificar y fortalecer la comunidad de creyentes.

Este pasaje tiene importantes implicaciones para la iglesia contemporánea. Insta a los creyentes a reconocer la diversidad de dones y talentos presentes en la comunidad cristiana, y a valorar la contribución de cada miembro. En lugar de comparar o menospreciar ciertos dones sobre otros, se debe valorar la diversidad y trabajar en armonía para el crecimiento del cuerpo de Cristo.

Además, este capítulo enfatiza la unidad en medio de la diversidad. La Iglesia es como un cuerpo, donde cada parte es esencial y contribuye al bienestar general. Esto llama a la cooperación, el respeto y la humildad entre los creyentes, reconociendo que todos desempeñan un papel vital en la misión y el servicio de la Iglesia.

Su aplicación práctica se centra en valorar y utilizar estos dones para la edificación mutua y el servicio comunitario, reconociendo la importancia de cada miembro en el cuerpo de Cristo.

CAPITULO 13

La preeminencia del amor

Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; 10 mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. 12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. 13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.”

 

El capítulo 13 de la Primera Epístola a los Corintios es conocido como el "Capítulo del Amor" por su enfoque en la naturaleza y la excelencia del amor cristiano.

 

Estructura del Capítulo 13:

Versículos 1-3: La Supremacía del Amor

Pablo comienza enfatizando que aunque alguien tenga dones espirituales impresionantes, si no tiene amor, esos dones carecen de valor. Usa ejemplos impactantes para resaltar la importancia del amor por encima de cualquier otro atributo o don.

Versículos 4-7: Características del Amor

Pablo describe las características del amor cristiano, enumerando sus atributos: la paciencia, la bondad, la falta de envidia, la falta de orgullo, la falta de comportamiento egoísta, la falta de rencor, la falta de placer en la injusticia, la alegría en la verdad y la perseverancia.

Versículos 8-13: La Permanencia del Amor

Pablo declara que el amor nunca falla y es eterno, a diferencia de los dones temporales como la profecía, las lenguas y el conocimiento. Explica que estos dones cesarán, pero el amor permanecerá para siempre. Destaca la importancia del amor como el mayor de los dones.

 

Temas Principales:

La Supremacía del Amor: Pablo destaca que el amor es la esencia más elevada y necesaria en la vida cristiana, superando incluso los dones espirituales y cualquier otro logro o capacidad.

Características del Amor: Describe las características del amor genuino, destacando su naturaleza desinteresada, paciente, benevolente y persistente, enfatizando cómo estas cualidades definen la esencia del amor cristiano.

La Permanencia del Amor: Pablo contrasta la naturaleza eterna y perdurable del amor con la temporalidad de los dones espirituales, enfatizando que el amor perdurará más allá de cualquier otro don o capacidad humana.

 

Contextualización Teológica y Aplicación Práctica:

El capítulo 13 de 1 a los Corintios es una expresión profunda sobre la importancia y la naturaleza del amor en la vida cristiana. Pablo enfatiza que el amor es fundamental para el cristianismo, ya que es el motor que impulsa la fe y el servicio.

Este pasaje sigue siendo muy relevante y aplicable hoy en día. Ofrece un estándar elevado para el comportamiento y la actitud cristiana, alentando a los creyentes a vivir y mostrar amor en todas sus interacciones y relaciones. El amor cristiano, como lo describe Pablo, trasciende las acciones y se refiere al corazón y la intención detrás de ellas.

Además, el capítulo 13 de 1 a los Corintios desafía a los creyentes a priorizar el amor sobre otros logros o capacidades. Nos recuerda que sin amor, los logros, dones y obras son vacíos. El amor no es solo una emoción, sino un compromiso y una forma de vida que abarca todas las relaciones y acciones.

 

 

CAPITULO 14

El hablar en lenguas

Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis. Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios. Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia. Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.

Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina? Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara? Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla? Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire. 10 Tantas clases de idiomas hay, seguramente, en el mundo, y ninguno de ellos carece de significado. 11 Pero si yo ignoro el valor de las palabras, seré como extranjero para el que habla, y el que habla será como extranjero para mí. 12 Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.

13 Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla. 14 Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. 15 ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento. 16 Porque si bendices solo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho. 17 Porque tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado. 18 Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros; 19 pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.

20 Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar. 21 En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor. 22 Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes. 23 Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos? 24 Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado; 25 lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros.

26 ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación. 27 Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete. 28 Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios. 29 Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen. 30 Y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero. 31 Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados. 32 Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas; 33 pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz.

Como en todas las iglesias de los santos, 34 vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. 35 Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación. 36 ¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios, o solo a vosotros ha llegado?

37 Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor. 38 Mas el que ignora, ignore. 39 Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas; 40 pero hágase todo decentemente y con orden.”

 

El capítulo 14 de la Primera Epístola a los Corintios se centra en el don de las lenguas y la profecía, y ofrece instrucciones sobre la manera adecuada de ejercer los dones espirituales durante las reuniones de la iglesia.

 

Estructura del Capítulo 14:

Versículos 1-5: La Preferencia por la Profecía

Pablo enfatiza la superioridad de la profecía sobre las lenguas, ya que la profecía edifica a la iglesia, mientras que el que habla en lenguas se edifica a sí mismo. Alienta a los creyentes a buscar dones que edifiquen a la iglesia.

Versículos 6-19: La Importancia de la Inteligibilidad

Pablo subraya la importancia de la claridad y la comprensión en la adoración. Argumenta que el lenguaje debe ser inteligible para que todos se edifiquen, destacando que es mejor profetizar que hablar en lenguas si no hay interpretación.

Versículos 20-25: Advertencia sobre el Uso de las Lenguas

Pablo advierte sobre el peligro de la confusión cuando todos hablan en lenguas desconocidas, ya que esto podría causar desorden y ser un tropiezo para los no creyentes. Afirma que es preferible profetizar para que los incrédulos puedan entender y ser convencidos.

Versículos 26-33: Directrices para el Orden en las Reuniones

Pablo ofrece instrucciones para las reuniones de la iglesia, destacando la importancia del orden y la edificación mutua. Hablar en lenguas debe ser regulado y si no hay intérprete, uno debe hablar en silencio en la iglesia.

Versículos 34-40: Más Directrices y Admoniciones

Pablo establece directrices adicionales sobre el comportamiento en las reuniones, incluyendo la sumisión de las mujeres y la exhortación a hacer todas las cosas decentemente y con orden.

 

Temas Principales:

Edificación de la Iglesia: Pablo enfatiza la importancia de los dones que edifican a la iglesia sobre los que son para el crecimiento individual.

Claridad y Comprensión: Destaca la importancia de la inteligibilidad en el habla durante las reuniones de la iglesia para que todos puedan ser edificados.

Orden y Decoro: Pablo instruye sobre el orden y la conducta apropiada en las reuniones, enfatizando la importancia de la sumisión y el respeto al contexto cultural.

Contextualización Teológica y Aplicación Práctica:

El capítulo 14 de 1 a los Corintios ofrece directrices prácticas para el ejercicio de los dones espirituales, especialmente en lo que respecta a las lenguas y la profecía, durante las reuniones de la iglesia. Aunque el énfasis está en las lenguas y la profecía en el contexto específico de la iglesia de Corinto, las enseñanzas generales sobre la edificación, la claridad, el orden y el respeto en la adoración tienen aplicaciones atemporales.

En la actualidad, estas enseñanzas resaltan la importancia de buscar dones que edifiquen y beneficien a toda la comunidad, y cómo estos deben ser ejercidos de manera ordenada y comprensible para el crecimiento espiritual de todos. El énfasis en la edificación de la iglesia y la claridad en la adoración sigue siendo relevante para las congregaciones modernas, instando a un culto centrado en la edificación mutua y la comprensión colectiva.

Además, las directrices sobre el orden y la conducta en las reuniones de la iglesia ofrecen principios sobre el respeto, la sumisión y la moderación en el ejercicio de los dones espirituales, recordando la importancia de la decencia y el orden en el contexto de la adoración comunitaria.

 

 

CAPITULO 15

La resurrección de los muertos

Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.

Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. 10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. 11 Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído.

12 Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? 13 Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. 14 Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. 15 Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. 16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; 17 y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. 18 Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. 19 Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres.

20 Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. 23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. 24 Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. 25 Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. 26 Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. 27 Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. 28 Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.

29 De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos? 30 ¿Y por qué nosotros peligramos a toda hora? 31 Os aseguro, hermanos, por la gloria que de vosotros tengo en nuestro Señor Jesucristo, que cada día muero. 32 Si como hombre batallé en Éfeso contra fieras, ¿qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos. 33 No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. 34 Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza vuestra lo digo.

35 Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? 36 Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes. 37 Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano; 38 pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo. 39 No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves. 40 Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales. 41 Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria.

42 Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. 43 Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. 44 Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. 45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. 46 Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. 47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. 48 Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. 49 Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial. 50 Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.

51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. 53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. 54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. 55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? 56 ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. 57 Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.

58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.”

 

El capítulo 15 de la Primera Epístola a los Corintios es uno de los capítulos más importantes y conmovedores del Nuevo Testamento. Se centra en la resurrección de Jesucristo y su significado para los creyentes, abordando la doctrina fundamental de la fe cristiana: la resurrección de los muertos.

 

Estructura del Capítulo 15:

Versículos 1-11: La Importancia de la Resurrección

Pablo recalca la importancia del evangelio que proclamó, recordando a los corintios el mensaje fundamental de la muerte y resurrección de Cristo, de acuerdo con las Escrituras. Describe las apariciones de Jesús a diferentes personas después de su resurrección.

Versículos 12-19: La Resurrección de Cristo y la Fe Cristiana

Pablo argumenta la importancia vital de la resurrección de Cristo para la fe cristiana. Si Cristo no resucitó, la fe de los creyentes es vana y carece de significado.

Versículos 20-28: La Resurrección y la Victoria sobre la Muerte

Pablo presenta a Jesucristo como el primero en resucitar de entre los muertos y enfatiza cómo la resurrección de Cristo tiene un impacto en la resurrección de los creyentes en el futuro. La resurrección de Cristo garantiza la resurrección de los que creen en Él.

Versículos 29-34: El Impacto Práctico de la Resurrección

Pablo argumenta sobre la coherencia en la fe cristiana. Si no hay resurrección, ¿por qué algunos se bautizan por los muertos? Advierte sobre la necesidad de vivir una vida santa y justa en vista de la realidad de la resurrección.

Versículos 35-49: La Resurrección del Cuerpo

Pablo aborda preguntas acerca de cómo será la resurrección de los muertos. Compara la resurrección con la siembra de semillas y describe la transformación del cuerpo mortal en un cuerpo glorificado.

Versículos 50-58: La Victoria sobre la Muerte

Pablo concluye con la victoria definitiva sobre la muerte y el pecado a través de la resurrección. La resurrección provee esperanza y motivación para vivir vidas dedicadas a Dios.

 

Temas Principales:

La Resurrección de Cristo: La resurrección de Jesucristo es la base fundamental de la fe cristiana y garantiza la esperanza de la resurrección de los creyentes.

La Resurrección de los Creyentes: Pablo explica la naturaleza de la resurrección de los muertos y cómo los cuerpos corruptibles serán transformados en cuerpos incorruptibles.

La Victoria sobre la Muerte: La resurrección proporciona esperanza y seguridad de la victoria sobre la muerte y el pecado.

 

Contextualización Teológica y Aplicación Práctica:

El capítulo 15 de 1 a los Corintios es esencial para la fe cristiana. Pablo defiende y explica la doctrina central de la resurrección de Cristo y la esperanza de la resurrección futura de los creyentes.

La resurrección de Jesucristo es crucial, ya que confirma su divinidad y victoria sobre el pecado y la muerte. Además, garantiza la esperanza de la resurrección de los creyentes, proporcionando consuelo en tiempos de aflicción y desafiando a los creyentes a vivir vidas santas y dedicadas a Dios.

Este capítulo también enseña sobre la transformación del cuerpo mortal en uno glorificado en la resurrección, ofreciendo esperanza y consuelo a aquellos que han perdido a sus seres queridos y enfrentan la realidad de la muerte.

En la aplicación práctica, el capítulo 15 de 1 a los Corintios nos anima a vivir con la certeza de la esperanza que tenemos en la resurrección. Nos desafía a vivir vidas de rectitud y servicio, sabiendo que nuestra labor en el Señor no es en vano, ya que la resurrección asegura una recompensa eterna.

 

 

CAPITULO 16

La ofrenda para los santos

En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas. Y cuando haya llegado, a quienes hubiereis designado por carta, a estos enviaré para que lleven vuestro donativo a Jerusalén. Y si fuere propio que yo también vaya, irán conmigo.

Planes de Pablo

Iré a vosotros, cuando haya pasado por Macedonia, pues por Macedonia tengo que pasar. Y podrá ser que me quede con vosotros, o aun pase el invierno, para que vosotros me encaminéis a donde haya de ir. Porque no quiero veros ahora de paso, pues espero estar con vosotros algún tiempo, si el Señor lo permite. Pero estaré en Éfeso hasta Pentecostés; porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios.

10 Y si llega Timoteo, mirad que esté con vosotros con tranquilidad, porque él hace la obra del Señor así como yo. 11 Por tanto, nadie le tenga en poco, sino encaminadle en paz, para que venga a mí, porque le espero con los hermanos.

12 Acerca del hermano Apolos, mucho le rogué que fuese a vosotros con los hermanos, mas de ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora; pero irá cuando tenga oportunidad.

Salutaciones finales

13 Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. 14 Todas vuestras cosas sean hechas con amor.

15 Hermanos, ya sabéis que la familia de Estéfanas es las primicias de Acaya, y que ellos se han dedicado al servicio de los santos. 16 Os ruego que os sujetéis a personas como ellos, y a todos los que ayudan y trabajan. 17 Me regocijo con la venida de Estéfanas, de Fortunato y de Acaico, pues ellos han suplido vuestra ausencia. 18 Porque confortaron mi espíritu y el vuestro; reconoced, pues, a tales personas.

19 Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os saludan mucho en el Señor. 20 Os saludan todos los hermanos. Saludaos los unos a los otros con ósculo santo.

21 Yo, Pablo, os escribo esta salutación de mi propia mano. 22 El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene.[a] 23 La gracia del Señor Jesucristo esté con vosotros. 24 Mi amor en Cristo Jesús esté con todos vosotros. Amén.”

 

El capítulo 16 de la Primera Epístola a los Corintios contiene una variedad de instrucciones finales, saludos y exhortaciones personales de Pablo hacia la iglesia en Corinto.

 

Estructura del Capítulo 16:

Versículos 1-4: La Ofrenda para los Santos

Pablo instruye a los corintios sobre la colecta que deben hacer para los santos en Jerusalén. Les pide que reserven fondos cada domingo de acuerdo a su prosperidad.

Versículos 5-9: Planes de Viaje de Pablo

Pablo habla sobre sus planes de viaje y expresa su intención de visitar a los corintios después de pasar algún tiempo en Macedonia. Menciona la oportunidad para un tiempo prolongado de trabajo con ellos si el Señor lo permite.

Versículos 10-12: Planes de Timoteo y Apolo

Pablo menciona los planes de Timoteo y Apolo para visitar a los corintios y les pide que los reciban con afecto.

Versículos 13-14: Exhortaciones Finales

Pablo da instrucciones finales a los corintios, instándolos a estar alerta, firmes en la fe, a ser valientes y fuertes, y a hacer todas las cosas con amor.

Versículos 15-18: Saludos y Agradecimientos

Pablo destaca a Estéfanas, Fortunato y Acaico por su dedicación al servicio y les pide a los corintios que los reconozcan y honren por su labor en la iglesia.

Versículos 19-24: Saludos Finales y Bendición

Pablo envía saludos de varias personas que están con él y cierra la carta con su típica bendición y deseo de gracia del Señor Jesucristo.

 

Temas Principales:

Ofrenda para los Santos: Pablo instruye sobre la colecta para los santos necesitados en Jerusalén, demostrando la importancia de la generosidad y el apoyo mutuo dentro de la comunidad cristiana.

Planes de Viaje y Saludos: Pablo comunica sus planes de viaje, menciona los planes de otros colaboradores como Timoteo y Apolo, y envía saludos y agradecimientos a varias personas en la iglesia de Corinto.

Exhortaciones Finales: Pablo da consejos finales a los corintios, instándolos a mantenerse firmes en la fe, a ser valientes y a actuar con amor en todo lo que hagan.

 

Contextualización Teológica y Aplicación Práctica:

Aunque el capítulo 16 de 1 a los Corintios parece ser principalmente un conjunto de instrucciones y saludos personales, contiene lecciones prácticas para la vida cristiana.

La enseñanza sobre la ofrenda para los santos muestra la importancia de la generosidad y el apoyo mutuo dentro de la comunidad cristiana. Además, los planes de viaje de Pablo y la mención de otros colaboradores muestran la naturaleza colaborativa del ministerio cristiano y la importancia de la comunidad en la fe.

Las exhortaciones finales de Pablo sobre la valentía, la firmeza en la fe y la realización de todas las cosas con amor son aplicables a los cristianos en todas las épocas. Estos principios fundamentales siguen siendo relevantes para la vida cotidiana de los creyentes, recordándoles la necesidad de perseverar en la fe, actuar con valentía y demostrar amor en todas sus interacciones.

 

 

CONCLUSIÓN

La Primera Epístola a los Corintios, escrita por el apóstol Pablo, es una carta que aborda una amplia gama de asuntos teológicos, éticos y prácticos que afectaban a la comunidad cristiana en la ciudad de Corinto. A lo largo de sus dieciséis capítulos, Pablo ofrece enseñanzas profundas sobre la unidad en la iglesia, el amor como principio fundamental, la importancia de los dones espirituales, la resurrección de los muertos y muchos otros temas relevantes para la vida cristiana.

 

Principales Enseñanzas y Temas Destacados:

La Importancia del Amor: El capítulo 13 se destaca como una joya dentro de la carta, enfatizando la centralidad del amor en la vida cristiana. Pablo resalta que sin amor, todas las demás acciones y dones pierden su valor.

La Unidad en la Iglesia: Pablo advierte sobre las divisiones y conflictos que pueden surgir en la iglesia, instando a la unidad en Cristo y la importancia de preservar la armonía y el amor entre los creyentes.

El Valor de los Dones Espirituales: Ofrece instrucciones detalladas sobre los dones espirituales y su papel en la edificación y el crecimiento de la comunidad cristiana.

La Resurrección de los Muertos: Pablo presenta la doctrina central de la resurrección de los muertos, vinculándola estrechamente a la resurrección de Cristo y destacando su importancia para la fe cristiana.

 

Aplicación Práctica y Relevancia Actual:

La Primera Epístola a los Corintios sigue siendo relevante en la actualidad, ofreciendo principios eternos y prácticos para la vida y la práctica cristiana. Sus enseñanzas sobre el amor, la unidad, la ética y la importancia de vivir una vida centrada en Cristo continúan siendo fundamentales para la iglesia contemporánea.

El llamado a la unidad, la promoción del amor genuino y la exhortación a vivir en armonía con los dones dados por Dios son temas atemporales que siguen desafiando a los creyentes hoy en día. Además, la firme enseñanza sobre la resurrección de los muertos ofrece esperanza y seguridad en la vida eterna para aquellos que ponen su fe en Cristo.

En conclusión, la Primera Epístola a los Corintios no solo ofrece una visión profunda de los desafíos y problemas que enfrentaba la iglesia primitiva, sino que también proporciona enseñanzas esenciales y aplicables para la vida cristiana en cualquier época, recordando la importancia del amor, la unidad y la fe en Cristo.

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